V.

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*Hayley*

Asentí y me despedí de él con un beso. Pero justo cuando estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta, mi madre apareció.

-¡Álex!¿Por qué no te quedas a comer?

-Buenas señora Parks.-¿Y este chico desde cuándo es tan educado?-Mi hermana está sola en casa y aún no ha comido, sino me quedaría...-Sonrió tímido. ¿Tímido él? ¡JÁ!¡Qué poco tiene de tímido!

-¡Pues traetela! Hay comida de sobra. Mi marido tiene una reunión y comerá fuera.

-Pero..

-Álex hijo, llevo ocho años conociéndote y antes..

-Antes eras guapo.-Me burlé.

-Cállate.-Me ordenó mi madre y Álex rió. Le saqué la lengua.-¡Antes no había que convencerte tanto! Con los años te haces más..

-¡Feo!-Intervine de nuevo.

-¡¡Difícil de convencer!! Y un bombón también..seguro que por eso mi niña te dice así. Le gustas.

-Mamá, ¡no hagas ilusiones al pobre chico!-Bromeé.

-Ya te gustaría salir con él, hija.-Sonrió ella. Noté un sonrojo por parte de Álex pero le resté importancia.

-A veces creo que lo quieres más a él que a mí.-Exclamé sorprendida.

-No cariño. Tú eres mi pequeña y siempre te querré más a ti.-Dijo abrazándome y la correspondí. Pero pude escuchar como le susurraba a Álex.-Es broma.

-¡MAMÁ!-Chillé y soltó una carcajada.- Te he escuchado. 

-Anda vete a acompañarlo mientras caliento la comida.

-Pero...me duele la cabeza.-Y no mentía, el golpe aún me dolía.

-¿Y eso por qué, cariño?

-Me caí antes.

-¿Te has puesto hielo?.-Preguntó mientras inspeccionaba la zona afectada.

-En realidad-comenzó a hablar Álex- yo se lo he puesto.-Contó orgulloso de sí mismo y mi madre lo miró como si de una pizza se tratase.

-¿Has visto? ¡Lo que te quiere y lo que te cuida! Y tú llamándole feo todo el día.-Me reprendió.

-Mamá, es para que no se le suba el ego.-Reí.-Yo sé bien que es un chico muy muy muy atractivo.-Le guiñé un ojo y otro sonrojo por su parte. Abrí la boca sorprendida y al momento recuperó la compostura. Vaya.

-Yo también lo sé.-Rió él.

-Venga hija, seguramente se habrá roto el suelo. Tienes la cabeza muy dura.

Rodé los ojos y mi madre y Álex rieron, contagiándome así su risa. Así que no tuve más remedio que ir con él. Después de acompañarlo y comer los 4 juntos, ayudamos a recoger y a limpiar todo y ambos hermanos se fueron.

En realidad, la comida transcurrió más tranquila de lo que imaginaba. Eso sí, no faltaron las muchas indirectas de mi madre hacia Álex y hacia mí. Siempre ha pensado que él y yo haríamos buena pareja. Y no solo ella piensa así, si no que mi padre también. Exacto, ¡mi propio padre!

Ambos adoran a Álex, pero yo en realidad nunca me he planteado salir con mi mejor amigo. Y él tampoco. Pero...¿qué hay de sus llamativos sonrojos? 

Ha sido interesante ver a un chico tan guapo como Álex con las mejillas teñidas de rojo. O a lo mejor, solo eran imaginaciones mías.

¡Hola queridos lector@@sss! ¿Qué tal las vacaciones de verano? Espero que bien. Y espero también que os guste esta nueva parte. Si es así, no dudéis en dejar algún voto ;)

Gracias por leer.

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