-¡Lia, se te hará tarde para ir al colegio!- grito mamá desde la planta baja
-VOY!- le devuelvo el grito
(...)
Al terminar de hacer mi rutina de siempre que consiste en: cepillar mis dientes, darme una ducha rápida, secar y peinar mi cabello. Voy bajando las escaleras corriendo con mis zapatos en mano.
-¿Que dije sobre correr por las escaleras?- paso papá con unos pantalones grises, camisa blanca y una taza de café humeando en la mano.
-Que me podría caer y lastimar- bufe
- ¡Bingo!
-papá tengo 16, no 3 añitos.
-shh eres tan inocente- suspiro
¡Ja! Si supiera
Se escucha una carcajada que proviene de la cocina.
-¿¡estas escuchando lo que dices papá!?- grita liam entre risas
-Claro hijo, ¿porque lo dices?- pregunta papá entrando a la cocina conmigo detrás.
Liam esta sentado en la mesa de desayuno.
la cocina es blanca, los electrónicos de color gris metálico, en el centro una isla donde se encuentra el fregadero, los gabinetes color chocolate, una mesa de desayuno de cuatro silla color metálico , la mesa con dos pequeñas plantas en el centro y cerca de la pared se encuentra un sillón negro de cuero y en frente de esta una mesita blanca, "allí siempre me siento a molestar a mamá mientra cocina".

-Inocente los senos que no tengo- respondió entre risa
Papá frunce el ceño por el comentario poco apropiado del chico de cerebro de maní; antes que este diga algo yo intervengo.
—Papi, no hagas caso lo que dice Liam, se le subió la temperatura corporal a la cabeza— digo con diversión.
-Ustedes dos harán que a su padre le salgan canas verdes-murmura mamá entrando a la cocina. Lleva un mono de dormir azul y franela del mismo color con pantuflas de conejo. Se ve divertida, mi madre es hermosa y nunca dejare de pensar lo mismo cada vez que le vea. Tiene ojos grises, hermoso cabello negro azabache de cara fina perfilada.
Camina hasta mi, me da un beso en la frente y luego a mi hermano.
—Mamá, ¿ pasaras por mi al colegio?—pregunto mientras observo sus movimientos por la cocina.
Se gira para verme con esas esferas gris que transmite calidez y dice— No, cariño, lo siento...— se interrumpe por un momento y el brillo de una idea cruza por sus ojos—Pero Liam pasara por ti ¿te parece bien?
Le sonrió y asiento con la cabeza.
En cambio el susodicho que me traerá de regreso mira el techo con aire de no haber oído nada.
Inmaduro.
Salgo de la cocina me encamino hasta el living y me acuesto en el sofá blancos de esta.

Bosque.
Es lo de lo me veía rodeada y en lo mas profundo de mi ser el pánico se vio obligado a relucir al exterior, mi manos que temblaban y sudaban de manera fría era la prueba de ello. Como mucho de mis sueño sabia que este no era la excepción y eso me perseguiría, y moriría, así que mis pies cobraron vida por si solos, corría y corría como si mi vida dependiera de eso y de cierto modo así era. Las hojas secas crujían sin cesar debajo de mis zapatillas que se movían con rapidez por extenso terreno que era iluminado solo por la media luna acompañada por las estrellas. Vamos, Lía, corre mas rápido. El ya viene—ese pensamiento rondaba mas de las veces que me percataba. Un gruñido fue todo lo que necesitaba para saber que sino subía a un árbol para salvarme de ser atrapada por El. Trataba de trepar el árbol mas cercano—¡No!—.... resbale y caí de bruces al suelo estando a unos metros de este...
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Mas halla del Bosque: oculto en las sombras
Loup-garouLia Webber, de 17 años, vive la acelerada creencia de la existencia de los hombres lobos, al igual que de los vampiros y todas aquellas criaturas sobrenaturales. Ella corre grandes peligros al ser la ultima de su especie.