Jenna aguardaba -como había dicho Harry-
sentada en la sala.
Sus largas piernas estaban flexionadas
delicadamente, pero haciendo parecer muy
pequeño al sofá.
Llevaba un vestido holgado en color crema, y un
poco de maquillaje. Incluso con su altura,
estaba usando tacones por lo que cuando
_________ entró, y Jenna se puso de pie, se sintió
una miserable rata a su lado.
-Feliz cumpleaños, nena- saludó su amiga y la
abrazó inclinándose un poco. Ella la recibió con
una sonrisa de disculpa. -No hace falta que me
expliques porque te has demorado tanto- repuso
secamente pero una sonrisa se dibujaba en su
boca color coral.
-Gracias Jenna- dijo ella y le devolvió la sonrisa,
pasando por alto el comentario deliberadamente
. -Luces increíble, ¿tienes planes?
Jenna asintió y su voz ronca resonó en la sala.
-Y estás en ellos, ve a bañarte, le he dicho a tu
madre que deje mi regalo sobre tu cama- le
explicó rápidamente, y enrumbó hacia la salida,
____________ la detuvo.
-¿Pero a dónde iremos? ¿Y a dónde vas tú
ahora?
-A lo primero, es sorpresa. A lo segundo... es
sorpresa también- soltó una risita y taconeó con
su esplendorosa altura hacia la puerta.
____________ se quedó de pie unos segundos y
luego corrió por el vestíbulo, hacia el estudio de
su madre. Cuando no estaba en el trabajo, ella
solía pasar la mayoría del tiempo allí.
Se adentró a la habitación de paredes color azul
oscuro.
Había un pequeño sofá de cuero negro en un
extremo cerca de una planta de interior, y luego
en el centro un escritorio rústico con una silla
de ejecutiva en cuero también. Las paredes
laterales, cubiertas de estanterías con gruesos
libros en ellas. La pared frontal con retratos en
honor a su profesión, y alguna que otra foto
juntas. Una pequeña ventana daba al jardín
trasero.
Helen daba vueltas en su silla giratoria
distraídamente mientras sostenía en sus manos
un pequeño libro morado sin inscripciones en
él.
Se detuvo cuando la escuchó entrar.
__________ sonrió.
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Easy to love HarryZayn&Tu
FanficPrólogo. Harry POV. Quizás fue la vulnerabilidad reflejada en sus ojos cuando la trajeron a casa con ese encantador vestido azul marino. O tal vez el modo en el que me miraba, intentando parecer fuerte y ocultando un alma frágil y atormentada. Cinco...