Se estaba enfadando cada vez más, supungo que mi rubio no le caera bien, o que no se la vaya chupado a el y a mi rubio si, quien sabe. Ángel es un libro cerrado, no me deja descubrir su interior. Podía ser un poco como Lucía, ella me cuenta sus cosas, menos el pasado de Ángel, eso es intocable para ella.
-¿Que tiene el que no tenga yo?
-De pequeña me enseñaron a no meterme cosas pequeñas en la boca.-Aunque claramente, su cosa no era pequeña, pero no lo iba a admitir.
-¿Me estas diciendo que la tengo pequeña?-Asentí con la cabeza. Pues claro que no la tenía pequeña.
-Pues ninguna chica se quejo, bueno solo algunas que decía que le cabía, pero yo hacía maravillas para que les entrara. Y no es pequeña precisamente.-Me puse el vestido encima del bikini. Se enfadaba cada vez más. ¿Cuándo explotaría?
-Siento desilucionarte, pero en comparación con la de él, la tuya es la de un recién nacido. -Se acercó ami, enfadado, puso sus manos contra la pared, junto amí, dejándome sin sálida.
-Retiralo...
-Jámas.
-Maite...retiralo.
-Entiende que no eres el centro del universo, me encanta mi rubio, es mas me estoy enamorado de él y no me importaría perder mi virginidad con él, te lo aseguro.
-Me estas tocando demasiado la polla ¿Lo sabes?
-Cuando te la tocan otras no te quejas.
-Las otras me la tocan literalemente, o incluso me la chupan. Hay algunas que tienen unas bocas...que madre mía.
-Yo te la toco del peor modo posible, jodiendote. -Respiraba rápidamente enfadado.
-Como me harte pagaras las consecuencias acuerdate.
-Perfecto.-Se separó de donde yo estaba, cerre la puerta del armario y me mire al espejo. Me arreglé el pelo y me pinte los labios.
-¿Te arreglas para mí? -Me miro fijamente.
-No, nunca me arreglaría para tí. Es para mi novio, para que ke vea guapa.
-Sabes de sobra que no vas a ir, y no deberías pintarte los labios, le vas a dejar la polla como un arcoiris.
-Tranquilo, la única polla que es de ese color es la tuya cuando tr follas a tantas. Él solo tiene mi pintalabios, y le encanta, sabe a melocotón.
-¿El qué?
-Mis labios, con este pintalabios, sabe a melocotón.
-¿Con eso le das placer verdad?
-Con mis labios, pero sobre todo con mi lengua.-Se dirigió a mí.
-Besáme amí.
-No me apetece.-Me muero por besarle, pero nunca, nunca, de los nuncas le diré que le quiero besar.
-Quiero probar el pintalabios, quiero probar haber si es verdad que sabe a melocotón.
-Pintate los labios y lo chupas verdad.
-Conmigo nunca te pintastes...
-Tal vez por que nunca salímos.-Me agarro de la cintura.
-Enserio, besáme.-Le giré la cara. Me aleje de él. Me cogió bruscamente de la muñeca y me puso en la pared con fuerza.
-Besáme ya joder.
-No, no puedo.
-Me cago en la ostia Maite. ¿Me quieres besar de una puta vez?
-Tengo novio, no me beso con cualquiera.-Colocó mis manos en la pared, me agarró las manos con una sola malo. Me enseño la otra mano.
-Si no me besas, utilizare esta mano y te quitare el vestido.- ¡Dioooooooos! Es insufrible.
-Un pico.
-Esta bien. -Le di un pico rápido. Pero no le bastó. Me empujo más contra la pared.
-Me has enfadado.
-¿Y?
-Lo pagare contigo.-Puso su cuerpo contra el mío. Mi corazón estaba acelerado, rezaba por que no escuchara mi corazón. Me agarro la cara con su mano libre, apretandola contra la pared para que no me moviera. Me beso salvajemente, su lengua se abría paso ferozmente entre mis labios, hasta llegar a mi lengua, donde se peleaban bruscamente. Me cogió por las caderas y me tiro a la cama salvajemente. Me subió el vestido rápidamente, hasta encontrarse con mi bikini.
-No te lo follaras...
-Yo quiero hacerlo con él...
-Vale...dime que no sientes nada por mí y dejare que te lo folles.
-Por ti solo siento atracción física.-Me beso de nuevo mientras me quitaba el vestido. Me beso lentamente en cuello y bajo a mis pechos, me quito el sujetador, desabrochandolo a la primera. No era su primera vez. Le quite la camiseta rápidamente y la puse encima de mis pechos.
-Dejame..dejame... -Sus palabras eran suaves y delicadas, aún seguía enfadado, pero se dejaba llevar por su pasión.
-¿Dejarte que?
-Dejáme probarte, dejame sentirte mía, porfavor.
-Ángel...tengo novio.
-Eso no me importa, quiero que seas mia, solamente mía.-Me beso los pechos lentamente, mientras tiraba de mis pezones hacía el. Gemí. Me puse encima de él y le quite los vaqueros y los boxers, dejando caer las llaves. Me agarro fuertemente de los brazos, sentandome encima de él. Me acaricio la cara lemtamente y bajo por mi cuello, sigio por mis pechos y terminando en mi barriga.
-Dime que me deseas como yo a ti.
-Te deseo.-Mi voz apenas era un susurro, cuando estaba asín nadie me podía parar. Me tiro a la cama de nuevo subiendose encima de mi.
-¿Estas segura?
-Sí, quiero ser tuya, solamente tuya.
-¿De nadie mas? -Negue con la cabeza.
-Te dolera...
-No importa...-Le empuje contra mí. Me quite la parte de abajo del bikini yo sola, pasandolo por delante suya. Colocó sus manos sobre las mías, agarrandolas fuertemente.
-Cuando quieras que pare dilo.-Asentí con la cabeza. Acerco su cosa a la mía. Sentí una gran presión, cerre los ojos fuertemente.
-Besáme.-Esta vez lo pedia yo. Acerco su rostro al mio lentamente, mientras de abría paso entre mis piernas. Lamió ni labio inferior lentamente, introdujó su lengua contra mi lengua,besandome lentamente.
-¿Estas segura?
-¡Que si joder!
-Pero...
-Ni peros ni peras. O me lo haces aquí y ahora o voy a la playa y me tiro a mi rubio.-Golpe bajo, puso mala cara. Enterro su boca en mi cuello lentamente. Besandolo y chupandolo sin parar, hasta hacerme un chupetón.
-Sin chupetones...-Me estremecí de placer.
-Yo cuando follo hago chupetones.
-Ah vale...-Sentí de nuevo la presión, le bese fuertemente, le sentí dentro de mí. Se me derramó una lagrima
-¿Te estoy haciendo daño?
-No, no sigue.
-¿Puedo moverme?-Asentí con la cabeza. Empezo a moverse lentamente, me soltó una mano, sin dejar da agarrarme suavementente con la otra. Su mano libre me acariciaba lentamente el muslo. Empezó a moverse un poco más rápido, era una sensación raro, pero supongo que me acostumbraría. Gemí.
-¿Te gusta?
-S-sí.-Volví a gemir. Siguió más rápido. Hecho su cabeza hacia atrás.
-Ostia puta.-Se mordió el labio.
-¿Llevas condón?
-Mierda.-La sacó rápidamente y se colocó el condón. La volvió a meter, hice una mueca de dolor.
-Eres tan sexy...-Se mordió el labio.
-No mientas...-Le acaricié lentamente el pecho, se estremeció. Sentí una presión ahi abajo, hecho la cabeza para atrás. Me beso el cuello lentamente, jugueteando con su lengua contra mi cuello. Se tumbó encima mía jadeando, igual que yo.
-Eres mía, pequeña.
-No soy de nadie.
-Ya si, ahora me perteneces.
-Pertenezco a muchos.
-Solo a mí. ¿O acaso te has acostado con alguién mas? -Me quedé pensando un buen rato.
-No, solo contigo. Y por que estabas enfadado, sino tampoco.
-Tu también lo deseabas.
-Oh, eso no lo niego. Anda vamos a vestirnos, tengo una cita.
-No irás, eres mía y no te dejare ír.
-Que me haya acostado contigo no significa que sea tuya.-Me beso con pasión.
-M-Í-A.
-Levantate, voy a vestirme.-Se levantó y mire el reloj. ¿Qué? ¡Eran las 8! Ya si que no podía ir a la cita de la playa. Me puse unas bragas limpias, no encontre la parte de abajo del bikini. Sabía que estaban manchadas de sangre, pero no las ví. Me puse de rodillas frente a Ángel y cogí las llaves.
-Es un placer hacer negocios contigo.
-¡Eh! ¡Las llaves!-Me cogió de la muñeca y me empujó contra su pecho, me quito las llaves.
-Duerme conmigo...porfavor.
-¿De que son las pesadillas?
-De algo de cuando era pequeño y otras veces del daño que les hice a muchas chicas.
-Cuéntamelo.
-Duerme.
-¡Son las 8!
-En verdad las 10, adelanté el reloj para que llegaras tarde.
-Cuando temgas una cita, te haré lo mismo.
-No tengo citas, solo follo.
-Pues...te arruinaré todos tus polvos.
-Sigue soñando encanto.-Me tumbe en la cama, puse mi cabeza en su pecho y me dormí.
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Mi Perfecto Desastre
JugendliteraturMaite va a empezar de nuevo las clases, esta en una residencia de estudiantes compartiendo habitacion con una chica todo lo contrario a ella, con pircings, tatuajes, vestida de negro, pero todo se ve revolucionado cuando conoce a Ángel, un amigo de...