¡Bienvenidos A Hinsdale!

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Abril se sentía bastante estresada y se notaba en su rostro. El camino parecía no tener fin y lo único que evitaba que saltara del auto era ver a Scott infeliz.

Kyle tomo una desviación hacía un camino de tierra, que poco a poco se llenaba de casas de piedra aunque la mayoría estaban abandonadas, cubiertas de moho y plantas.

Entre mas se adentraban en el pueblo, las personas de las casas habitadas miraban fijamente el coche. No una mirada de desprecio, ni de curiosidad si no mas bien de tristeza como si les diéramos lastima.

El auto se detuvo frente a algo similar a un motel varias habitaciones individuales se alcanzaban a distinguir por la entrada donde una señora salia y se dirigía hacia el auto.

Las personas seguían mirándolos descaradamente aun sabiendo que Abril se había dado cuenta. Ella miro a su familia pero a nadie parecía darse cuenta de las perturbadoras miradas.

- Chicos - Anuncio Sarah, captando la atención de ambos. - Ella es Rose mi hermanastra.

El sol era demasiado abrazador como para ver a la mujer que estaba junto a Sarah. Ella solo agito la mano para despistar y se giro a hacia su padre.

- Lo notaste - Dijo al mismo tiempo que ayudaba a Kyle con las maletas.

- ¿Notar que?

Abril parecía extrañada, se giro hacia atrás para verificar. Pero ya no había nadie y si no fuera porque salieron a observarlos ella juraria que este era un pueblo fantasma.

- No nada olvídalo.

Kyle asintió confundido por la pregunta y se dirigió a la entrada.

Prefirió ignorar aquello y seguir a Kyle.

Rose los guio hasta el interior que al igual que todo el pueblo tambien era de piedra, subieron los escalones hasta el segundo piso. Ella abrió una puerta y se giro hacia ellos.

Ahora, la veía claramente y le costaba trabajo creerlo.

Quizá tendría la misma edad que Sarah pero a pesar de su edad se veía joven y hermosa. Aunque eso era irrelevante comparado con sus ojos que eran exactamente iguales a los de Abril.

Jamás había visto a alguien con el mismo color que el de ella y ver a Rose la hacia sentir reconfortada de alguna forma.

- Esta sera la habitación de los niños y la de al lado la pueden usar ustedes - Se giro hacia Sarah y le entrego las llaves.

La mujer se despidió y bajo. Al cruzar miradas con Abril esta tubo la misma reacción que ella al ver el color de sus ojos.

Entonces aquella mínima sensacion de comodidad desapareció.

Su mirada solo reflejó odio e inferioridad como si la propia Abril fuera una cucaracha para Rose. Pero no le importó la chica sabia que era una anciana sin valor.

Abril se encontraba, en la cuarta mesa de la fila izquierda sola. Sus padres y Scott estaban bailado, bebiendo y divirtiéndose con la gente del pueblo. Mientras que ella, se encontraba sentada e inexpresiva pero poco le importaba su situación y el como la vieran los demás.

Rose les había dado un pequeño recorrido por Hinsdale. Misteriosamente en el momento, en el que hacían el tour, las personas caminaban por el pueblo he incluso saludaban a Abril de forma amistosa.

Pero lo que mas la divirtió del tour, era la forma en que Rose la miraba con desprecio e hipocresía. Ella olvido rápidamente el asunto ya que no pretendía perder en tiempo en la anciana.

Ver a la gente bailando, divirtiéndose y reír era sumamente aburrido. Abril siempre había intentado convencerse de que odiaba hacer todo eso, pero cuanta verdad había de eso.

- Chicos creo que es hora de que suban y se duerman, son demasiado jóvenes para estar aqui.

Dijo Sarah considerablemente ebria. Pero ¿Qué podia hacer Abril? Solo disfrutar la jaqueca que tendría la mujer al dia siguiente.

Scott también ebrio la miro de reojo pero antes de que el pudiera replicar algo. Abril lo tomo del brazo y lo arrastró hacia la entrada de la habitación.

- ¡Suéltame! - Exclamo él chico liberándose del agarre de su hermana.

Ella lo miro sin expresión alguna y se froto la sien ¿Qué demonios esta haciendo?

- ¡Es TÚ culpa! - Grito, señalándola con el dedo indice.

- ¿Que es mi culpa? - Pregunto encarnando una ceja.

- ¡Todo! Mi vida se convertirá en una mierda por tu culpa.

No le intereso, ella solo quería subir al techo y observar la luna llena. Nuevamente tomo a Scott pero este se soltó bruscamente.

- ¡No! Deja de controlarme - El se giro y empezó a descender.

- Scott ¡Regresa a la habitación! - Habló con esa monotonía de siempre.

- Te diré una cosa hermana - Dijo acercándose a ella peligrosamente - Te vas a morir sola. Nadie querrá a una maldita muñeca de trapo como ¡Tu! Porque no tienes sentimientos.

El chico se hecho a reír, Abril se tenso y apretó los puños.

Ignóralo.

No sabe lo que dice.

Sus palabras ni siquiera tienen sentido.

Se repitió a si misma y se acerco a Scott.

- Haz lo que quieras ¡Lárgate a donde quieras! A mi me importa una mierda lo que te pase.

Su semblante cambio, al parecer Scott no estaba tan ebrio como parecía. Pero a Abril no le intereso, ella le dio la espalda y se dirigió hacia su habitación.

- Acaso sonríes ¿Si quiera conoces la felicidad? Porque jamas he visto otra emoción que no sea ira.

Ella ignoro el dolor punzante en su pecho por las palabras amargas que su hermano le decía, ella trato de convencerse de que Scott era un estupido y estaba ebrio.

Se giro hacia el para defenderse pero Scott ya estaba rodeando con el brazo a una chica, pelinegra y voluptuosa.

Corrió a la habitación y cerro la puerta de golpe se sentía frustrada, lastimada y no entendía porque o mas bien no quería entender porque.

Se quito las botas y las lanzo, algo se rompió pero no le tomo importancia, no sabia como reaccionar no entendia. No sabia que hacer.

Era algo que no sentía hace muchísimo tiempo. Se tiro al suelo y se metió debajo de la cama, estando ahí abrazo sus piernas contra su pecho y mordió su labio inferior hasta que la sangre comenzó a brotar.

El tenia razón era una muñeca de trapo insensible, incapaz de sentir emoción alguna y eso le aterraba.

No soy una de ellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora