Harry POV.
-¿Sigues juntándote con esa tonta de Marshall?-
preguntó James encendiendo un cigarrillo.
Lo observé arqueando una ceja.
-Primero, ella no es una tonta, es mi mejor
amiga, así que más te vale que cuides tu
vocabulario- dije secamente y sin rastro de
emoción en mi expresión. -Segundo, ¿estás
buscando otra suspensión?- añadí señalando el
cigarrillo mientras él le daba una calada.
-No me molestaría faltar unos días a éste
estúpido lugar- dijo él con una expresión de «es
lo que hay». -No veo la hora de graduarme y
largarme de ésta asquerosa ciudad.
Me encogí de hombros mientras cruzábamos el
patio de vuelta a la cafetería. James dejó caer el
cigarrillo y con un bufido, lo pisé, apagándolo.
Todos tenían la idea de que al graduarse, se
escaparían de aquí e irían a alguna parte más
emocionante de los Estados Unidos.
Loveland no era precisamente la ciudad del
amor como lo sugería el nombre.
Se trataba de una pequeña ciudad situada en
Colorado. Era sencilla y no sobresalía del resto,
pero me gustaba.
Con ____________ habíamos estado de vacaciones
en Nueva York aquel verano, y había sido genial.
Realmente emocionante.
Pero supongo que siempre amaré la tranquilidad
de Loveland. Allí había crecido. Y no planeaba
específicamente largarme de allí al cumplir los
dieciocho.
Nos sentamos en nuestra mesa habitual. Se
puede decir que mi grupo era el más
escandaloso en el instituto.
Cualquier rumor que corriera en los pasillos
acerca de las descontroladas fiestas que hacíain
era probablemente cierto, y más.
Las novias de algunos de los chicos se acercaron
a protagonizar aquellas melosas escenas que
solían hacer durante cada almuerzo.
Palmeé mi bolsillo, revisando si tenía mi
billetera a mano, y me puse de pie dirigiéndome
al bufet.
Estaba tomando una hamburguesa cuando sentí
una mano en mi hombro.
-¿Qué con eso de que me acompañarías en mi
dieta?- se quejó ella cruzándose de brazos y
frunciendo el ceño. Era adorable.
-Oh cierto, ¿qué tal mañana?- le dije y solté una
risita cuando me fulminó con la mirada.
-Lo prometiste Harry. Qué mal amigo eres- me
reprochó dándome la espalda para tomar un
jugo y colocarlo en su bandeja.
-Y tú eres una tonta, pero de todos modos te
amo- le dije riéndome ante su berrinche. -Oh
vamos, estás delgada, ¿para qué una dieta?
-No me interesa si estoy delgada o no, quiero
estar saludable.
Alterné mi mirada entre ella y la hamburguesa.
Finalmente __________ soltó una carcajada.
-Bien, empezaremos la dieta mañana.
Asentí con una sonrisa y besé el tope de su
cabeza.
-Por eso te adoro.
-Lo sé.
Cuando pagamos el almuerzo, ella se dirigió a su
mesa de siempre y yo la seguí.
-¿No regresarás con tus amigos?- preguntó
sorprendida mientras tomaba de su limonada.
-__________ Marshall, ¿qué clase de amigo crees
que soy? No voy a dejarte sola, pequeña
fracasada.
Ella arqueó una ceja y supe que tenía una réplica
mordaz en la punta de la lengua. Calló,
observándome con una sonrisita en las curvas
de su boca.
Siempre hacía aquello. Simplemente se quedaba
en silencio dejándome especular acerca de su
respuesta. Intrigado.
-Creo que extrañaré a Liam, es una lástima que
lo hayan transferido a otro instituto- dijo
finalmente y entonces frunció el ceño,
preocupada. -Harry- dijo en voz baja. -Mira
disimuladamente y dime si no se me ve la mitad
del sostén o algo así.
Ella se sonrojó y yo solté una carcajada.
-¿Me estás pidiendo que te mire los senos?
Me dió un golpe por debajo de la mesa y mi risa
se apagó.
-¡Auch!- me quejé en voz baja, fingiendo dolor.
_________ me hizo una mueca de desesperación y
yo observé descaradamente sus pechos.
Sí, quizás debería haber contestado un poco más
rápido en vez de admirar la vista.
-¿Y bien?- preguntó nerviosa.
-¿Eh?
-¿Eres idiota o algo?
-Algo.
Ella negó con la cabeza y yo reí.
-Dime.
-Está bien. No se ve el sostén, el escote no se ha
desacomodado.
Ella suspiró y se dedicó a comer su almuerzo.
Charlábamos acerca de su clase de cálculo
cuando su expresión se congeló detrás de mí.
-Oh no- se quejó en voz baja y supe que estaba
reprimiendo una maldición.
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Easy to love HarryZayn&Tu
FanfictionPrólogo. Harry POV. Quizás fue la vulnerabilidad reflejada en sus ojos cuando la trajeron a casa con ese encantador vestido azul marino. O tal vez el modo en el que me miraba, intentando parecer fuerte y ocultando un alma frágil y atormentada. Cinco...