Dia 16. Explicaciones.

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Me desperté al día siguiente con algo de nervios por el mensaje de ayer de Matt.
Eran las 8:30 y aun no había llegado.
Pasaban los minutos y mis nervios iban en aumento.
Por fin, a las 10:00 apareció.

-Buenos días Matt.

-Hola, ¿hay alguien más aparte de ti?

-No, la hermana de Tokuari se fue a trabajar, y él también.

-Ya, están todos en el cuartel. Bueno, vamos al comedor, te contaré los avances.

Nos dirigimos a la mesa. Nos sentamos uno en frente del otro t fue entonces cuando él empezó a hablar.

- Bueno, esto ya te lo contó Tokuari, pero hemos conseguido el retrato robot de Silken gracias a tu hermana, y me gustaría saber si tú podrías identificarlo como alguien que tú conoces.

Sacó un papel arrugado de su bolsillo y lo dejó sobre la mesa.
Lo cogí y observe la imagen.
Era un varón, bastante joven, entre 19 y 21 años. Rubio y ojos negro azabache. Me resultaba tan familia...

-¿Te suena de algo?

-Si, pero no sabría decir quien puede ser...

-¿Te refresco la memoria o prefieres seguir pensando?

Callé durante un momento para pensar.

-Espera un momento... Este es Mirka.

-Así es.

-Pero Mirka murió, no puede ser Silken.

-Bueno, barajo 2 opciones. O bien fingió su muerte, o colaboró con Silken y cuando vio que sabía que Mirka y él tenían algo que ver, lo mató.

-Pero... Puede que Silken le obligase a hacerlo como hizo conmigo.

-De ser así ¿por qué no lo dijo? Y no me digas que su vida podría peligrar, porque por esa regla de 3, te pasaría a ti lo mismo.

-No, es imposible, Mirka no seria capaz de hacer algo así...

-Tal vez si... He estado investigando sobre él y he descubierto que el FBI mató a su padre, en concreto un grupo de 5 personas, y ayudado por la Interpol, por otras 5 personas.

-No me jodas...

-Era el líder de un grupo bastante peligroso dentro de la yakuza*.
Tuvimos que hacerlo.

-Me estuvo contando Jishiari, Silken tiene planeado hacer una guerra...

-Ya, soy consciente de ello. Mi hermano ya se recuperó del coma, pero aún no podemos interrogarlo, por lo que todavía no hemos verificado esa teoría.

-Ya veo. ¿Y qué tal van las clases de lucha?

-Bastante bien, Fumoari ya es algo más ágil y los demás luchan bastante bien. En cuanto te recuperes te daré clases mientras los demás trabajan. ¿ Cuándo te quitan los puntos?

-Pues dentro de poco, pero no se exactamente.

-Está bien. Bueno, me tengo que ir. Recuperate pronto, te necesitamos.

Matt se largó al curro y yo me quedé en casa.

Sobre las 22:45 oí disparos cerca. Fui a la cocina y cogí un cuchillo pequeño. No me asomé por si acaso pasaba algo.
Unos fuertes golpes se empezaron a oír a través de la puerta. Mi móvil empezó a sonar.

-Tojino, soy Minote, escondete, vamos para allá.

-¿ Qué coño esta pasando?

-Tú solo hazme caso.

Oí la puerta principal romperse.
Mierda, donde coño estará mi pistola.

Me escondí en el dormitorio donde me levanté hace unos días, cerré el pestillo y busqué mi arma.

-Joder, ¿dónde coño estará?

Empezaron a forzar la puerta. Me escondí en el armario.
Echaron la puerta abajo y entraron 2 hombres.

-Mira debajo de la cama, yo miraré en el armario.

Abrió 1 de las 2 puertas y me vio.
Me eché encima suya y le tiré al suelo. Le acuchillé unas 5 veces hasta que dejó de moverse. El otro se quedó paralizado. Sacó su arma rápidamente y me disparó. Me cubrí con el cuerpo del hombre que había matado. Cuando descargó el cargador me tiré encima suya y le degollé.
Vi como se atragantaba con su propia sangre mientras se sujetaba el cuello, tratando de parar la hemorragia. Levantaba su otra mano pidiéndome ayuda. Yo solo lo miraba. Miraba como se moría lenta y dolorosamente. Cuando dejó de moverse cogí su arma y los cargadores que le quedaban.
Bajé al piso de abajo.
Había otros 7 hombres.

-Tiene que estar arriba, he oído disparos.

Subieron 3 de ellos, los otros 4 se quedaron abajo.

Vale, tengo que pensar algo para matar a un par de ellos más. De los 4 que había pude reconocer a 1 de ellos, el cual no llevaba máscara. Alejandro Garcia, la mano ejecutora de Silken.
Mi rabia me cegó y disparé, matando a 3 de ellos y dejando gravemente herido a Alejandro.
Cayó al suelo y le apunté en la cabeza con mi arma.

-Te vienes conmigo hijo de puta.

Le levanté y lo use de escudo humano.
Los demás hombres bajaron alertados por los ruidos y vieron la situación.

-Ni un paso más o le vuelo la puta cabeza.

Todos me apuntaban pero ninguno se atrevía a disparar.

-Muy bien, hay dos formas de hacer esto, o dejáis las armas y os entregáis, o morís todos.

Nadie hablaba, sólo me apuntaban.
Mientras, notaba como mi herida se abrió un poco. Dolía un poco, pero era soportable.
Sin previo aviso, Alejandro me dio un codazo justo donde tenía la herida y me la terminó de abrir.
Grité de dolor y caí al suelo, tumbado y boca arriba. Alejando apoyó su pie en mi abdomen.
Seguí chillando por el increíble dolor que me producía.

-¿Te duele? Vamos, no seas tan enclenque.

Pisaba con tanta fuerza que pensaba que me iba a desmayar.

Entonces oí un disparo y vi como uno de los hombres caía.

-¡Manos arriba, donde pueda verlas!

Era la voz de Minote.

-¿No me oís? Las manos en alto.

Obedecieron y soltaron sus armas. Otros agentes entraron y esposaron al resto.

-Tokuari, ayudame a levantarle.

Me levantaron y me sacaron de la casa.

-Aguanta un poco más tío.

Decía Tokuari.
Me metieron en una ambulancia y perdí el conocimiento.
Antes de desmayarme por completo escuché que Minote me dijo:

-No te mueras.

No lo haré, tranquila.

SilkenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora