BAJO LLAVE

VII.

*Álex*

-No quiero ver una película de miedo, Álex.-Se quejó ella.

-Pues la vemos. No es para tanto.

-¡Siempre dices lo mismo!

-¡Porque  luego te gustan!-Resoplé desesperado.

-Es que soy un poco masoca.-Admitió riendo.-Está bien, ponla.

Siempre que Hayley y yo quedábamos para ver una peli nos pasaba lo mismo. Diez minutos de quejas por su parte y suspiros por mi parte. Supongo que ya es una tradición para ella.

Me levanté para meter el USB en la tele y cuando me di la vuelta mis ojos volaron a Hayley. Se estaba quitando el jersey y éste, había levantado su camiseta de abajo, dejando a la vista una fina cintura...Joder. Intenté desviar la mirada pero acabé topándome con la suya.

-¿Ya?.-Preguntó mientras se bajaba la camiseta.

-Sí. Ya está puesta.-Me senté a su lado y rió.-¿Qué pasa?

-¿Sabes? Hoy iba a salir descalza a la calle.

-¿Tantas ganas tenías de estar conmigo?-Cuestioné riendo y deseando que dijera que sí.

Dicen que en cada broma hay un poco de verdad.

-Realmente sí. Pero eso siempre. Y que yo sepa no suelo venir sin zapatos normalmente.

-Cierto.-Sonreí.-¿Qué te ha pasado?

-Ni idea...- Contestó encogiendo los hombros.-Las prisas, supongo.

Negué con la cabeza y di al Play.

***

Tras un rato, la película empezó a aburrirme, pero Hayley estaba tan concentrada que me causaba gracia. Sí que estaba asustada.

Tal vez...podría asustarla un poco más.

Salí un momento del salón y volví con una máscara puesta. Qué ironía que la máscara con la que la pretendía asustar me la hubiese regalado ella. Reí y me adentré de nuevo al salón. Me escondí tras el sofá en el que estaba sentada y la marqué al móvil.

-Álex, ¿eres idiota?-Rió ella. Shit.-Sé que estás en la habitación y una llamada no asusta.

Oh. ¿En la habitación? Si ella supiera...tuve que contener la risa para no joder nada. Realmente tenía ganas de asustarla. Volví a llamar.

-¿Qué narices te pasa?.-Preguntó dándose la vuelta. En aquel momento salí de mi escondite vociferando.

-¡¡UAAAHG!!

Chilló aterrada y entonces estallé a carcajadas. Hayley me miró furiosa y me quitó la careta.

-¡Imbécil!-Gritó ella lanzándome un cojín.

-¡Eh!¡¡Te has cagado!!.-Dije riendo más alto.

-La última vez que te regalo una careta.-Dijo rodando los ojos y resoplando. 

-Ca..gona..-Apenas podía hablar por las carcajadas. De haber sabido que se hubiera asustado tanto lo hubiera hecho hace mucho tiempo.

-Ven aquí, ¡idiota!-Se levantó y vino tras mí pero empecé a correr.-¡Álex!

-Ni de coña, preciosa.-Reí de nuevo.

Dimos la vuelta al sofá y acabamos en el sitio del otro.

-¡Maldita sea!-Me lanzó otra almohada que esquivé de nuevo.

-¿Te compro unas gafas?¡Estoy aquí!-Comenté para picarla y corrió tan rápido a mi lado que tropezó con el cojín que me había lanzado.

-¡Ah!

La rodeé con mis brazos y suerte que no cayó. Pero en el acto, mi cara y la de ella quedaron a pocos centímetros. Sus ojos estaban cerca, tanto como sus labios. Hayley tenía su vista puesta en mis labios y por un momento tuve el impulso de besarla. 

Que nuestros labios chocaran era tan inevitable como que el timbre sonara. Se zafó rápidamente de mi agarre y ahí me di cuenta de lo sonrojaba que estaba. ¿Por mí? Sonreí ante la idea.

-Está sonrojada..-Sonreí de lado.

-No es cierto.-Replicó ella.

-Sí lo es. Es tan cierto como que casi nos besamos.

Aquello provocó un sonrojo aún mayor en sus mejillas. Volvieron a llamar al timbre.

-La puerta, Álex.-Rió nerviosa y asentí sonriendo.

-¡Álex!-Chilló ella y se lanzó a mis brazos. Hayley abrió los ojos como platos. 

-¡Cuánto ha crecido!.-Exclamó mi mejor amiga y asentí. Erika, había crecido bastante en este último año. Pero por mucho que crezca mi hermana pequeña, siempre será una niña para mí. 

-Álex..cógeme, por fi.-Hizo un puchero y alzó los brazos para que lo hiciera. Suspiré y la cogí en brazos. Esta niña va a conseguir mucho de la gente con sus pucheros.

-Hola, princesa.-Saludé sonriente besando su mejilla.-¿Y papá?

-En el coche. Ya se va. Sólo ha venido a dejarme. Y me ha dicho que me tienes que llevar a baile.

-Acompaño a Hayley y vamos, ¿vale?

-Pero llegaré tarde..

-Y yo también...mejor me voy yendo.

-¿Segura?

-Sí, tranquilo.

-Me mandas un mensaje en cuanto llegues, ¿okay?

Asintió y se fue. Suspiré. Tenía tantas ganas de besarla...

***

*Hayley*

Asentí y me fui. Solté un gran suspiro al salir de su casa. Llevaba mucho tiempo conteniendo el aire.

Y es que, cuando impidió que me cayera colocando su manos en mi cintura,...quedando a tan escasos centímetros...el tiempo se había parado unos instantes..¡íbamos a besarnos! 

Sí que estaba sonrojada, lo sabía, y demasiado además. Pero él...¡estaba tan tranquilo después del incidente que enrojecí aún más!

¡Achús!

¿Por qué hace tanto frío?¡Mi jersey! Ah. me lo he atado a la cintura. Menos mal..no podía volver allí, no ahora. Me lo puse y caminé a paso rápido. Sí que oscurece pronto...

***

*Daniel*

Menos mal que la bicicleta no ha sufrido daños. Pero ahora me siento como un gilipollas. Aquella chica realmente se hizo daño...Aunque en cuanto vino ese chico se puso mejor, ¿acaso era su novio?

Sinceramente es preciosa, así que tampoco me extrañaría...pero espero que no. Creo que el tío se percató de quería ligar con ella, me miraba jodidamente mal. Bueno, tampoco la voy a volver a ver por muchas ganas que tenga.

Bajé la vista al suelo y encontré un billete de 10€. ¡Vaya! Qué suerte. Enseguida me agaché a cogerlo.

*Hayley*

-¡Ah!

Joder. ¡¿Con qué demonios me había tropezado ahora para caerme?!

-Mierda...mi cabeza...

Un momento. ¿Esa voz? Me giré y vi a Dani junto a mí en el suelo.

-¿Hayley?.-Cuestionó sorprendido.

Madre mía, cuando esta mañana pensé que no iba a verle en una semana, ¡ni se me pasó por la cabeza verle en un día!

Asentí atónita y sonrió.

¡Hola lectoras/es! Este es el capítulo más largo hasta ahora y desde mi punto de vista el más interesante jajajaja pero igual espero que os guste y deis estrellitas!

Gracias por leer.❤