Capitulo 5

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Ayer le tuve que contar a Cristina todo lo que paso, bueno no es que haya pasado mucho.
-¿Que paso? ¿Por que estabais sin camisa?
-No haciamos nada...
-¿Que no? Estabais sin camisa...si no hubiera llegado averigua.
-No hubieramos hecho nada.
-No, claro, estabais estudiando la anatomía del cuerpo humano ¿No?- Me empeze a reír, ella tambien.
-No, claro que no. -Me volví a reír.
-Tampoco te lo niego, es un chico muy muy caliente.
-¿Tu y el...?
-Lo hicimos varias veces, pero eso en el es habitual, el se a tirado a demasiadas chicas.
Recorde aquellas palabras mientras me iba a a clases.
-Chicos, hoy vamos hacer un trabajo en grupos, para que no haiga peleas sera con vuestro compañero de pupitre.- ¡Claro! ¡Como no! Mi compañero es Ángel!
-Maite...¿El trabajo en tu habitación o en la mía?
-En la tuya, cris va a tener ocupada su habitaciòn durante un buen rato. Salimos de clase, no le hable durante todo el camino. Estabamos cerca de su casa cuando vi a un hombre borracho, saliendo de un bar, era alto, sabía que era él.
-¡Mierda!
-¿Que pasa, Maite?- No le conteste, iba hacer algo que me iba a arrepentir, algo que me hecharía en cara y algo que cris me había dicho que odiaba. Le di la mano y entrelacé nuestros dedos.
-¿Que coño haces? -Se intento soltar.
-Disimula- Le susurre. Cristina me había dicho que Ángel no le gustaba el contacto físico, me dijo que el solo se las tiraba y ya esta, no les gustaba besarlas, jenny era la que mas le besaba pero el la interrumpia. El hombre se empezó acercar, conocía perfectamente esa mirada. Miré a Ángel y el me miraba confuso.
-Lo siento. -Le susurré. Antes de que contestara junte nuestros labios, en un ardiente beso, sabía que a el no le gustaba tener contacto. Pero no quería tener una cicatriz más.Enredé mis dedos en su pelo, el tenía sus manos en mi cadera, subiendo y bajando. Noté ese cosquilleo en la barriga, me pego más a el. Tragandose un gemido de mi parte, me aparté de el y fije la mirada en aquel hombre, su mirada era furiosa. No iba a pasar nada bueno, se acerco a mi. Le miré con cara de pánico, cogiendo a Ángel de la mano y seguir nuestro camino. Llegamos a su casa, mire por la ventana seguía alli. Me concentré en su casa, era grande y muy bonita, no había nadie, subimos a su habitación, me sente en el suelo, bueno mas que sentada estaba de rodillas. Se acercó a mí.
-¿Te pasa algo? -Me pregunto seentandose a mi lado.
-Eh...nono..nada. -Me miro mal.
-¿Por que hicistes eso? -Mire abajo avergonzada.
-Olvida lo que hize ¿Vale?- asintio con la cabeza y me ayudo a levantarme. Me levanté y mire hacia todos los lados menos hacia él.
-No quiero que te arrodilles ¿Vale? -Me solto de golpe mientras me sentaba en su cama.
-¿Por qué? -Le pregunte, mi curiosidad me mataba.
-No me gusta verte de rodillas, bueno solo lo aceptaría si me hicieras una mamada. -Le puse cara de asco, no me iba acostar con el, y mucho menos hacer esa asquerosidad. Me levanté de la cama y me asomé a la ventana, no se había movido de hay. Me miraba fijamente con una navaja en sus manos, dandole vueltas a ella, no me daba buena espina, resople.
-¿Quien es? -Se acerco a mi.
-Mi padre.

Mi Perfecto DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora