Capitulo 7

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Después de darle el beso en la mejilla a Ángel, salí de su casa, ví como mi padre me miraba, esto no iba a acabar nada bien. Cogí aire y pase por delante de élcon el móvil, como si no estuviera. ¿Pero que diablos hacia aquí? El debería estar en Barcelona y no en un pueblo de sevilla.Me cogió del brazo, sentí sus sucias manos encima de mi.
-¿No me vas a saludar?-Tenía una copa de whiski en la mano, apestaba a alcohol, se limpio la boca, acto repugnante, no se ni como no vomite.
-¿Acaso te lo mereces? -Apreto más fuerte el brazo, esto iba a dejarme señal, bueno solo una señal más. Bebió otro trago más, levantó su copa de cristal y me la tiro, puse el otro brazo para no cortarme la cara, me hizo un buen corte en el brazo, pero no me dolía, estaba acostumbrada a golpes y más golpes. Me arrastro hacía un muro de cemento.
-¿Que pasa? ¿No te cansas de pegarme?
-Oh, no, todavía no e empezado. Sentí un que mis ojos ardían, pero no iba a dejar que me viera llorar. No lloraba por el dolor, lloraba por que sabía que este iba a ser mi final. Recordé muchas de sus amenazas, que me mataría cuando no hubiera testidos. Esta era su mejor oportunidad. Saco la navaja, pasandola por la tira de mi camiseta, hasta que se rompió. Pasó la navaja por mi cuello, le miraba con odio. Puso la navaja en mi muslo izquierdo. Sintiendo un dolor punzante, no me hacía falta mirar hacía abajo para saber que me la había clavado. No quise mirar hacía abajo, sentí el goteo de la sangre. Si miraba hacia abajo sería mi fín, me desmayaría. Me cogió del cuello alzandome hacía arriba, apretaba demasiado, no podía respirar. Me acordé de una escena cuando yo era pequeña.
-Eres un maldito cabrón.- Cerré los ojos fuertemente, no quería verle la cara. Me soltó de golpe, cayendome al suelo. Abrí los ojos, vi a Ángel encima de mi padre, dandole un puñetazo detras de otro. Hasta quedarse desmayado, no sería su primera pelea, no me extraría, saliendo con tantas chicas algún novio furioso se enfadaría.
-¿Estas bien? -Me miro con ojos preocupados o eso pensé.
-S-sí ¿Me llevas a la residencia?
-Ni lo sueñes, te quedas en mi casa.
-Tus padres vendran en cualquier momento.
-Mis padres llevan meses sin venir, no van a venir ahora.- ¿Lleva meses sin ver a sus padres? ¿Siempre esta solo en casa? Bueno solo, lo que se dice solo no, por que siempre esta con una chica distinta.
-Pero no tengo ropa limpia para mañana ni las cosas...
-No te preocupes por eso.- Me ayudo a levantarme y me quejé, me dolía la pierna.
-Anda ven.- Me cogió en brazos como si fuera un bebe, o era muy fuerte o peso muy poco. Tenía unos buenos brazos, pero no sabía qur iba al gimnasio. Me llevo hasta su habitación.
-¿Dónde esta el cuarto de baño?
-La puerta de al lado.- Me levanté como pude y me dirigí a la puerta.
-¿Dónde vas?
-A darme una ducha, tengo mal aspecto.- Cogí una toalla y me dirigí al cuarto de baño. Me mire al espejo, tenía cristales en el brazo, una herida demasiado grande, por no mencionar la herida del muslo. Cogí unas pinzas, seguramente sería de la madre de cuando se arreglaba las cejas. Pense que la herida nobera sangre, sino ketchup sino me desmayaría. Me metí en la ducha y me duche, intente no darme en las heridas pero me entro jabón y escocía demasiado. Salí de la ducha y me vestí, me puse enfrente del espejo y empezé a sacar los cristalitos. Me empeze a marear y tuve que parar. Picarón a la puerta.
-¿Estas visible?
-Sí, pasa.- Entro en el cuarto de baño y se sento a mi lado.
-¿Estas bien?- Vi que miraba todos los cristalitos del suelo. Me cogió y me sento al lado del grifo. Cogió las pinzas y empezo a quitar cristalitos, no hablaba solo se escuchaba tic, tic, tic. Cerré los ojos.
-Ya esta. -¿Mejor?-
-Sí...solo necesito azúcar.
-¿Azúcar?
-No puedo ver la sangre, me mareo y se me baja el azúcar. Cogí la toalla y la envolví en mi muslo apretando para que dejara de sangrar.
-Esperate, no te muevas. -Pues claro que no me iba a mover, me pillaría enseguida, teniendo en cuenta que iría a pata coja. Al rato vino con una coacola.
-¿Esto sirve?
-Viene de maravilla.- Cogí las pinzas e hice palanca para abrirla, no tenía uñas y no podía abrirlo. Se empezo a reír. Le mire mal, muy mal y bebí un trago.
-Anda ven, vamos a la cama.
-No dormiré contigo, dormiré en la otra haitación.
-¿Por qué?
-Se que no duermes con las chicas, que es un aqui te pillo y aqui te mato y si te veo ni te conosco, menos jenny, con ella es distinto.
-Jenny la chupa bien, me la chupa 3 veces a la semana y los demás días me la follo, es la chica con mas experiencia. Ademas ella no intenta dormir conmigo, solo intenta besarme pero yo la aparto.
-Demasiados detalles.- Puse cara de asco, no hacía falta que me dijiera cuando hacen cosas y cuando no. Me bajé dando un salto, me maldije a mi misma me hice daño.
-No hagas muchos esfuerzos y vas a dormir conmigo, y ya se que no duermo con chicas y bla bla bla pero quiero dormir contigo, asin que dormiremos juntos.- Alcé los brazos para que me llevara en brazos, me hacía feliz y no se por que. Me tumbo delicadamente en la cama. Se quito la ropa quedandose en unos boxers, le miré y aparte la mirada.
-Esto...¿Te podrías cubrir un poco?
-No, y ¿no pensaras dormir asín verdad?
-No traje pijama.
-Duermes sin pijama, me lo chivo cristina.
-Maldita traidora-Susurré- no pienso dormir en ropa interior y menos teniendote a ti al lado. -Cogió la camiseta del suelo.
-Ponte esto anda, con eso dormiras incomoda.
-Cierra los ojos.
-No jodas.
-Girate y cierra los ojos.-Se tapo los ojos pero no se giro, apagué la luz para que no me viera. Me desnude rápidamente y en ese momento encendió la luz.
-¡Ángel! ¿Por que has encendido la luz?
-Para verte. -Me tapé corriendo con su camiseta, poniendomela. Me llegaba por los muslos, dejando a descubierto mi nueva herida. Le maldije por usar una camiseta tan corta. Me miro y se mordio el labio. Me tumbe en la cama lo mas alejada de él posible, dandole la espalda.
-Vente más cerca, no muerdo, bueno solo a veces.
-Estoy bien aquí. -Me cogió de las caderas y me arrastro hacia el. Quería mi osito, no podía dormir sin peluches.
-Quiero mi osito...
-¿No eres grande para ositos? Bueno Cris me lo chivo pero no le hice caso.
-No puedo dormir sin mi osito.
-Anda ven, yo sere tu osito.-Negué con la cabeza.
-No puedes, no quieres contacto físico con las chicas, solo aquello que te complazca a tí.- Me puso encima de él, sentandome en su regazo.
-Contigo estoy teniendo contacto físico.- Me acaricio el muslo, sentí un cosquilleo en la zona que me tocó. Tragué saliva. Me agarro de la camiseta, atrayendome hacía el. Juntó nuestros labios, era un beso apasionado, se tragó un gemido, puso sus manos en mi cadera. Se empezo abrir paso con su lengua. Acariciando mi lengua con su pircing. Me soltó, colocandome a su lado, a esto se refería cuando decía que no queria contacto físico. Pero para mi sorpresa se subio encima mía con cuidado. Me volvió a besar, un beso como el anterior apasionado. Puso sus manos en mi cadera, ascendiendo y descendiendo por ella. Me mordió el lóbulo de la oreja. Gemí. Me quito la camiseta delicadamente. Observando cada detalle de mi cuerpo, pensé que contaba mis lunares. Me tapé con las manos todo lo que pude. Me agarro de las manos y las alzo arriba con una mano,dejandolas donde la almohada.
-No te tapes, no me niegues verte asín-Se moridió el labio.- Tiened un cuerpo precioso que me pide a gritos que le acaricie.- No tenia cuerpo bonito, no me gustaba, y me daba verguenza que me mirara asín.
-No es bonito.
-Oh si lo es, es precioso y muy apetecible. -Le mire fijamente a los ojos y aparté la mirada, me perdía en sus ojos.
-No me digas...¿Te pone que te coga de las muñecas verdad?- Mierda. ¿Cómo lo sabía?
-¿Eh? Bueno, puede.-Me puse roja como un tomate.
-¿Te pone esto tambien verdad? -Me beso el cuello, acariciando su lengua mi cuello, su pircing iba de arriba abajo por mi cuello. Asentí con la cabeza. Bajo su mano hasta mis bragitas, me acaricio las bragitas lentamente.
-Me encanta que estes tan mojada. -Otro apunte, me ponía sus palabras guarras. Metió su mano debajo de mi bragita, llegando a esa parte delicadada. Lo toco con los dedos pulgar e indice, me lo pellisco levemente.
-No hagas eso.-Gemí.
-Mmm...ya vere. -Volvió a pelliscarme, luego introdujo un dedo en mi. Gemí.
-¿Te duele?
-Besáme y calla.- Me hizo caso y me beso lentamente, asin es como yo le besaba lentamente. Empezó a meter y sacar el dedo rápidamente.
-Ángel.- Gemí en sus labios. Sentí ese cosquilleo, despues se me arquearon las piernas. Estaba llegando al climax. Volví a gemir. Le miré jadeando.
-Buenas noches. -Su rostro estaba iluminado, feliz. Se bajo y se colocó al lado mía. Me acerqué a el, poniendo mi mano en su pecho y asín me dormí.

Mi Perfecto DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora