Capítulo 19

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Harry no pudo evitar sentirse decepcionado

cuando salió del cuarto del conserje y vió el

corredor vacío. __________ no aguardaba en su

casillero como siempre.

De todos modos, el sabía que ella no lo haría,

pero algo lo invadió.

¿La tristeza, desilusión?

Amy Blew iba detrás de él.

-Tienes un excelente trasero, Harry- halagó ella

con su voz cargada de diversión perversa.

Acababa de darle un buen orgasmo y la chica

estaba de un humor excelente.

-Lo sé- respondió él distraídamente. Con una

última mirada al casillero de _________, se dirigió

a la salida.

-¿Te importaría llevarme de vuelta a casa?

El puso los ojos en blanco. -Mi padre me ha

traído al instituto en ésta ocasión.

Reprimió un bufido y le dio una mirada de

aceptación.

No solía comportarse como un patán luego de

sexo como aquel pero se encontraba

repentinamente de mal humor.

***

El Ford Capri de Harry se detuvo sobre la acera.

Amy se quitó el cinturón y esperó a que él dijera

algo.

Al parecer se cansó de esperar, entonces, habló.

-¿Te gustaría salir el viernes?

-Estaré ocupado.

-¿Con qué?

El tardó demasiado en responder y ella sonrió

suficiente. -No eres tan ingenioso para inventar

una buena excusa rápida- lo reprochó ella. -Pasa

a buscarme a las nueve, será divertido.

¿Vendras?

Harry seguía sin mirarla entonces ella con

rapidez y algo más que picardía deslizó su mano

hacia su bragueta y dió un ligero apretón.

Él puso toda su atención en ella y arqueó una

ceja.

-¿Vendras?- repitió Amy con una sonrisita y

mordiéndose el labio inferior.

Él asintió, maldiciendo por el problema

comenzando a formarse en sus pantalones.

Amy observó el creciente bulto en su mano y se

relamió los labios.

Era una seductora nata.

-Me encargaré de eso la próxima vez- murmuró

haciendo referencia a la erección de Harry, y

con un húmedo y ardiente beso en el cuello de

él se bajó del coche, contoneando sus caderas

por el sendero hacia el porche.

Su cabello negro y sedoso caía espalda abajo,

llegando hasta la cintura.

Su piel, perfectamente bronceada hacía

contraste con su blusa blanca y ajustada.

Los jeans azules apretaban aquel perfecto

trasero, e incluso, en el espacio que había entre

el final de la blusa y los jeans, él podía ver un

fino hilo rojo. Ropa interior si así se le podía

llamar.

Aquello lo calentó de sobremanera. Ella era

excitante, sin embargo, además de la reacción

física obvia, ni siquiera llegaba a sentir aprecio

por la morena.

Era sólo una chica con la que se revolcaba.

Y entonces pensó en ___________. En cuanto la

adoraba.

Sólo con oír una de sus respuestas típicamente

ácidas, acciones inteligentes, indiferencia

hiriente. Su risa que solía mejorar el estado de

ánimo de Harry, incluso aunque él fuera parte

del chiste. Sus ojos, y la manera en que podía

leer sus emociones como si se tratara de un

libro abierto.

La amaba demasiado. Demasiado.

Incluso más de lo que debería -y ahora

comenzaba a darse cuenta- y de una forma

prohíbida.

Easy to love HarryZayn&TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora