Capítulo Treinta y ocho

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No sé si fue porque le dio diarrea o por alguna consecuencia divina, pero hoy la profesora de sociales (a la que ayer vi salir con una nota amarilla de la dirección y con la que me peleaba muy frecuentemente) no vino... Y alguien me dijo que ya no iba a venir nunca más.

No relacioné la presencia de la mamá de Gabriel ayer en la escuela con la profesora de sociales siendo despedida, pero las malas lenguas (Milena, los ñoños de octavo y Kyara) dicen que están conectadas... Muy conectadas.

La mamá de Gabriel había venido ayer para convencer a la rectora de despedir a la profesora de sociales. Es por eso que ayer la vi salir con una nota amarilla entre sus dedos, ya que las notas amarillas significan; Problemas.  Le agradezco a la mamá de Gabriel por haberlo hecho, pero aquello solo demuestra que era una persona que puede influenciar mucho en los demás. Y a ese tipo de personas hay que tenerles cuidado.

Todos en la escuela hablaban de eso. Los profesores, el portero, la directora, aquellos papás que no tienen nada que hacer y que pasan el 30% del año escolar en la escuela, y hasta el señor con una pulcra reputación que vende en el bar. Todos estaban hablando de ella. De la mamá de Gabriel.

Al salir a recreo Gabriel me estaba esperando en la salida, le sonreí y me dije que ese chico me tenía idiota. Porque literalmente estaba pensando en él todo el tiempo. Siempre que estoy distraída y es evidente que lo estoy, mis amigas me dicen que vivo en Gabrielandia. ¿Es decir, qué dirían si descubren que es verdad?

En cuanto a Jerico, pues... Sigue fastidiando pero ya no de la misma forma que antes. Supongo que cuando le dices a alguien que se joda; ni siquiera un helado remedia el daño. Miss Araceli (mi tutora, espía personal, y la mismísima persona que mandó a Gabriel a pedirme que le devolviese un insignificante lápiz a mi salón) siempre me mantiene informada de lo que pasa en octavo:

-Emma, le tengo una novedad- dice Miss Araceli con su voz dulce -ayer Gabriel estaba hablando con sus amigos y ellos lo empezaron a molestar con usted (como siempre) pero la diferencia es que ayer pasó algo distinto... Generalmente siempre que hablan con él sobre usted, él les dice que solo son amigos, pero ayer no  se molestó en negarlo.

Maldito Gabriel, siempre confundiendo mis sentimientos.

Ya a la hora de salida, hacía un calor del demonio, pero no había dinero para un helado. Es decir, me lo había gastado tras perder una apuesta contra Gabriel (que por cierto, no me quería cobrar) 😌

Luego recordé que Gracias a Dios tenía una tía generosa que todavía no se iba de mi casa. Así que me dirigí a mi carro, saludé a Oscar, a mi mamá pero noté que cuando entré al carro todos se quedaron callados. Sospechoso, muy sospechoso.... Este silencio repentino puede significar dos cosas: O estaban hablando de mí, o estaban hablando de algo que no me debía enterar...

Resulta que no era ninguna de las dos, podría contar como hablar de mí, pero no necesariamente. Estaban hablando de Gabriel. Lo cual me involucra a mí, pero ¿qué carajos hace mi tía y el amigo de mi tía hablando de Gabriel con mi mamá? Porque sí, en mi casa hablar de Gabriel es un tema tabú. Esta gente anda en algo...

Necesito cambiar de tema rápido, La profesora de sociales siendo despedida por la mamá de.... No Emma! Ese tema también involucra a Gabriel... Piensa Emma, piensa.

-Adri, ¿me puedes comprar un helado?

Ella me miró con sus ojitos chinitos pero no miró a su sobrina acalorada pidiéndole helado, miró una oportunidad.

Bajo la misma pendejadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora