best friend ; pjm

tres

Suspiré y me bajé del bus que me llevaba a casa. Hoy era mi cumpleaños y nada podía ser peor.

Me había peleado con una amiga, InHa, por culpa de un chisme creado por otra supuesta amiga, InByul. Todos le creyeron a ella, terminando yo como la mala.

Aunque, no podía quejarme de todo. Había terminado de escribir una historia y mis verdaderas amigas, MinJoo y EunSoo, habían hecho lo imposible para que el día fuera hermoso y lo lograron, de cierta forma.

"3.6.5" de EXO comenzó a sonar al mismo tiempo que comenzaba a caminar al condominio. Espere que abrieran la puerta electrónica, al mismo tiempo que mi mandíbula se caía.

En el techo de la portería había un cartel gigante en que se leía "Tú y yo a 3 msc". Unos pasos más adelante, se encontraba JiMin, con sus ya conocidos Jeans negros rasgados, Timberlands, una playera Blanca y una camisa abierta a cuadros.

Abrí la puerta y corrí a sus brazos, los cuales me envolvieron dulcemente, me dio una vuelta en el aire, al mismo tiempo que depositaba un beso en mi mejilla.

— ¿No ibas a estar con tu tía?

—Sorpresa... sé que el cartel lo esperabas de un novio, pero ese es un futuro muy lejano.

Quería llorar, realmente el idiota me había sorprendido. A pesar de que la película aludida no me gustaba, era un detalle tan hermosa, que aquel hecho era tan insignificante.

— Fue el mejor regalo de todos los tiempos—comenté sonriendo e ignorando el comentario respecto a un novio.

— ¿De qué regalo hablas? —se separó—. Aún no hay ningún regalo.

—Claro que sí, el letrero y...

—¡Feliz cumpleaños, palurda! —YoonGi corrió donde estaba y me dio un abrazo con NamJoon detrás de él.

—Creo que soy el último—dictaminó sonriendo.

—Lo eres—lo abracé y ambos reímos.

—Diecisiete años, eres una vieja.

—Gracias, supongo.

—Vamos a casa―asentimos ante lo ordenado por Park.

El antes mencionado hizo que sacara mi mochila para él llevarla, luego rodeó mi cintura con su brazo.

NamJoon y YoonGi rieron, mientras decían que ambos parecíamos novios. A lo único que me limite fue a rodar los ojos, con ellos ya no se podía discutir aquello, eran demasiado tercos.

—¡HaNa! —me detuve en seco al escuchar esa voz al igual que JiMin. Nos dimos vuelta lentamente, escuchando las risas retenidas de ambos mayores—, ¡Feliz cumpleaños!

La señora Kun me abrazó para luego darme una fuente con varias galletas de vainilla aliadas con chocolate. Les seré sincera, esas galletas eran maravillosas y creo que es una de las pocas cosas que me mueven para ir a su casa, también el bello sobrino que tiene, Seo In Guk.

Al punto, le di las gracias y antes de que pudiera irme, tomó mi manga al igual que la de JiMin.

—Ustedes dos, ¿Están saliendo? —negamos, esperando como respuesta algún puchero o algo por el estilo, en cambio ella sonrió, radiante—. HaNa, ¿Conoces a mi sobrino? —asentí, ¿Cómo no lo conocería? —, es lindo, ¿verdad?—nuevamente asentí y vi a JiMin, el cual veía a la señora con una ceja alzada, cuánto me gustaría poder hacer eso—. Porque no vas más tarde a mi casa, él vendrá y me gustaría se hicieran cercanos.

—Está ocupada—JiMin sonrió—, estará con nosotros.

Le pegué en el estómago y ella rio.

—Entonces para la próxima.

—Yo creo—sonreí y me despedí de ella.

NamJoon sonrió y junto con el pálido rieron y golpearon a JiMin.

—Deja que tenga un novio, al menos.

—Ella es mía—me abrazó, besó mi mejilla e hice una mueca.

―No tengo dueño, ni nunca lo tendré. Ni siquiera es una frase linda. Si es tu frase de galán, cambiala.

—Por cierto, el martes 20 estás ocupada—me guiño un ojo.

—Ya tengo planes, Park—lo miré—, estaré en mi casa, escuchando las canciones de Seventeen mientras lloro y mis arterias se tapan por todos los pedazos de pizza que comeré.

—¡Agh! —el moreno se quejó—. Con YoonGi y JiMin nos costó demasiado encontrar esos boletos.

Mi sangre por un momento se heló y negué con mi cabeza. No quería creer que lo que estaba pensando era verdad.

—¡Feliz cumpleaños! —replicaron sacando cuatro entradas para el concierto de Seventeen.

Me lancé a abrazarlos.

—No tenían que hacerlo, es demasiado grande para mí.

—La verdad, fue todo planeado y ejecutado por JiMin—YoonGi sonrió—, era como un novio en busca del regalo para su novia.

—Por un momento pensé era GaYeon quien quería esos boletos.

Mantuve una sonrisa en mi rostro, aunque no quería que en mi rostro estuviera una.

Esa chica me había hablado y no me había agradado para nada. Era de aquellas personas que siempre querían ser el centro de atención, ser mejor en todo y no importa humillar a los demás siempre y cuando ella le agradara a la gran mayoría de las personas. Y para empeorar las cosas, Jimin había cancelado nuestra tarde de películas el sábado pasado para estar con ella.

—Es HaNa—JiMin rio—, mi mejor amiga, claro que haría algo así.

—Y yo algo así por ti, bobo.