veinticuatro

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Los días pasaban extrañamente rápidos a causa de los exámenes, trabajos prácticos y los últimos detalles para la gira de estudios

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Los días pasaban extrañamente rápidos a causa de los exámenes, trabajos prácticos y los últimos detalles para la gira de estudios. Mis últimos días habían sido de completo estrés solo enfocada en la escuela y mis calificaciones, las cuales debía cuidar desde hace ya dos años atrás debido a que ayudaban a que pudiera entrar a la universidad que quería.

El invierno, afortunadamente, ya había llegado a Seúl y junto a ello mi pensamiento de no querer crecer típico de diciembre, enero y febrero.

Bajé las escaleras, viendo mi vestimenta y asegurándome que llevara la tarjeta para pagar el pasaje del autobús, toqué las correas de mi mochila, confirmando que llevaba un jean para cambiarme si es que lo necesitaba. Mordí mi labio, nerviosa, ante la gran posibilidad que mamá me dijera que no podía salir debido a que era nochebuena. Dejé escapar un suspiro, antes de abrir la puerta de la cocina, dejando ver solo mi cabeza.

—Mamá, ¿Puedo salir? —asintió sin despegar la mirada de la comida que estaba preparando con papá. Se pasaban una tarde completa cocinando para estas fechas—. Saldré del condominio, ¿puedo?

—Si es con YoonGi y NamJoon, sí —hice un mohín el que deshice de inmediato, ya que papá se había girado a verme. Sonreí, asintiendo.

—Adiós—cerré la puerta de la cocina, apresurándome a tomar mi celular y salir de la casa.

—¡Llega antes de las nueve, niña! —rodé mis ojos ante el grito de papá, era obvio que llegaría antes de las nueve, solíamos cenar a las diez y no dejaría que por mi culpa atrasaran su comida.

Caminé con pasos lentos hasta la salida del condominio, donde JaeBum me estaba esperando. Tome una bocanada grande de aire, tratando de que mis nervios se tranquilizaran un poco, mi corazón pareció dar un vuelco cuando él se giro a verme con una sonrisa y algo se movió en mis tripas. Solo fui capaz de sonreír, mientras me acercaba a él. Salí del condominio y me acerqué.

—Ahora vamos a mi manera —dictaminé, tomando su muñeca y arrastrándolo a la parada de autobuses, ignorando todas las cosas extrañas que sentía en mi interior.

Rasqué mi nuca para cuando estuvimos delante de la pista de patinaje, hice una mueca viendo los patines ya puestos, cuidando que JaeBum no viera mi expresión

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Rasqué mi nuca para cuando estuvimos delante de la pista de patinaje, hice una mueca viendo los patines ya puestos, cuidando que JaeBum no viera mi expresión. "Te dije que debías aceptar venir a patinar primero con tus amigos" mi yo interior parecía burlarse de mí en esos momentos "ahora pasaras vergüenza en frente de JaeBum".

best friend ; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora