Dia 19. Putada.

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Aparté las manos de Fumoari y cogí mi fusil del suelo.

-¿Donde vas?

-A matar a Silken.

-No puedo permitir que mates a nadie más. Ya es suficiente. Las ordenes de Matt son de arrestar a Silken, no de ejecutarlo.

-Me da igual lo que diga Matt, voy a matar a Silken.

Jishiari se puso en medio con los brazos abiertos, impidiendome el paso.

-Pues tendrás que matarme a mi antes...

Apunté a Jishiari en la cabeza y no aparté mi mirada.

-Apartate o te disparo.

-Ya basta, Fumoari, baja y ayuda al resto, yo me quedo aquí.

Dejé pasar al grandote mientras seguía apuntando a Jishiari.

-Tojino, no te dejes llevar por las emociones. Piensa, eres un agente del FBI, no un sicario. Así que por favor, suelta el arma.

-Diez.

-¿Diez?

-O te apartas en 10 segundos, o te vuelo la cabeza.

-Si haces eso irás a la cárcel.

-¿Y que más da ir a la cárcel? No me queda a nadie. No seria muy diferente allí.

-¿Acaso te olvidas de tu hermana? ¿Quien la cuidará cuando no estés?

Seguí apuntándole, aunque con más dudas que antes.

-Apartate, por favor, estás en mi camino.

- Ya te he dicho que no te voy a dejar matarle.

-No voy a matarte Jishiari, pero te vas a quitar si o si. Por las buenas o por las malas.

-Esta bien... Pero con una condición. No mates a Silken, si lo haces te echarán del cuerpo.

-No prometo nada.

Relegué a Jishiari y avancé.
Cuando llegué hasta donde supuestamente estaba Matt, le vi tendido en el suelo y con un disparo en el pecho. Me acerqué corriendo.

-¿Estás bien?

-Si... Ayudame a levantarme.

Apoyé su brazo en mi hombro y lo levanté. Le senté en una silla que había cerca.

-¿Qué ha pasado?

-Silken me disparó cuando me distraje durante un momento. Suerte que pude ver su cara...

-¿Has visto quien era?

-Si, y mis sospechas no eran para nada erróneas. Silken es Mirka...

No puede ser... El hombre que ha matado a mis padres, a mi tía y a una de mis mejores amigas... Es el que en su día fue mi mejor amigo.

-Ese...cabrón... ¿Dónde cojones está?

-Ha huido a la planta de arriba. Pero no vayas sólo, te acompañaré.

-Ni se te ocurra, quedate aquí. Solo te pido una cosa.

-¿De que se trata?

-¿Me lo puedo cargar?

-Haz lo que veas conveniente.

Matt me dio los cargadores que le quedaban y subí. Me encontré con unos pocos rezagados. Pero conseguí matar a todos. Llegué a la planta de arriba y un grandullón me tapó el camino.
Le disparé hasta vaciar todo un cargador, pero seguía en pie.

-No vas a pasar de aquí, enano.

Le vacié otro cargador, pero se mantuvo firme. Me iba acercando poco a poco. Cuando estaba a escasos metros, me lanzó una granada, la cual cogí y y se la devolví, estallandola en su cara. De su cara solo quedaba parte de la carne que rodeaba a su ojo derecho. Cayó al suelo y, obviamente, murió.
Ya no sentía nada al matar a alguien. Le había quitado la vida a tantas personas que el echo de matar a una más me era indiferente. Registré el piso, pero no lo encontré. Mi móvil empezó a sonar.

-¿Minote?

-¡Sal fuera, rápido!

-¿Que pasa?

-Dentro del edificio...

La llamada se corto.

-¿Minote, me oyes? ¡Minote!

De pronto, un olor a quemado retumbó en mi sentido olfativo. Me giré y vi que una enorme llamarada se dirigía hasta mi.
Cuando me dispuse a correr, un golpe en la cabeza me tumbó al suelo.

-Tiempo sin verte, Tojino.

Esa voz...

-¡Mirka!

Pegó una patada a mi fusil y el fuego lo consumió.
Me cogió con fuerza del brazo y me estampó contra la pared.

- Esta vez no te voy a dejar escapar Tojino.

Estaba mareado por el golpe. Me sujetó y me llevó cerca del fuego. Volví en mi lo bastante rápido para golpearle en el abdomen y me solté. Me puse en pie y me alejé del fuego.

-Serás...

Mirka se levantó, y cuando lo hizo lo recibí con una patada, que lo tiró al fuego.
Sus gritos retumbaron por todo el pasillo. Salí corriendo de allí en dirección a la salida. Mis pasos eran torpes dado por el mareo que aún rondaba por mi interior. Noté entonces, que una mano se apoyó en mi.

- ¿Estás bien Tojino?

Era la hermana de Tokuari. Asentí con la cabeza y me ayudó a salir de allí.
Una vez fuera me atendieron los pocos médicos del hospital que seguían vivos y con un buen estado físico.
Me acerqué a Minote.

-¿Que ha pasado con Tokuari?

-Se lo han llevado, y dicen que es posible que pierda la pierna. Pero su vida no corre peligro.

-¿Y Matt?

-También se lo llevaron. Pero esta bastante mejor que Tokuari.

Prefiero no decir nada a cerca de lo de Mirka hasta decírselo a Matt primero.
El resto estaban bien.

-Bueno, creo que ya lo sabrás, pero han muerto Mitaka y mi tía.

-Ya, me informó de eso Jishiari. Siento mucho lo ocurrido. Si quieres puedo quedarme con tu hermana un tiempo hasta que...

-Si, te lo agradecería mucho.

Tras esto decidimos volver a nuestras respectivas casas, mañana sería todo muy distinto.

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Y bueno, como el capitulo ha sido un pelin corto, me gustaría poner aquí una pequeña dedicatoria a los pocos que seguís mi historia. Gracias por estar ahí durante estos escasos 19 capítulos.

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