best friend ; pjm

quince

Sonreí y me lancé al sofá, me tapé con una manta al mismo tiempo que prendía la televisión. Hice una mueca para cuando mi hermana se instaló en el sillón a mi lado y mi mamá a su lado. Coloqué el ESPN recibiendo las quejas de mi madre junto con la celebración de mi hermana debido a la carrera de autos que estaban pasando.

—No deberían ser un poco más... femeninas.

—Mamá—HeeYeong la miró—, un programa no define si somos femeninas o no—tocaron la puerta y las tres compartimos miradas, ninguna quería ir a abrir la puerta.

—HaNa, ve tú—miré a mamá y apunté a la chica a su lado.

—HeeYeong es la mayor.

—Tú eres la jefa aquí, ve tú.

Mi madre se levantó refunfuñando y se levantó hablando entre dientes. Acerqué mi celular y revisé Facebook, mientras esperaba a que mamá volviera. La ya tan conocida voz de la madre de Jimin hizo que entrará en estado de alerta. ¿Qué demonios hacía ella aquí?

Escuché pisadas acercarse hacia donde estábamos y no solo las de las crocs de mi madre y las zapatillas de la señora Park, sino que había otro y eso hizo que entrará en pánico. Mis sospechas eran ciertas, junto con la señora estaba su ilustre hijo, Jimin.

Quería enterrarme en la tierra y desaparecer de ahí, lo más pronto posible, no podía soportar nuestras miradas conectadas.

—Hola, hermosa—la señora Park me abrazó y sonreí.

—Hola—el tono en el que Jimin dijo aquel hola, había dolido y mucho. Es más, hubiera preferido nunca me hubiera saludado.

—Hola—no me sorprendí de mi tono, había saludado como saludaba a un extraño, con cortesía, pero un poco fría.

Si algo que había aprendido y mis padres me habían calcado desde pequeña, era que no porque estuviera enojada con alguien no le negaría el saludo ni tampoco lo haría desagradable.

—HeeYeong creció tan rápido, el próximo año se titulará, no lo puedo creer—mi hermana rio y sonrió.

—Y Jimin ya va en la Universidad— mi madre sonrió y la señora Park negó.

—Jimin va a ir en dos años más, va a postular a una beca en la Universidad de Boston, por el momento está aprendiendo el idioma.

Podría jurar mis ojos estaban llorosos, sentía que mi garganta ardía y no era exactamente porque había perdido mi auto favorito.

—HaNa, ve a traer bebidas para la señora Park y para Jimin, por favor—miré a mi hermana y asentí. Otra vez más, me había salvado.

Quité la manta y caminé a la cocina. Me demoré lo más posible en servir dos vasos con limonada, de verdad no quería volver a dar la cara.

Les di a ambos los vasos y me senté donde antes estaba. Digerir aquello de la Universidad en Boston había sido difícil y tan solo quería llorar, pero no podía, no delante de tanta gente. Jimin sabía que me cerraba y que solo confiaba en él. Que no era de aquellas personas que lloraban en frente de cualquiera y le decía sus problemas a toda la gente, que prefería guardarse las cosas para ella misma, para llorar en silencio y que le costaba confiar en alguien, luego de tantas decepciones.

—HaNa, cariño, ¿Cuándo irás de nuevo a casa?—me tensé al momento en que escuché aquello al igual que JiMin.

—Yo...

—Mamá, estamos peleados—informó sin mirarme.

—Lo sé, pero ¿No creen que son peleas de niños?

—No—ambos respondimos al mismo tiempo. Maldito egoísta.

—¿Por qué no hablan y arreglan las cosas? —Jimin iba a responder a mi mamá, pero no se lo permití.

—Mamá, ¿Podemos no hablar del tema, por favor? Es cosa de Jimin y mía, no quiero sonar maleducada, pero es la verdad. Cuando llegué el momento adecuado, nosotros hablaremos y veremos qué es lo mejor para nosotros.

HeeYeong me sonrió, Jimin asintió, en apoyo a mi respuesta, y ambas madres asintieron sonriendo.

—Está bien—la señora Park sonrió—. Venía para invitarlos al evento de recaudación de fondos para la Iglesia, espero puedan ir, es este sábado, todo el día, la entrada cuesta...

Dejé de prestar atención y maldije en mi mente, mamá me obligaría a ir y mi plan para el sábado era hacer nada en la mañana, pasar la tarde viendo con mi papá Teen Wolf y en la noche comer e ir a dormir.