_________ POV.
-¿Podrías dejar de bromear, idiota? Es algo
importante- me quejé fulminándolo con la
mirada frente al espejo. Acomodé mi blusa
intentando que el escote no se vea tan
pronunciado.
-Te queda bien, fea. ¿Podemos irnos? No quiero
llegar tarde al primer día de clases.
Solté una carcajada irónica.
-¿Desde cuándo eres tan aplicado? Sólo quieres
ver a tu patético séquito de fans- le di un
codazo amistoso y él sonrió, suficiente.
Finalmente me di por vencida. -Oh no, le diré a
mi madre que deje de comprarme ropa, no es
por llevarle la contraria pero nada de lo que
compra luce bien en mí.
Harry me echó una mirada evaluativa.
-Sí luce bien- comentó tomando la tira de mi
blusa. Desvíe la mirada mientras el reacomodaba
la prenda en mí. Hizo el trabajo minuciosamente
sin que sus dedos rozaran siquiera mi piel.
Entonces dejó caer su mano y sonrió. -Ya está.
Perfecta.
Me observé al espejo de nuevo. Nada mal. Al
menos había logrado que no se me vea el
sostén.
-No sé cómo lo haces- le dije negando con la
cabeza.
Tomé el morral que se hallaba sobre mi cama y
me lo puse al hombro.
-La perfección me sigue desde que nací- se
autohalagó y solté una risita sarcástica. -No lo
niegues, soy perfecto.
Me encogí de hombros para no dar una
respuesta que dañara su ego.
Era nuestro primer día de clases en último año.
Aquello se supone que debería ser emocionante
e innovador, pero más que emocionarme, me
tenía aterrada.
Estaba a tan sólo unos cuantos meses de
graduarme e ir a la universidad,... si es que iba.
No tenía idea de a qué carrera quería
dedicarme. Nunca había tenido aficiones y eso
me atormentaba.
Me gustaban los deportes, la música y el arte, no
obstante, no quería pasar el resto de mi vida en
ello.
Había hecho una incontable cantidad de test
vocacionales que Harry me había mencionado,
pero todos terminaban en lo mismo.
Profesiones que detestaba y jamás en mi maldita
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Easy to love HarryZayn&Tu
FanfictionPrólogo. Harry POV. Quizás fue la vulnerabilidad reflejada en sus ojos cuando la trajeron a casa con ese encantador vestido azul marino. O tal vez el modo en el que me miraba, intentando parecer fuerte y ocultando un alma frágil y atormentada. Cinco...