veinticinco

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Año nuevo ya había pasado y junto con ellos las tardes en las que espiaba a Jimin iban llegando a su fin. Cada día me prometía a mí misma que no lo volvería a hacer por mi bien, el de Jimin y para no lastimar a JaeBum.

Dejé escapar un quejido al darme cuenta de que las cosas estaban yendo nuevamente mal para mí, sonreí ante aquello, era obvio que todo lo relacionado con Jaebum era tan perfecto que algo debía ir mal. Y obviamente algo iba mal. GaYeon y él eran mejores amigos, de un día para otro, sorpresivamente, se convirtieron en aquello. En el momento que lo supe, me enojé y demasiado, no porque él tuviera una mejor amiga, menos porque fuera GaYeon, ella no tenía ni una pizca de culpa de mi enfado, a diferencia de JaeBum, quien realmente tenía la culpa de todo esto. ¿Im Jae Bum, mejor amigo de Ga Yeon? Todos los cercanos a Im podrían darse cuenta de la hipocresía y el cinismo de la situación, por situaciones obvias que prefiero no mencionar.

Mamá termino por enterarse de la existencia de JaeBum, y de lo que teníamos, aunque fingió no saber nada al respecto, sabía que ella estaba al tanto de todo, como dije anteriormente, mi mamá era mejor que la FBI. Agradecía que mamá no fuera invasiva, nunca lo fue, de hecho, y me diera mi espacio y tiempo para confesarle a mis hermanos y, por último, a papá sobre el chico.

—Hoy es diecisiete, HaNa —miré a YoonGi, colocándome boca abajo en vez de boca arriba para verlo, apoyé mi cara en mis manos e hice un mohín.

—¿Por qué Seventeen es mi grupo favorito? —mi yo interior rodó los ojos de una forma tan exagerada ante mi frase y suspiró, molesta.

—Ji...

—¡Ji.. ! —NamJoon exclamó acercando su rostro al mío, no demore en empujarlo lejos de mi con un dedo, fastidiada. Su expresión cambio al ver por la ventana—. ¿Qué hora es?

—18:30.

—¿Deberíamos ir a despedirnos de Jimin? —me tensé al momento e inflé una de mis mejillas, como fingiendo no haber escuchado.

—Sí, luego será más díficil para él... y para nosotros.

—¿Vienes, HaNa? —los miré y sonreí.

—Los voy a dejar a la puerta —me levanté de la cama y bajé las escaleras detrás de ellos. Hoy era el último día, la última oportunidad para reconciliarme con Jimin—. Denle mis buenos deseos a Park.

Cerré la puerta y me deslicé por la puerta. Revolví mi cabello y corrí escaleras arriba para encerrarme en mi habitación. En mi mente me debatía si ir o no, Jimin de seguro estaba ocupado con los preparativos de último minuto.

Siempre me había caracterizado por ser cobarde, minutos antes del acto estaba con muchas ganas de hacerlo y con todos los sentimientos a flor de piel, pero cuando llegaba el momento de actuar, aquellos sentimientos eran reemplazados por la cobardía y no podía hacer nada al respecto, tan solo dejaba que las cosas pasaran. Como en la academia.

Lancé un cojín en una dirección que ni siquiera me di la gana de saber cuál era. Tomé mi celular junto con mis audífonos, los conecté y me dejé deprimir con las canciones aleatorias, que mi celular escogía.

Mamá ya había aparecido en mi habitación amenazando con castigarme si es que no me acostaba, debido a que ya era pasada medianoche. No hice más que taparme con las cobijas de mi cama, sin siquiera colocarme pijama. Las lágrimas comenzaron a caer y los sollozos eran silenciados por la almohada.

"Sí ni los gansos ni la pista de patinaje pudieron detener a Ahn Ha Na, ¿esto lo hará?"

Mordí mi labio, tenía razón, no dejaría que esto me detuviera, debía arreglar las cosas con JiMin. Mi vista se fijó en la hora de mi celular, un cuarto para la una de la madrugada. De seguro, Jimin ya había salido en dirección al aeropuerto hace varios minutos atrás, sin embargo, la despedida de seguro ocuparía varios minutos que me podrían ayudar.

Me levanté de mi cama, yendo directo a mi billetera donde, afortunadamente había dinero para un viaje ida y vuelta de casa al aeropuerto, y viceversa. Llamé a un taxi, y cuando supe estaba fuera de casa, salí con cuidado de no hacer ruido.

 Llamé a un taxi, y cuando supe estaba fuera de casa, salí con cuidado de no hacer ruido

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Corrí hacia la entrada a control de identidad y sonreí al ver al chico solo, en la fila. Mi estomago fue víctima, una vez más, de los nervios, sin embargo, lo ignore.

—¡Jimin! —el aludido se dio media vuelta, dejándome ver sus ojos brillosos. Miré a los policías que estaba a cada lado de las puertas e hice una mueca, haciendo señas para que se acercará. En cosa de segundos frente a mí.

—¿A qué viniste, HaNa?

—A molestarte como lo he hecho toda la vida—confesé—. Y a cumplir el contrato.

Sin más me acerqué a él y estampé mis labios contra los suyos. Sentí como sus brazos abrazaban mi cintura, haciendo que tuviera la suficiente confianza como para que pudiera llevar mis brazos a su nuca. Mis movimientos eran torpes a diferencia de los de Jimin, nunca había besado a alguien y mucho menos hablado con alguien sobre como se hacía, en realidad, cuando MinJoo hablo de aquello la ignore. Sentí las lágrimas saladas colarse en el beso y me separé de él. Ambos estábamos llorando y verle ahí, delante de mí, llorando, rompió mi corazón. No obstante, sonreí.

—Yo... yo quiero que cuando vuelvas, vuelvas feliz y con un título debajo del brazo. Lamento tanto el haber discutido contigo, no... no medí mis palabras y tan solo lancé mierda a todos lados. Pero quiero que me perdones y que ojalá que cuando vuelvas podamos volver a ser los buenos amigos de antes.

—Dios, HaNa —secó sus lágrimas, desviando su vista para luego mirarme a los ojos y sonreír—. Espero, que cuando vuelva, no sigas confundida con lo de JaeBum—sonreí. NamJoon y YoonGi eran las únicas fuentes de los dos para saber del otro—. La culpa fue de los dos, las discusiones son de dos, no de uno, perdóname tú también, ¿Sí? Lamento no haber podido disfrutar mis últimos meses en Corea contigo y cuando vuelva, volveremos a ser esos amigos que éramos antes de esa estúpida discusión —asentí, sintiendo las lágrimas volver a salir y lo abracé, refugiándome en su cuello.

 La culpa fue de los dos, las discusiones son de dos, no de uno, perdóname tú también, ¿Sí? Lamento no haber podido disfrutar mis últimos meses en Corea contigo y cuando vuelva, volveremos a ser esos amigos que éramos antes de esa estúpida discusi...

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best friend ; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora