Dia 3. Intercambio y realidad

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Y así es como hemos llegado al día de hoy. Estoy esperando en el parque de mi barrio, tal como me pidió. Son las 11:08 de la mañana, quedan 7 minutos para que llegue. En lo que viene os resumiré brevemente lo que me dijo:

-Te escucho.
-Vale, es sencillo. A las 11:15 de la mañana voy a estar en el parque que hay a 2 manzanas de tu casa con una nota que quiero que des a la policía. Tu hermana va a estar conmigo un par de semanas más.

-¿Y mis padres?

-Tú padre se ha pedido unas vacaciones en el trabajo y se ha ido de vacaciones a Nagasaki junto a tu madre, por lo que estarán fuera de casa 2 semanas.

-Está bien, ¿y qué es lo que quieres de mi?

-Dentro del cajón de tu mesilla hay otra nota, y una cuchilla.
En la nota pone lo mismo que te puse encima de tu mesa. La cuchilla está limpia. Quiero que cojas ese sobre y el lunes lo dejes encima del pupitre de un estudiante en particular.

-¿De quien?

-Eso ya te lo diré mañana.

Y aquí sigo, esperando. Son las 11:17, llega tarde para variar.

Sin previo aviso noto que mi teléfono empieza a sonar.
Es un número oculto. Era la voz distorsionada nuevamente.

-Hola, soy el de ayer. Disculpa mi tardanza, tenia cosas que hacer.

-¿Dónde estás?

-Detrás, del árbol que tienes a tu derecha, y no te gires o te mato, llevo un arma encima.

-Esta bien, ¿y como me vas a dar el sobre?

- Lo voy a dejar debajo del árbol. Cuando me vaya lo recoges y vuelve inmediatamente a tu casa. Te advierto de que si lo abres y me entero la mato. ¿Recuerdas a quien debías dárselo?

-A la policía ¿no?

-Así es, pero no vale dejarlo en cualquier comisaria. No se si lo sabes, pero tu amigo el gordo tiene un tío que es policía. Trabaja en la comisaria que está en el riachuelo que pasa junto a la escuela de tu hermana. Quiero que lo dejes allí mañana a las 12:00 de la mañana. Por cierto, antes de que se me olvide, tienes que dejar el otro sobre en el pupitre de Minote Shikiki. Bueno, ya me voy, no te gires hasta dentro de 3 minutos, hasta que salga del parque más o menos. Cuando vayas a cogerlo procura que nadie mire.

Una vez pasados los 3 minutos me aseguré de que nadie miraba e hice lo que me dijo. De camino a casa fui pensando que tenia ese sobre que debía llevar mañana a la comisaria del tío de Nojiari.
De camino a casa, una voz sonó detrás de mi.

-Tojino, hijo de puta.
Al girarme vi que era Tokuari y su banda.

-Yo también te he echado de menos Tokuari. Tengo cosas que hacer así que dime rápido que quieres.

-No te pongas tan chulito. Te avisé, te dije que no tocases a Mitaka.

Mitaka Karinki, otra alumna de mi clase. Este anormal está coladito por ella, y ella pasa de él. Me cae bien, es bastante desagradable con este anormal, y eso me gusta.

-No la he tocado en ningún momento, además, ¿quien mierda te crees para darme órdenes? Vete con el resto de tus adictos a meteros cosas, vaya a ser que por no estar 3 minutos sin polvo en la nariz os entre el mono.

No me había fijado que justo al lado suya estaba Minote. ¿Y si le daba el sobre ahora? No, me dijo que se lo dejase encima de la mesa dentro de 2 días. Aparte, si le pasa algo me podrían culpar a mi.
Estaba tan sumerso pensando que no me di cuenta de que Tokuari se acercó corriendo y me dio una patada en la barriga. La patada me empujo a la pared que había a mi derecha. Estaba en shock por el golpe, pero logré esquivar un puñetazo y darle otro en la barbilla. Le empujé y volví a darle otro puñetazo, esta vez en la barriga. Estaba a punto de seguirle partiendo la cara cuando uno de sus amigos me dio un golpe por la espalda a la altura de la pierna. Hice el amago de caerme pero recupere el equilibrio, para que según me levantase un chico alto me agarrase con todas sus fuerzas.

-¡Sueltame hijo de puta!
Antes de que pudiese hacer nada Tokuari me golpeó en la cara y el gilipollas que me sujetaba me dejó caer al suelo. Minote se agachó.

-Que idiota eres Tojino.- dijo -La próxima vez portate bien ¿vale?

Me besó la mejilla y el retrasado de Tokuari me pateó en el estómago.
Se limpió el rostro de sangre por el golpe que le había dado y se dispuso a irse, cuando vio la bolsa en la que llevaba el sobre.

-¿Qué es esto?
Cogió la bolsa y vio que tan solo era una carta.

-¿Qué hay dentro?

-No lo se, me lo ha dado mi tío para que se lo de a mi padre.

-Entonces, ¿no te importará si lo abro no?

En ese momento apareció un hombre con una sudadera gris que le quedaba enorme, un pantalón vaquero y unas botas.

-¿Quien coño eres?

Preguntó el amigo enorme de Tokuari.
Una voz distorsionada empezó a sonar.

-Deja ese sobre en el suelo, por tu bien.

Tokuari sacó una navaja y se acercó al hombre desconocido.

-¿Cómo dices robotito?

El desconocido cogió del brazo a Tokuari. Este trató de moverlo, pero la fuerza que le ejercía el hombre no le dejaba moverse.

-Ya te he avisado. No pienso hacerlo una segunda vez. Deja el puto sobre en el suelo y pirate a tu puta casa Tokuari.

Tokuari se debió de acojonar, porque obedeció.
El "robotito" se me acercó, no pude verle el rostro.

-Ten más cuidado, porque la próxima vez que la cagues así, la mato.

SilkenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora