-Capitulo 6-

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-Ezequiel-

Sin salida. Sin descanso.

La mecánica no era lo mío, pero hacía lo que podía para impresionar al hombre que me alimenta todos los días. Todo mi tiempo era dedicado a ese trabajo, lo demás, para mi padre era tiempo perdido. Juntarme con mis amigos, descansar. Para él había que esforzarse y trabajar al 100% todos los días. A fin de mes me pagaba, no era demasiado ya que era menor de edad, pero según él para algo me servía.

¿Quién trabaja a los 14 años hoy en día?

Mi padre estaba estancado en las épocas anteriores, donde hacer trabajar a tu hijo desde chico lo ayudaría a convertirse en hombre antes de tiempo e independizarse. Yo lo llamo el quemador de etapas. Ahora mismo tendría que estar en la plaza con mis amigos, tomar helado con ellos, reír con ellos. Pero no, según el eso tendría que esperar.

¿Esperar a que? Si en pocos días tendría que seguir trabajando, en el colegio. Pero quién sabe si él me obligara a seguir en su trabajo. Algunos empleados se quedaban asombrados al verme trabajar. A veces organizaba los papeles, la plata. Pero eso al parecer había quedado atrás porque ahora hacía lo que mi padre hacía. Sin limpiarme, me ensuciaba cada segundo arreglando los autos, limpiándolos, pasándole herramientas a mi padre. Ayudándolo.

Me siento unos minutos en una silla, cansado. Agotado.

_ ¿Qué haces hijo? _ levantándome de un empujón. _Todavía te quedan dos horas_.

_Un descanso me vendría bien, ¿no? _enojado.

_ ¿Por qué me hablas así? _enojándose más que yo. _Después de la oportunidad que te estoy dando, un trabajo, plata_.

_ ¿Alguna vez me preguntaste que es lo que quiero papá? _ dando un paso hacia delante.

_No hace falta hacerlo_ sincero. _Sos mi hijo y te conozco bien_.

_Dios, no te entiendo_ dando un par de vueltas.

_ ¿Qué? _sin entenderme. _ ¿Qué me vas a decir? ¿Sos gay? _.

_Te pegaría si pudiera_.

_Quiero verte intentarlo_ entre risas.

_ ¿Alguna vez me preguntaste si quiero volver a ver a mamá? _ gritándolo a los cuatro vientos.

De un segundo a otro, me dio una cachetada más fuerte de las que estaba acostumbrado.

_No la vuelvas a nombrar_ viendo caer mis lágrimas. _Ahora, vuelve al trabajo_.

Saco mi trapo lleno de grase de mi hombro y se lo tiro en la cara.

_ ¿Disculpen? _preguntó un cliente. _ ¿Está disponible? _.

_Mi hijo lo atenderá enseguida_ respondió mi padre, actuando con normalidad. _Atendelo_.

Me lo quedé mirando por unos segundos más, mientras mi padre se dirigió al coche yo me decidí a caminar hacia la salida, el hombre que estaba esperando a que lo atienda empezó a hablarme pero lo ignoré completamente y salí por la puerta.

Tenía la suerte de que el taller estaba a una cuadra de mi casa, saqué las llaves de mi bolsillo abrí la puerta, la cerré de un golpazo y al llegar a mi habitación me tiré en la cama y dejé que el lagrimas me ahogaran hasta dejarme sin respiración.

Mi teléfono sonaba, era mi padre. Corte la llamada y vi que tenía mensajes, eran de Franco. Lo extrañaba muchísimo y daría lo que fuera por tenerlo al lado mío y poder contarle como me siento, pero en lugar de eso le digo que estoy ocupado, que no nos podemos juntar y no puedo decirle por qué. Nadie puede saber el por qué de mi vida. Mi vida es así y con el tiempo aprendo a vivirla cada vez más, pero ya me estoy cansando de la misma rutina de siempre.

Desde que mis hermanos se fueron a ver a mi mamá, nunca volvieron. Me dejaron solo mientras mi papá explotaba en ira.

Volví a desbloquear mi celular, pero esta vez no entré al chat, sino a la galería de fotos. Todas las fotos con mis amigos tenían una historia.

La primera, estábamos con Fran, Palo y Dai en el viaje de Egresados de Sexto Grado, después estaba con Palo en su casa, me había invitado a su pelopincho, había algunas fotos con mis hermanos. Los extrañaba muchísimo. Encuentro una foto con Fran, una que Palo nos había sacado en la plaza del colegio el último día de clases, que nos juntamos para tomar helado.

Alguien toma mi celular y lo revienta contra la pared.

_ ¿Qué hiciste? _ viendo a mi padre a los ojos.

_Te volves a ir del taller sin mi permiso y vas a ver lo que te espera_ enojadísimo.

_Me tenes harto_ grito. _Vos, el trabajo, todo. Me tendría que haber ido con mis hermanos_.

Me da un golpe en la cara y caigo al piso. No me muevo, solo respiro y espero a que pase lo que tenga que pasar.

SIN SALIDA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora