3. Inesperado.

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¡No vayas por ahí!

¡No!

¡Dany no!

*un disparo*

Levante la mirada, varias gotas de sudor frío caían por mi rostro, no tenía mucho tiempo de haberme quedado dormida.

-Daniel... - susurré al cuarto, una pequeña lágrima se derramó por mi mejilla derecha, de verdad que lo extrañaba.

Aunque ya habían pasado 1 año, ahora sólo me quedaban ellos, mis amigos.
Desde su muerte no podía llamar a nadie más mejor amigo.

Me levanté de la mesa, comencé a pensar en Lucía, en un principio; en el pasado había pensado en contraer venganza en ella.

¿Qué sí soy muy vengativa?

Para nada, sólo cuando es necesario. Y a pesar de eso, ella no valía la pena.

Algún día pagaría todo lo que ha hecho.

Entré al pequeño baño del cuarto, y me di una ducha rápida.     
Normalmente serían como las 6 de la tarde, hora perfecta para ir por algo de comer, todos esos recuerdos me dejaron con hambre.

Así es señores, deshago mis pensamientos negativos con comida.

Después de cambiarme y arreglar un poco mi cabello, baje al comedor.
A pesar de ser una academia que prohíbe cualquier tipo de comunicación (Excepto el ordenador), podemos hacer lo que quisiéramos respecto a algunas cosas. Como la hora de dormir o simplemente la comida.
Llegando al comedor, me percaté de que algo había tras la ventana, una silueta o más buen dicho una sombra había atravesado el gran ventanal por fuera.
Llenando de curiosidad mi mente, me acerqué a aquella ventana, ya estando ahí, mis ojos se abrieron como plato al ver a la persona tras él umbral, un chico apuesto de estatura alta, tez blanca y una condición física estable a la vista hablaba con él Sr. Director de la academia.

Sabía bien de quien se trataba, lo reconocería a pesar de haber pasado 1 año, y tratar de haberlo olvidado.

- Perfecto.... - dije en un susurro, sería el momento indicado para iniciar mi venganza.

Kevin House estaba aquí...

-¿Hen? - una voz bastante conocida me sacó mis pensamientos: Axel.

-A.-Axel? ¿qué haces aquí?

El me miró un poco confundido.

- Sólo venía por un vaso de agua, pero él que debería preguntar eso sería yo: ¿Qué haces tú aquí?

Sentí arder mis mejillas del sonrojo.

Hasta en estos momentos, tenía que ser tan encantador.

- ¿Hen? ¿sucede algo? De repente te pusiste muy roja, diría yo que como un tomate.

No ahora por favor...

-Y-yo... ¡Claro que no! ¿Como crees que me va a pasar algo? Estoy completa, o eso creo jeje.

¡malditos nervios!

- ¿Ah? Tranquila... - soltó una pequeña risa nerviosa. - Y ¿qué hacías en él ventanal?

-yo... -¿sería bueno decirle que Kevin estaba aquí? No lo creo capaz de hacer algún daño, pero, lo conozco y pudiera ser que por ser el asesino de su hermano haría cualquier cosa ¿sin importar él obstáculo?

-Tú... - sus ojos negros resplandecían, eran hermosos. Tenía duda de decírselo, tal vez me ayudaría o me alejaría.
Y no quería alejarme, no ahora que tengo en marcha mi plan...

¡Eso es!

- Axel... Yo...

-¿si?

- Debes acompañarme a mi habitación, necesito decirte algo de suma importancia.

- ¿algo de qué?

- ¡Haces muchas preguntas! Sólo ven- lo tomé del brazo y lo jale en dirección mía. Necesitaba decirle mi plan, lo más pronto posible.

- Bien, de todos modos no tenía nada que hacer- dijo con sarcasmo.

Lo fulminé con la mirada.

- Como sea.

Tal vez decirle que el estaba aquí no sería muy buena idea que digamos, lo mejor sería decirle mi plan y mi táctica y así comprendería y lo demás, después.

Y también me ayudaría a planificar lo que tengo en mente.

¿No es así?

******

-Eider-

- ¿Dónde demonios está Hen? - pregunté a la chica de ojos marrones que se encontraba enfrente mío.

- Ni idea... - decía mientras escribía en él ordenador.

Algo andaba mal, esa chica ha estado muy extraña desde que le pregunté lo que, según Penny era cierto, sí tenía algo con Axel. ¡Carajo! Y peor aún se fue sin decir ninguna palabra.

¿Que le sucede?

-¿No te dijo nada?

-¿Decirme qué?

Rodee los ojos. No podía ser más despistada.

- Olvidalo... No se puede contar contigo.

Se encogió de hombros.

- Sólo espera un momento, no creo que alguien esté en el cuar- una chica de ojos café claro y cabellera rojiza acompaña de un chico de estatura alta y ojos negros cruzaron decididos por el cuarto.

Axel y Hen.

- ¿Tú que haces aquí? - pregunté al chico en cuanto llegaron a la cama de Hen.

- yo VIVO aquí. - dijo Hen remarcando "vivo".

- No hablo de ti... - señale a Axel. - él...

- ¡Vengo en son de paz! - Axel alzo las manos en forma de rendición.

- Eso espero.

Me percaté que Hen buscaba algo entre sus almohadas, mis ojos se abrieron como platos al ver lo que sacaba entre las sábanas.

Un cuaderno y Lápiz.

- ¿Que haces con eso? - pregunté antes de que saliera casi a hurtadillas del cuarto.

- ¿Hacer con qué? - dijo con voz curiosa, o yo diría mejor fingida. Y escondía el cuaderno atrás de ella.

- no te hagas la que no sabe nada.

Sonrió de oreja a oreja.

- Ay, ¿que cosas? ¿no? - manteniendo los dos dedos índices tocándose entre sí con curiosidad.

- ¡Ya enserio! ¿Qué haces con eso?

-Yo... Sólo es un cuaderno, ¿por qué tantas preguntas?

- Estás muy sospechosa últimamente, Shuky. ¿Qué nos ocultas? - Desvié la mirada a su " acompañante". - O más bien ¿qué nos OCULTAN?

- ¡Corre! - señaló a Axel y lo empujó para afuera.

-¡HEN SHUKY! - traté de alcanzarla y salió disparada hacía las escaleras.

¡Demonios!

- Creo que se te fue. - artículo Penny todavía en el escritorio de mano.

- No me digas -dije con sarcasmo.

¿Que tramarás Hen?

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