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Era uno de aquellos días en los que despertaba feliz a más no rebosar. Había actualizado unos de mis fics, Summer había actualizado el suyo y había hablado con ella. Cuanto me había ayudado en todo. Para cuando discutí con EunSoo, con unas simples palabras hizo que me sintiera bien. No me arrepentía en lo más mínimo en haber entablado esa amistad con esa chica de California.
Mi padre había accedido a una maratón de una serie trivial que encontramos en Netflix, mi hermano había ido a un cumpleaños, mi hermana tenía clases en la Universidad-sí, un sábado, terrible- y mi mamá vio aquella maratón con nosotros.
El reloj marcaba las 5:30 de la tarde, cuando comencé a ordenar mi habitación. Raro en mí, pero debía hacerlo. Luego de lo ocurrido con Jimin me había dado qué pensar acerca de aquel "contrato", él estaba dispuesto a arreglar las cosas conmigo si yo sabía de qué contrato hablaba, y parecía que era muy importante para él.
Coloque el reproductor de música a un volumen razonable y GFriend con "Me gustas tu" comenzó. Cantaba la canción y de vez en cuando hacía algunos pasos inventados. Terminé mi escritorio y comencé con el closet donde guardaba las cosas que ya no ocupaba. Antes de abrirlo escuché la risa de papá en el umbral de mi puerta y me di vuelta a mirarlo.
― ¿Por qué tan feliz? -me encogí de hombros.
—No lo sé—ambos reímos.
—Así que ordenando tus cosas—asentí y me senté en mi cama, a lo que él también lo hizo—, hay muchos tesoros aquí—nuevamente reímos.
—Sí, creo, demasiados.
—Bueno, debo irme, iremos a buscar a tu hermano, tu hermana se quedará a dormir con unas amigas, tienes la casa bajo tu cargo dos horas.
—La cuidaré—prometí sonriendo.
Se levantó de la cama y salió de la habitación, a los segundos después escuché el grito de despedida de ambos adultos.
Procedí a abrir el closet y luego limpiarlo. Saqué muchas cosas antes de encontrarme algo que hizo una punzada se hiciera presente en mí. Ahí estaba el castillo de conos de papel higiénico que JiMin me había regalado cuando recién nos habíamos conocido. A su lado, una hoja de papel arrugado, con unos stickers. Lo tomé dudosa y leí la letra que tenía en grande "CONTATO". Quería llorar de la emoción al encontrar eso, reír debido a la palabra mal escrita y hacerme bolita debido a la sorpresa.
No sé si estaba preparada para aquello, para saber porque Jimin se había enojado. Aun así, decidí leerlo.
"Yo la pinsesa Ahn Ha Na eligo a Park Ji Min como mi sapo y pometo convertirlo en pincipe otorgandole mi primer beso para cuando ambos tengamos edad y estemos peparados".
En cualquier otro momento hubiera tomado un bolígrafo y comenzado a corregir las faltas ortográficas, pero no podía. Jimin creía que había dado mi primer beso y con JaeBum.
Entendí todo: Jimin creía que lo había traicionado.
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