VIOLENT ((Rude boy)) jalonso villalnela j.v.

Capítulo 13

Definitivamente Alonso estaba más que nervioso, sentía que en cualquier momento Jos entraría por la puerta y haría cualquier cosa estúpida, y le haría daño.

-Alonso tranquilo -su castaño amigo tomó sus manos sudorosas-

-me va a encontrar, sabrá que vine, sabrá que estoy aquí. -soltó más lágrimas por que sabía que le podía pasar-

(...)

Maldita la hora en que se te ocurrió escaparte Alonso, te voy a encontrar, y me las vas a pagar.

Sabía a dónde debía ir, sabía que el idiota de Alonso no tendría refugio más que en su casa o en la casa de Bryan, así que busco en ambos lugares.

Había entrado como el dueño a la casa de Bryan...

-¿que quieres aquí José?

-Tu sabes a qué vengo, así que dime en donde está

-¿de que hablas?

-¿EN DONDE ESTA ALONSO? MIERDA -lo tomó del cuello y lo azoto en la pared.

-no esta aquí -apenas su voz se escuchó gracias a que Jos apretaba su cuello obstruyendo el aire, provocando que se fuera el sonido de su voz.

-Esta bien, lo buscaré yo

Soltó al castaño tirándolo al piso, busco entre todas las puertas blancas y justo en la última encontró a Alonso durmiendo en la cama cómodamente. Así que sin pensarlo corrió hacia el cuerpo y lo tomo con brusquedad del cabello.

A Alonso no le costo trabajo abrir los ojos, pues debido al rápido dolor que sintió en su cuero cabelludo desperto alarmado.

A Jos no se le ocurrió decir ninguna sola palabra.

-¡SUELTAME! ¡SUELTAME! -golpeó sus manos para que aflojara el agarre que tenía sobre su cabeza-

Lo golpeó fuertemente en el rostro, provocando que su mandíbula crujiera y sus labios comenzarán a sangrar.

Ágilmente y con autoridad Jos saco como pudo a Alonso, nada fácil debido a que el pelirrojo se resistia, lo arrastro por toda la casa y lo subió a su auto, saben que pasó en el trayecto camino a casa.

(...)

-¡DESOBEDECISTE!

-jos, yo, entiende, por favor dejame.

-¡ME VALE VERGA PENDEJO! ¡CIERRA EL PUTO HOCICO!

-Jos, por favor.

Si, comenzó a pegarle, azotarle, empujarlo, saco un cigarrillo y no para fumarlo, si no para quemar a Alonso en todo el antebrazo provocando que este gritara con todas sus fuerzas.

El golpe que más dolió fue el que recibio en el abdomen, sólo basto uno tan fuerte para que Alonso comenzará a escupir sangre y ahogarse con la misma.

-jos, a-ayu-ayudame -susurro-

Siguió pateándole tan fuerte en las costillas, piernas, abdomen y en su rostro, le soltó tantos puñetazos como quizo...