Capítulo 17

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Tras un apasionado último beso junto a la puerta James miró los ojos de Dakota una vez más en la penumbra, sabía que debía marcharse pronto pero no quería apartarse de ella, le gustaba llevar su esencia en la piel y el sabor de sus labios, como si así pudiera tenerla más cerca de él.

-Quiero saberlo todo de ti, mi preciosa Dakota –tomó su suave mano dejando un beso en los nudillos- Dime si hay alguna forma de que pueda verte en otro momento, mañana mismo si es posible.

-Me encantaría James, pero se avecina un baile y mi tía me tendrá vigilada hasta entonces.

-Bueno, pues como yo quiero que conozcas más de mí- sacó de su capa una carta y la puso en sus manos, ella lo miró como si aquel trozo de papel barato fuera un tesoro bellísimo- No tuve una buena educación así que discúlpame por adelantado.

-No me importa, me encanta –dijo abrazándola contra su pecho.

-Pero si no la abriste aún.

-Me da igual, jamás había... recibido una carta de un hombre –ella esperaba que en la penumbra él no viera sus mejillas sonrojadas- ¿Puedo escribirte de vuelta?

-Nada me gustaría más, pero tendrás que dármela cuando regrese a verte.

-Podría ser antes –los ojos de ella brillaron- ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? –el asintió- Si estás allí mañana antes del anochecer, tendrás una carta en respuesta.

-¿Cómo piensas hacerme llegar una carta a través de un río?

-Tengo algo que me ayudará.

James la besó una vez más y salió por la puerta, al momento Dakota corrió a mirar por la ventana con la esperanza de verlo salir, pero su ventana no daba a la entrada de la casa, sino a un costado, al lago, quizá al carruaje que lo llevaba pasaría por allí, abrió la ventana y el frío de la noche le azotó la cara, afuera no se veía ni una sombra así que solo cuando cerró la ventana notó que no estaba sola en la habitación, Eloise estaba cargando a Zeppelin y sosteniendo un candelabro mirándola como si la creyera loca.

-¿Te ha entrado calor y por eso abriste la ventana?

-No, solo quería aire fresco –esperando que su amiga no lo notara deslizó la carta de James bajo una de las almohadas de su asiento de la ventana para luego ponerse de pie- ¿Recuerdas el olor de la cosecha de uvas? Echo de menos ese olor.

-Te aseguro que aquí en medio del bosque no lo encontrarás –Eloise dejó al animal en la cama que al momento se acomodó entre las cobijas- No sé qué te está pasando Dakota, pero por las mañanas estás de lo más soñadora y ahora pareces nerviosa.

-Me ha dado un poco de nostalgia es todo –suspiró y se fue a meter a la cama, Zeppelin fue a acurrucarse a su lado y lo acarició- ¿Quieres quedarte?

-Pensé que no lo dirías.

Elo saltó a la cama haciéndolas reír a las dos y cuando abrió las sábanas para meterse dio un grito y se alejó, Dakota recordó entonces que ella había estado haciendo su cama para evitar que el servicio descubriera lo que había allí, pero por el grito de su amiga seguramente ya todos se enterarías.

-¿Te hiciste daño? –Eloise la miró desconcertada de arriba abajo y luego tomó su candelabro para iluminar mejor la sugerente marca- Oh por los cielos, eso es...

-Se me derramó vino –dijo Dakota echando las cobijas encima.

-Y yo soy estúpida –Eloise se sentó al borde de la cama y la miró con los ojos desmesuradamente abiertos- Sé lo que es Dakota, lo he visto antes y... ¡Dios mío!

Esclavo | Jamie y DakotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora