Dia 18. Identidad.

18 4 1
                                    

Al día siguiente fui al cuartel bastante pronto, tan sólo estaban allí mi tía y Matt.

-¿Qué haces tan pronto aquí Tojino?

-Buenos días a ti también Matt. Solo quería venir pronto para empezar en cuanto antes y ponerme al día.

-¿Te encuentras mejor? Minote nos dijo a Matt y a mi que te encontrabas mal ayer y que por eso te fuiste.

-Si, ya estoy mejor, gracias.

-Nos alegra oír eso Tojino. Bueno, al lío, ayer interrogué a Alejandro y he conseguido sacarle cierta información importante. Como ya sospechaba Jishiari, Silken planeaba iniciar una guerra civil, que luego se extendería por el mundo. También dijo reconocer a Mirka, aunque desconoce si él es Silken o no, puesto que siempre que se reúne lleva máscara. Al parecer Mirka estuvo un tiempo en la "base" de Silken y le sonaba verlo rondar por los pasillos. También hablé con mi hermano y verificó absolutamente toda la teoría de Jishiari. Pero no logró reconocer a Mirka. También dijo que desconocía el rostro de Silken, puesto que, como ya me dijo Alejandro, siempre la lleva cubierta por su máscara. También Alejandro me contó que mi hermano era el cebo y que estaba destinado a morir junto a todos los agentes en la explosión, por suerte no murieron todos tal y como pensó Silken.

-Ya veo... ¿Y le preguntaste sobre el paradero de François y de Silken?

-Eso es justo lo que iba a decir ahora. Alejandro me contó que al principio todos vivían juntos, pero Silken se enteró de que conocíamos sus rostros y decidió separarlos para así ser más difícil localizarlos, y para evitar esto, solo Silken sabia la localización de cada uno, es decir, Alejandro no sabia ni la de Jonh ni la de François, y así con los 3. Y respecto a Silken... Ambos han dicho que él cambiaba de estacionamiento cada cierto tiempo para evitar su localización.

-Mmm... Tiene todo bien pensado.

-Pues si, he de admitir que me está costando mucho ganar esta pelea entre Silken y yo.

- ¿Y no has pensado la posibilidad de que se pusieran de acuerdo para decir lo que te han contado?

-Si, pero he notado en sus miradas que decían la verdad. A parte, mi hermano cuando pierde, reconoce su derrota. Y esta vez a perdido. Así que no, no han mentido.
Bueno, en lo que llega el resto, ¿que te parece si hacemos un entrenamiento de tiro?

Estuvimos un rato entrenando hasta que llegaron todos.

-Buenos días chicos.

-Que pronto has venido Tojino.
Pensé que con lo de ayer no podrías ni moverte de la cama.

Decidí no responder ante el comentario provocativo de Minote.
Nos pusimos a trabajar lo más rápido posible. Cuando llevábamos unas 4 horas seguidas investigando, hubo una llamada a Matt.

-Rápido, necesito ya a 50 hombres. Silken está atacando el hospital Metropolitan Matsuzawa.

-Un momento... ¡Ese es el hospital en el que trabaja mi hermana!

-Ya lo se Tokuari, no te preocupes no la pasará nada, es inteligente.

-¡La inteligencia no la va a salvar si tiene que luchar! ¡Dejame ir a mi también!

-No, es peligroso, y además estás dejándote llevar por los nervios. Si estuvieses más tranquilo me lo pensaría.

- Matt lleva razón Tokuari. Quedate aquí, es lo más sensato.

Tokuari aceptó a regañadientes.

-Muy bien, vendréis conmigo... Fumoari, Mitaka y Jishiari. El resto no vendréis a no ser que yo de la orden o que pase algo, como en las oficinas Tonko.

Mi tía y Matt se fueron junto a Fumoari, Mitaka y Jishiari.

-¡No es justo! ¡Tendria que ir yo también!

-No empieces Tokuari. Matt ha hecho lo que debía hacer. A mi también me gustaría ir, pero como ves estoy jodido y no he ido.

-Pero esto es distinto, yo estoy perfectamente.

Tokuari y yo seguimos discutiendo un rato hasta que a los 20 minuto hubo una llamada.

-¡Es Matt!

-Chicos, necesito que vengáis, rápido.

Nos uniformamos y cogimos un furgón.
Llegamos allí y los policías ya habían entrado.
Decidimos entrar nosotros también. Justo antes de entrar oímos un disparo.

-¡Joder mi pierna!

Tokuari empezó a chillar de dolor. Lo cogimos entre Minote, Kunomi y yo.

Lo dejamos en el suelo del hall.
Mire su pierna y vi que el fémur se le salió.

-Joder, ha sido un francotirador desde el edificio de enfrente.

Tokuari no dejaba de gritar y de retorcerse por el increíble dolor que sufría en su pierna derecha.

-¡Mierda, como duele joder!

-Vale chicas, quedaos vosotras 2 cuidando de Tokuari, yo voy a buscar a Matt y al resto.

-Ok, Kunomi, ve a buscar sedantes o algo para quitarle el dolor.

Suerte que ese día iba más cubierto que la otra vez. Parecía del SWAT.
Subí al piso de arriba, de donde venían los disparos y allí estaban Fumoari y Mitaka en un tiroteo intenso. Disparé a los hombres de Silken y conseguimos abatirlos.

-Gracias tío, ¿y el resto?

-Abajo cuidando a Tokuari, a recibido un tiro en la pierna y se le ha salido un hueso.

-Joder.

-¿ Dónde está Matt?

-Arriba, persiguiendo a Silken.

Fuimos donde se encontraba Matt, pero no lo vimos, tan solo a mi tía y a Jishiari disparando a más hombres de Silken.

-Por fin llegáis, han muerto casi todos los demás policías.

-¿ Y Matt?

-Todo recto por el pasillo que han ocupado estos tíos.

Tras otro intenso tiroteo, conseguimos matar a todos.

-Ok, seguidme.

Cuando fuimos a llegar a donde pensábamos que estaba Silken, una explosión nos cortó el paso e impactó justo en mi tía y en Mitaka.

-¡Mitaka!

Se despejó el humo y ambas estaban tendidas en el suelo, junto a un hombre enmascarado.

-¿Silken?

-Jajajaja, te equivocas amigo, je suis François. Y no pienso dejaros pasar por aquí. M. Silken está muy ocupado luchando contra ese tal Matt. Ah, y ni se os ocurra disparar, porque hay bombas lapa justo donde estáis, y yo las puedo hacer detonar. Así que... ¿Qué os parece si hablamos un poco?

La rabia... Volvió a brotar en mi...

-Francés de mierda...

-¿Cómo has dicho?

-He dicho... ¡que eres un frances de mierda!

Saqué mi fusil y le disparé hasta vaciar el cargador. Me acerqué a él y cuando estuvo a punto de detonar las bombas, le di una patada en la mano, tirando el mando bastante lejos.
Le cogí del cuello de su camisa y le empecé a golpear. Me pedía clemencia, pero no se la di. Solo le golpeé hasta que dejo de moverse, y aún así seguí. Mis nudillos sangraban, pero seguí golpeándole.

- ¡Ya basta Tojino, está muerto!

No escuché a Jishiari. Tan solo le seguí golpeando hasta que Fumoari me apartó. Jishiari las tomó el pulso.

- Han muerto. Lo siento.

Tras oír eso comprendí. Entendí que este mundo... No, que Silken me había dejado sólo para siempre. Ya no me quedaba a nadie.

SilkenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora