Epílogo

1.3K 192 45
                                    



Arrebujándose más entre sus sábanas, Dakota se cubrió el rostro con su almohada y gruñó, estaba cansada luego de no haber dormido demasiado.

-Alguien no está de humor esta mañana –dijo una voz ronca a su lado.

-No, así que será mejor que me dejes dormir.

-Yo complacido lo haría cariño mío, pero hay alguien que no va a esperar mucho más.

-Pues ya te vas encargando, que yo no pienso salir de aquí en todo el día, anoche alguien no me dejó dormir mucho.

-¿Ah sí? Es extraño, yo recuerdo las cosas algo distintas –Jamie rodeó la cintura desnuda de su mujer- yo recuerdo una voz que durante toda la noche no paraba de decir "quiero que hagamos el amor de nuevo" una y otra vez.

-No me acuerdo, quizá fue Eloise desde la otra habitación.

-Si se escuchaba algo de la otra habitación eran Elo y Luke golpeando la pared para que dejaras de hacer tanto ruido.

Los dedos de Jamie fueron a sus costillas para hacerle cosquillas y ella comenzó a reír sin parar, aquello se volvió una lucha entre las sábanas mientras una suave luz comenzaba a iluminar el cielo, las cosas fueron más allá y pronto Dakota terminó sobre él y comenzó a besarlo por la barbilla, el cuello, bajando por su pecho, y cuando Jamie decidió que era suficiente la hizo rodar hasta tenerla bajo su cuerpo.

-Al parecer no tuviste suficiente anoche.

-Nunca tendré suficiente de ti, Jamie.

-No yo de ti, amor mío.

Se besaron, acariciaron y volvieron a hacer el amor muy lentamente, tocando cada parte que conocían, cada rincón, conocían los lugares exactos para complacer al otro, se abrazaron cuando el fuego se salió de control y volaron juntos una vez más hasta que fueron traídos de regreso a la tierra.

-Creo que es mi forma favorita de despertar –Dakota seguía pegada a su pecho.

-Y la mía, pero hay alguien más que estará ansioso por empezar el día.

Jamie se levantó y se puso sus pantalones, cruzó la puerta que antes daba a la salita privada de Dakota y ahora era la habitación de su hijo, el pequeño ya estaba despierto y hacía ruiditos adorables, cuando vio a su madre en la cama comenzó a dar palmaditas y ella lo tomó acomodándolo en sus brazos.

-Mi hombrecito está listo para un nuevo día, pero antes necesita su desayuno.

Luego de amamantarlo, lo cambiaron y ellos hicieron lo mismo, bajaron al comedor donde el resto ya había comenzado el desayuno: Eloise, Luke, y Sthepany los miraron sonriendo y se turnaron para tomar en brazos a George, el pequeño ahora de seis meses era muy curioso e intentaba tomar todo con sus manitas.

-Es idéntico a su madre –Elo lo alzó a sus ojos con una enrome sonrisa- cada día más lindo.

-Ya sería tiempo de que nosotros tuviéramos uno de estos –Luke apretó las mejillas regordetas del pequeño haciéndolo reír- necesitará un compañero de juegos.

-Ya veremos –dijo ella divertida- al paso que van sus padres, tendrá un hermanito demasiado pronto.

-¡Mamá! –Nia entró corriendo como una tromba y fue directamente a su lugar junto a su madre- papá me ha enseñado un truco con las riendas, tienes que ver lo bien que me sale.

-No será lo mejor para mi corazón –besó la frente de su hija.

Víctor entró y después de saludar a todos ocupó el lugar junto a Nia, él estaba intentando con todas sus fuerzas cortejar a Shephany y no faltaba mucho para que lo lograran, ahora mismo pasaban la mayor parte tiempo con su hija que parecía encantada de tener toda su atención y de tener un papá que podía correr y jugar con ella todo el día.

-¿Podemos hacer un picnic en la playa? –Nia miró a su padre y luego a su madre.

-Apoyo la idea –dijo Dakota.

Esa tarde estaban todos sobre mantas en la arena, el día estaba inusualmente con sol y una agradable brisa marina llegaba hasta ellos, Nia jugaba con su padre y Jamie a lanzarle una vara a Zeppelin que adoraba ir por ella hasta el agua y volver, Dakota llevaba en brazos a su hijo que movía sus piernecillas y brazos ansioso por unirse a la diversión.

-Eres aún muy pequeño amiguito, pero seguro cuando comiences a caminar no nos darás tregua a papá y a mí.

Disfrutaron el resto de la tarde ahí, cuando el sol se ponía comenzaron a guardar todo para volver a casa, Elo y Luke se apartaron un momento para dejar a Jamie y Dakota a solas, George estaba dormido en brazos de su padre agotado por todas las emociones de ese día.

-Agradezco cada día que puedo ver una puesta de sol más –ella miró a James y sonrió- y espero que desde el cielo Leila esté viéndola también.

-Así es, está en paz disfrutando por fin de la paz eterna –la rodeó con el brazo libre- somos muy afortunados, por tenernos el uno al otro, a nuestro hijo y una familia amorosa.

-Ha valido cada momento difícil que pasamos para llegar hasta ahora.

Dakota alzó la mano donde llevaba el anillo que Jamie le dio cuando se casaron pocos días después de que se convirtiera oficialmente en la heredera de la mansión Johnson, todos sus compañeros habían estado en la pequeña ceremonia donde él le había colocado esa pequeña argolla que Jessica le había entregado, había pertenecido a su madre y ahora la portaba la segunda mujer más importante de su vida.

Los dos miraron las grises aguas donde el sol desaparecía para dar paso al anochecer.

Un día más de estar juntos, de disfrutar y de aprovechar cada momento.

Porque la vida tenía que ser así.

Esclavo | Jamie y DakotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora