XIV

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*Álex*

Llevaba dos días sin hablar a Hayley y justo hoy cuando pensaba hablarla no encuentro mi móvil.
Sí, sigo enfadado con ella pero al menos debería mandarle un mensaje para que no se precoupe.
Mi jodido móvil, dónde cojones está, pienso impacientándome.
Salgo de casa a buscarlo mientras Erika duerme, dudo que se despierte antes de que vuelva. Es capaz de dormir 5 horas seguidas sin enterarse de nada de lo que ocurre a su alrededor.

Tras tanto buscar por fin lo encuentro. ¡En los vestuarios me lo había dejado! Uf, menos mal que mi entrenador me lo guardó. Le agradezco y me encamino hacia casa.

Cuando ya me encuentro en la puerta de casa, veo a Hayley agachada...¿en mi puerta?
Aunque ahora que me fijo bien... Esos vaqueros se ajustan muy bien a su culo..y tanto.
¡Joder, que es mi mejor amiga! Me intento convencer mientras sacudo la cabeza.

Pero estás enamorado de ella. Me acaba susurrando mi mente y soy incapaz de ignorarlo.

Y es que Hayley también me atrae muchísimo. No sólo es guapa, ¡sino que encima está buenísima!

Suspiro y aparto la vista porque empiezo a sentir calor. Después de unos segundos, finjo una tos que hace que se percate de mi presencia.

De inmediato enrojece al verme detrás suya. Se habrá percatado de la postura en la que estaba.

Alzo una ceja y rio divertido.

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