Capitulo 9

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Me desperte soñolienta, me metí rápidamente en la ducha, odiaba las duchas comunitarias, siempre se me quedaban mirando, seguramente no dirían nada bueno de mí. Me vestí con un vestido azul cielo, me recordaba a los ojos de Ángel. Me dirigí a clases, las clases eran todas aburridas, hasta última no me tocaba mates, no era divertida ni nada pero tenía una mini diversión a mi lado. Toco el pitido del almuerzo y me dirigí al comedor. Se me acercó Álvaro, era el chico mas simpaticos de todos los amigos de Cris.
-¿Almorzando sola?
-Eso parece.
-Pues ya tienes tu mejor compañia.-Me reí, hablaba poco con él, pero tenía ese noseque que te sacaba siempre una sonrisa. Empecé mi almuerzo.
-Bueno y ¿Tienes novio?-Me reí.
-Las feas no tenemos novio.
-No eres fea.
-¿Te pagan por los cumplidos? Por que espero que te paguen bien.
-No me pagan, y eres guapa. -Me terminé mi almuerzo.
-Cambiemos de tema...¿Tu tienes novia?
-No, todavía no me vino ninguna morenaza. -Me volví a reír.
-Se acerca el torbellino mundial, disimula.
-¿Qué? ¿Quién?
-Jenny y Ángel.
-¿Estan juntos?
-¿Qué? ¿Esos dos? Solo son follamigos, aunque jenny quiere algo más.-Me giré para verles, Ángel estaba de espaldas hacía mí, vi como le acariciaba el muslo, ¿Ella no podía ir un poco mas vestía? Iba con unos pantalones cortos negros y unas medias de rejillas con una camiseta negra escotada por encima del ombligo.
-Pues para no querer nada le acaricia mucho.
-Ya bueno, Ángel es asín, es muy sobon.
-Yaya, si se nota.
-¿Te acompaño a clases?
-Claro, me vendra bien, no puedo andar.-Me reí triste.
-¿Que te a pasado?
-Una mini herida, mira ven. -Se acercó a mí y me levanté el vestido por los muslos.
-Tiene mala pinta.
-Y dolorosa-Me reí y me volví a bajar el vestido.
-¿Vamos? -Me dio la mano y me ayudo a levantarme, deje el plato del almuerzo en la cocina y nos dirigimos a clase.
-Tendré que ir al medico, me duele mucho.
-Sera mejor, y gracias por ayudarme.
-Denada- Me sonrió y me dio un beso en la mejilla, luego se fue. Entre a clase Ángel ya estaba sentado en si sitio,me miraba enfadado,la que debería estar enfadada soy yo, cuando a toqueteao a esa, y yo como idiota creyendo que yo era con la única que dormía y que yo le hacia sentir distinto. Lo que es un mentiroso compulsivo. No le miré y me senté en mi sitio.
-¿Que hacías con ese? -Tenía sus ojos clavados en mí.
-No eres nadie para tener que darte explicaciones- No le miraba, estaba haciendo unos ejercicios que había mandado.
-Soy el único que ha hecho que tengas orgasmos y que te corras.
-¡Shh! Esto no es para hablarlo aquí.
-¿Y cuando lo vamos hablar?
-Mmm...dejame que piense...ah si nunca. -Le sonreí falsamente, Jenny nos estaba mirando burlona, esta disfrutando de este momento y más que lo disfrutaría.
-Pero Maite...
-Ni peros ni peras, no me hables.- Me metí el boli en la boca, siempre lo hacía cuando estaba pensando.Acabo la clase, Ángel había intentado hablar conmigo un par de veces, pero le ignoré. Saliendo de clase una chica se me acerco, iba a mi clase pero nunca había hablado con ella. Era más alta, vestía normal, con unos shorts negros y una blusa azul celeste.
-¿Que te a pasado? -Tenía los ojos azules y encima era rubia, con mechas rosas.
-Un pequeño accidente.
-Soy Lucía, estamos juntas en todas las clases.
-¿Ah si? No me había dado cuenta.
-Estas demasiado concentrada en Ángel.
-Ya...bueno, ya no tanto. -Me reí, pero mi risa sono triste.
-¿Te ayudo? Esa herida necesita puntos.
-Soy amante de los puntos ya, cuando pueda iré.- Me cogió delicadamente del brazo y me ayudo a llegar a mi habitación.
-Gracias por ayudarme, y sorry por las molestias.
-No importa, bueno mañana nos vemos en clase.-Me sonrió y se fué al entrar Cris hablaba con alguien.
-¿Que quieres? ¿Que? Nono, ni lo sueñes, no haber metido la pata. Pues te jodes como todos. No, no te pienso ayudar en eso, já, no te atreveras. No haber aperecido alli con jenny sabiendo como es esa zorra! No, no y no, no te pienso ayudar a que te perdone, tu sabras lo que haces.-Colgó y entré la miré entrañada.
-¿Quien era? Teniaís una charla muy calurosa.
-Ángel, pero dejalo es un maldito imbécil.
-¿Qué te dijo?
-Pues nada gilipolleces, que en el almuerzo el estaba con jenny, y te vio con Álvaro, y esta enfadado, ah y quiere que yo le ayude a que le perdones.
-Oh me vió, que raro, estaban muy a su bola.
-¿Qué?
-Ángel estaba toqueteando a Jenny.-Puse cara de asco.
-Ya bueno...
-Pero bueno que haga lo que el quiera, es su vida no la mía.
-¿Te gusta verdad?
-¿Qué? No, no y no, nunca me fijaría en él.
-No me vayas a decir que no se te caen las bragas solo de verlo.
-Eso no te lo niego, pero no me fijaría en nadie que le da miedo el compromiso y no quiere salir con nadie, y menos que use a las chicas solo para tirarselas.-Volví a poner cara de asco.
-Bueno, en eso tienes razón.
-Bueno, luego nos vemos, tengo que ir al medico. -Salí de la habitación cogeando, me encontre a Álvaro.
-¿Te llevo?-Oh, te declaro mi Ángel, nono mejor mi salvador.
-Me harias un gran favor sin me llevaras al medico.- Me llevo en su moto, llegamos en poco minutos. Estuve alli una hora, me pusieron seis puntos y una venda en el muslo, me dieron dos muletas, me mandarón también unas pastillas para el dolor. La venda me la tenía que cambiar cada ocho horas. Me subí a la moto de Álvaro y me llevo de nuevo a la residencia. Cristina no estaba, pero estaba Lucía.
-¿Que haces aquí?
-Vine a ver como estabas.- Parecía sincera, con esa sonrisa que siempre tenía, me recordaba a alguién.
-Bien, fuí al medico y me mando demasiadas cosas.
-Se nota, llevo un rato esperando.
-¿Llevas mucho?
-Bueno, me entretuve leyendo.-Se volvió a reír, me caía bien.
-¿Sería mucho pedir que me dieras tu numero de telefono? -Se volvió a reír, se lo dí, total eramos compañeras, y podíamos ser amigas.
-Rubia y de ojos azules...deseo de todo hombre.
-Oh, no, el que me gusta no le gusto.
-Te entiendo perfectamente.-Creo que me gustaba alguien, pero ese alguien ami no.
-Me caes bien, y tranquila te llamaré pronto.
-¿Por qué?
-Ya lo veras.
-Bueno vale.- Le sonreí.
-Bueno ya me tengo que ir, me estan esperando.
-Ah si claro, adios. -Le sonreí. A una chica muy simpatica, pero me recordaba a alguien, no se a quien. Era temprano, las nueve, pero esto de ir cogeando cansaba mucho. Me dormí al momento.

Mi Perfecto DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora