Back In Black (Nico di Angelo)

9. Libros Morados

CAPITULO 9
Daphne

-No se si fui yo él que escucho mal pero estoy casi seguro que solo necesitábamos un libro morado- dijo Leo.

-Ya lo se- respondí angustiada.

Los dos estábamos viendo los doce libros morados diferentes que había en la mesa, al entrar a la cabaña había varios libros con la descripción que dio la hechicera y en un ataque de pánico tomé todos.

-¿Sabes contar?- me pregunto el hijo de Hefesto.

-Si se contar me enseñaron en el preescolar-

-Sigo sin entender porque hay doce libros morados en mi mesa-

-Sabes es impresionante la cantidad de libros morados con símbolos griegos que hay en su cabaña, no es mi culpa que la tonta de Lily Smith no supiera especificar-

-¿Que vamos hacer con doce libros morados?-

-No lose ¿venderlos?-

-¿Cual es el correcto?- pregunto mientras abría uno y lo leía por encima.

-Si supiera cual es el correcto ¿crees que me hubiera llevado todos los libros morados de la cabaña?-

-Quien sabe tal vez tengas una colección secreta de libros color morados-

-No la tengo-

Empezamos a revisar los libros uno por uno aunque no sabíamos que debía tener el libro ya que la mensa de Lily no dijo nada mas que era un libro morada escrito en griego. Ni si quiera es lo suficientemente einteligente para dar buenas instrucciones.

-doce libros morados- suspiré cansada dejando uno sobre la mesa.

-once- me corrigió Leo.

-Estoy segura de que eran doce-

-Este es de caperucita roja ¿Quien lee caperucita roja en griego antiguo?- se preguntó Leo.

Al final descartamos los libros que estaban en otro idioma que no era griego.

-siete libros morados-

Luego decidí hablar con Lily fue humillante ya que recibir burlas de su parte, pero era necesario para que nos dijera cual es el adecuado y según eso tenia que tener un tridente en la portada. Se lo dimos y todo parecía ir bien.

Nico

Estaba disfrutando una buen desayuno porque tal vez era uno de los últimos. No soy de esas personas que come mucho como Percy pero en este momento incluso estaba comiendo mas que él y eso ya era mucho decir.

Cuando termine fui a con mi perra del infierno comencé a lanzarle cosas para que las trajera, en eso se acerco una cazadora pero decidí hacer como si no la viera.

-Los hombres cada vez tienen menos educación por lo visto-

-¿Washignton?- le pregunte su nombre, en realidad sabia que no se llamaba así pero quería molestar un poco.

-Paris, me llamo Paris- me corrigió enojada.

-Obstruyes mi camino-

-Pensé que cuando Daphne nos traicionará seria contigo pero al parecer no- comento con una sonrisa cínica.

-¿Traicionarlas? No tengo idea de lo que estas hablando- había logrado captar mi interés.

-Se nota que obviamente no la tienes-

-¿Porque las traicionaría?-

-Ya sabes estar con otro chico mientras es cazadora y juro a Artemisa darle la espalda a los hombres como lo hizo tu hermana en su momento-