Dia 17. Desesperación.

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Por suerte me levanté en la camilla de un hospital.
Miré mi abdomen y mi herida ya estaba cosida otra vez. Me quité los tubos que tenía metidos por todo el cuerpo y me levanté como pude. Salí de mi cuarto y me encontré con una enfermera.

-Por favor, no puedes salir de tu habitación sin que te den el alta previamente.

La aparté y me dirigí a la recepción.

-Devuelvanme mi ropa y mis pertenencias. Me voy de aquí.

-Pero no puede...

-¿No me ha oído? Que me den mis cosas, ya.

En ese momento apareció la hermana de Tokuari.

-Tojino, por favor, vuelve a tu habitación, no puedes salir hasta que...

-¿Hasta que qué? Estoy hasta la polla de estar encerrado, y probablemente me den el alta en 2 o 3 semanas. Estoy perfectamente, así que dame mis cosas ya.

-Está bien, pero vuelve al cuarto, todos te están mirando...

-¿Y a mi que?

-Estás desnudo, Tojino...

Volví corriendo a mi cuarto y me encerré. Al cabo de 15 minutos apareció Motaji con mis cosas.

-He hablado con el Dr. Hiroya y dice que puedes irte si te encuentras mejor, pero que salgas vestido esta vez a ser posible.

-Gra... Gracias...

Me vestí y esta vez si, me fui al cuartel.

Llegué a las 12:00.

-¿Tojino, que haces aquí?

-Me han dado el alta, disculpad la tardanza.

Kunomi se acercó a mi y me dio un café.

-Toma anda.

-Gracias.

Me acerqué a Matt, el cual parecía estar ocupado.

-Oh, hola Tojino. ¿Te encuentras bien?

-Si, gracias. ¿Que hay de Alejandro?

-Está metido en una sala de interrogatorio. Dentro de unos 15 minutos lo interrogaré.

-Genial, ¿y los otros 3?

-En arresto preventivo. Aún no hemos podido identificar a ninguno de ellos.

-Está bien, ¿vas a interrogarles a ellos también?

-Si, aunque seguramente solo se les pueda juzgar por ha allanamiento de la morada. No han matado a nadie y tampoco hay indicios de que haya colaborado en el asesinato de los agentes del FBI. Por lo que como mucho solo se les otorgará otro cargo más por intento de asesinato/secuestro.

-Vaya mierda, bueno, te dejo trabajar Matt.

-Está bien, chao.

Me alejé y decidí ver si había algo que hacer, pero todos estaban tan ocupados que no me hacían caso. Incluso Fumoari estaba ocupado. Entonces Minote me cogió del hombro.

-Ven Tojino, quiero enseñarte algo.

Me agarró de la mano y me guió hasta los baños mixtos.

-¿Que hacemos aquí?

-Bueno, verás... No quiero que estés aquí en el cuartel, llevas mucho tiempo estando mal físicamente y me preocupa que te pase algo. Así que he pensado que estemos aquí un momento, y salgamos dentro de un rato y te tengas que ir a casa porque "no te encuentras bien".

-Pero yo quiero estar aquí, precisamente porque llevo jodido mucho tiempo, tengo ahora más ganas de trabajar que nunca y...

Minote cortó mi explicación con un beso inesperado.

-Veo que las indirectas no las pillas mucho... Ahora vamos a salir y te voy a llevar a casa porque te encuentras mal ¿ok?

-Si... Claro...

Salimos tal y como ella me dijo.
Nos cruzamos por el camino a la salida con Kunomi.

-¿Donde vais?

-Tojino no se encuentra bien, me lo llevo a su casa para que descanse, diselo a Matt.

-Oh, vale, si quieres puedo llevarlo yo, no tengo nada que hacer.

-No, no te preocupes, ya le llevo yo.

Por fin conseguimos salir al parking y entramos en la moto de Minote. Llegamos a mi casa y aparcó su moto en mi garaje.

-Una pregunta Tojino, ¿tienes condones verdad?

-Esto... Creo que si...

Mi corazón iba a estallar. Estaba tan nervioso que no paraba de tartamudear como un gilipollas. Subimos al antiguo cuarto de mis padres. Mi cuerpo entero no paraba de temblar. Llevaba bastante tiempo deseando follarme a Minote, pero de las fantasías que uno se monta mientras se la estruja a perderla, hay todo un abismo.

-Ey, ¿que te pasa? ¿Acaso nunca antes lo habías hecho?

Tan solo me limité a callar.

-Jajajaja, ¿en serio eres virgen? Guau, eso si que no me lo esperaba. Yo que pensaba que eras casi un experto jajajaja.

-De... Deja de reírte.

-Jajajaja estás rojo como un tomate.

-P... Para...

-Oh vamos, no te pongas así. Te ayudaré un poco.

Minote se empezó a quitar la camisa poco a poco hasta mostrar sus enormes pechos tapados por su sujetador.
Después se acercó a mi y me desabrochó mi camisa. Tras eso me tiró a la cama, recorría mis pectorales y bajaba hasta mi entrepierna.
Me quitó el pantalón y la ropa interior.

-Vaya, no está nada mal por aquí abajo...

Se quitó el sujetador y el resto de ropa.

-¿Donde decías que los tenias?

-En...el 2do cajón a de la mesilla de noche...

Abrió el cajón y cogió un preservativo.
Se volvió a acercar a mi y me lo puso.
Era raro, por fin había conseguido algo que muchos otros deseaban, pero no estaba contento con ello... ¿Será que soy gay? Pero ¿que coño digo? Si estaba Minote en mi cama es porque no lo soy.

Todo fue muy raro, pero placentero al mismo tiempo.
Estaba empapado en sudor y jadeando, hacia tanto calor... Minote me retiró el condón lentamente, le hizo un nudo para no manchar y lo tiró a la basura que había junto a la cama.

-Bueno, ha estado bastante bien para ser tu primera vez...

-Gracias...

-¿Te has quedado con ganas de más? Porque por mi seguiría toda la noche.

No respondí... Estaba tan... No se como decirlo...

Minote se subió encima mía y rozó con sus manos mis puntos.

-Aparentemente no se han abierto, menos mal jajaja. Y bueno, ¿cuál ha sido tu parte favorita? ¿cuando te la chupaba, o cuando me pusiste a 4 patas?

Aparte mi mirada y no respondí.

-Vamos, no te hagas el chulo, se que te ha gustado perderla conmigo.

-No quiero hablar más del tema...

-Jajajaja, pero que mono que eres.

Se arrimó a mi cuello y me lo besó suavemente. Tomó mi mano y se la acercó a su pecho.

-¿Te gusta?

-Ya basta... Por favor, Minote, me siento incómodo.

-Mmm... Bueno, está bien, pero me tomaré eso como un si jajaja.

Se aproximó nuevamente a mis labios y me besó.

-En fin, me voy al cuartel, que estarán ya sospechando que tardo mucho.

Se vistió y antes de irse me despidió con otro beso, esta vez en la mejilla.

-Nos vemos mañana.

SilkenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora