-Capitulo 20-

41 11 1
                                    

Todos se paralizan al escuchar mi grito. Nadie entendía lo que estaba pasando, ni siquiera yo. Todavía no llegaba la peor parte.

_Soltame Fran_ me dice Eze, tratando de salirse.

_No abra la puerta Profesora_ suelto, levantándome de mi asiento.

_ ¿Qué pasa Rodríguez? _sin entenderme.

_No abra_ sin encontrar las palabras. _Va a morir_.

_Franco, la profesora va a abrir la puerta para ventilar el salón_ me dice Palo. _Tranquilo_.

_No, no lo entienden_ empiezo a decir. _Los vidrios van a estallar, el edificio completo colapsará. Tenemos que irnos. Rápido_.

_Amigo, vení_ me dice Ezequiel, tomándome de los brazos, intentando llevarme a mi asiento.

_Soltame_ empiezo a gritar. _No lo entienden. Todos vamos a morir_.

Trato de soltarme, muevo todo mi cuerpo pero Ezequiel no me soltaba. En pocos segundos se escucharía el estruendo y sería demasiado tarde. La profesora me habla, pero no escucho lo que me dice, ni siquiera mi respiración. Todo se había silenciado y mi cabeza no paraba de dar vueltas. Los latidos de mi corazón se aceleraban cada vez más. En el último segundo un gran peso cae encima de mi cuerpo, algo que nunca voy a saber que fue y caigo al suelo. Inconsciente.



Abro los ojos, tenso. No estaba en mi salón, cuando logro visualizar todo me encontraba en un sillón. Había un doctor a mi lado y sentada en su silla Estela. La directora del Secundario.

_ ¿Cómo te sentís Franco? _me preguntó la directora, ofreciéndome un vaso con agua.

_Bien, creo_ acomodándome en el asiento, después acepto el vaso con agua. _Gracias_.

_Bueno_ empieza a decir el doctor sacándose el estetoscopio. _Todo está en orden. Tu corazón funciona como debe, al igual que tus pulmones_.

_ ¿Por qué me desmayé? _después de tomar un sorbo de agua.

_Puede ser por una bajada de azúcar en la sangre_ comente el médico. _Hace mucho calor, te recomiendo que te hidrates bien_.

_ ¿Desayunaste en tu casa Franco? _pregunto Estela, curiosa.

_Casi nunca_ respondo. _Hoy no, pero me compré un agua en el kiosco_.

_Está bien, no te preocupes_ me dice el médico, con una leve sonrisa, después habla con Estela. _Tengo un profesional que quiere hablar con el_.

_ ¿Quién? _curiosa.

_Es una amiga mía. Silvia, ella es psicóloga_ le cuenta a Estela.

_Que pase, los dejaremos solo_.

Estela se me acerca y me cuenta que era lo que iba a pasar. Una psicóloga iba a entrevistarme, quería hablar conmigo. Era lo que el médico recomendaba.

Después de que ellos salieron de la sala, segundos después la chica entró a la dirección.

_Franco, ¿no? _extendiendo su mano para saludarme.

_Si_ respondo, tenso.

_Mucho gusto_ alegre. _Mi nombre es Silvia_.

Me acomodo en mi asiento, no tenía idea lo que iba a pasar. Ella toma una de las illas y la acerca a mí. Se acomoda y saca algunas cosas de su bolso. Una libreta y una lapicera. Ya me imaginaba a donde iba esto.

_Bueno Franco, te voy a explicar lo que vamos a hacer_ empezó a decirme mientras anotaba algunas cosas en si libreta. _Vamos a hacer una especie de sesión. Te voy a conocer un poco, me vas a hablar de vos y ver qué conclusiones podemos sacar con respecto a lo que te pasó. ¿Está bien? _.

SIN SALIDA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora