-Capitulo 38-

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_ ¿Los ayudo chicos? _pregunto.

_Necesito que claves estas estacas_ me dice Iván, dándome cuatro de ellas

_Ok_.

A cada punta clavo una estaca. Después levantamos el techo y entramos a limpiar y acomodar nuestras cosas.

Listas y acomodadas nuestras pertenencias, salimos para ver cómo estaban nos demás. Sin saber por dónde caminaba paso por la carpa de Ezequiel y sus amigos, ellos estaban dentro de micro buscando sus maletas mientras Eze trataba de levantar el techo.

_ ¿Me ayuda Fran? _al pasar a su lado.

Iba a seguir caminando como si no lo hubiese escuchado, pero ni lo pensé.

_Dame_ entrando a la carpa.

Estiramos lo más que podemos y lo atamos.

Después de que termináramos de acomodar las carpas, todos entramos en ellas para seguir acomodando y cambiarnos por el calor que estaba haciendo. No se escuchaba nada, un silencio sospechoso. Con los chicos de mi carpa empezamos a escuchar pisadas rápidas y canillas.

_ ¿Escuchan eso? _pregunta Agus.

_Si, ¿Qué es? _ dice Iván, curioso.

Salimos todos al mismo tiempo de nuestras carpas.

_Guerra de agua_ nos gritan los padres de Palo, sorprendiéndonos.

_Corran_ grita Lula, mientras solos salíamos a pique.

Era demasiado tarde tenían un balde lleno de agua y otro de bombitas. Todos habían dejado de correr y empezaban a atacarse uno a los otros. Los demás llenaban botellas que les había dado el papá de Palo. Con ayuda de los demás, cargábamos los baldes y los seguíamos empapando. Con Palo cargamos uno y se lo tiramos encima a Ro.

Cada golpe de esos globos dolía, pero valía la pena. Todos nos mezclamos en la guerra y nos mojamos entre todos. Todo se empezó a salir de control cuando la tierra no daba más y nos patinábamos y caíamos al barro.

_Guerra de barro_ gritó uno de los chicos.

Se había salido de control. Del suelo empezaban a tomar barro, a hacer bolas con él y arrojarlas, dolía mas, también lo mezclaban en las botellas o baldes de agua y te bañaban. Era divertido, todos mojados y embarrados. Pasándola como nunca.

_Creo que es suficiente_ nos dice Ro. _Vengan que les saco una foto_.

Nos acomodamos todos, uno al lado del otro y Ro con su celular nos casa una foto y las manda al grupo de padres.

_Soy un asco_ me dice Lula, tratando de acomodar su pelo.

_No quiero ni mover_ comentó Mili, dura como un clavo enterrado.

Todos juntos llenamos los baldes de agua, los limpiamos y con la manguera tratamos de enjuagarnos lo mejor posible. No nos cambiábamos de ropa sabíamos que íbamos a estar haciendo actividades o jugando entre nosotros. Con el calor que estaba haciendo seguro que se secaría rápido.

Los chicos se preparaban para jugar a la pelota y las chicas tenían ganas de caminar un rato por a tranquera, la entrada del Campo.

_ ¿Jugas Fran? _me preguntó Eze.

_Perdón amigo, pero no_ respondo.

Después escucharme salió trotando, dirigiéndose a la cancha que habían armado ellos mismos. Alguien me grita a lo lejos. Palo preguntándome si las acompañaba. Me doy vuelta, le hago una seña que si y me dirijo con un trote hasta ellas. Éramos Celes, Palo, Mili, Flor y yo.

SIN SALIDA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora