Sentimientos Desconocidos

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Unas cuantas horas después, finalmente la tortura había terminado. Abril yacía tirada en el suelo. La camiseta se le pegaba al cuerpo, por el sudor y su respiración poco a poco se normalizaba.

Cerro los ojos nuevamente y recordó.

- Acaso sonríes ¿Si quiera conoces la felicidad? Porque jamas he visto otra emoción que no sea ira.

Se giro hacia el para defenderse pero Scott ya estaba rodeando con el brazo a una chica, pelinegra.

Corrió a la habitación y cerro la puerta de golpe se sentía frustrada, lastimada y no entendía porque o mas bien no quería entender porque.

Se quito las botas y las lanzo, algo se rompió pero no le tomo importancia, no sabia como reaccionar no entendia. No sabia que hacer.

Se tiro al suelo y se metió debajo de la cama, estando ahí abrazo sus piernas contra su pecho y mordió su labio inferior hasta que la sangre comenzó a brotar.

Seguido de aquello una chica entro, pero no la reconoció.

Le daba pereza y a la vez vergüenza salir de su escondite. Hasta que noto el extraño vestido negro de holanes que llegaba hasta el suelo igual que su capa.

Abril desconfio y observo cada movimiento con atención. Dio varias vueltas alrededor de la habitación.

De pronto aquellos ojos que parecían brillar de una forma tan tetrica y escalofriante, la miraron fijamente.

Hipnotizada por el resplandor de aquellos ojos, ni siquiera se dio cuenta, de que ella la había sacado de la cama.

Reacciono cuando la sujeto del pelo y le hecho la cabeza hacia atrás, rápidamente se reincorporó e intentó soltarse pero su torso estaba atrapado entre las piernas de ella y la base de la cama.

Sus ojos dejaron de hipnotizarla y regresaron a la normalidad. Se sobresalto cuando vio el color de su ojos. Aquel verde azulado de Rose, de ella y ahora de esta chica.

Con una mano sujeto su frente con fuerza y con la otra, le daba a beber un extraño liquido. Que tenia un sabor amargo y espeso, lo más asqueroso que había probado en su vida. No pudo evitarlo.

Ella la dejo caer en seco.

Comenzó a sentirse muy mareada, pero no demasiado como para saber que era la chica que se había ido con Scott.

Aquella mujer era Anabelle pero no solo eso, se había llevado a su hermano.

¿Por qué?, ¿Para que?, ¿Qué demonios le había dado de beber? O ¿Cómo se relacionaba con Scott?

Tenia que regresar con ella y obligarla a responder sus dudas.

Abril era muy egoísta y aunque no lo admitiera muy en el fondo no le interesaba el paradero de su hermano, solo regresaría con Anabelle para vengarse por lo del liquido, obligarla a hablar y con suerte se acordaria de Scott.

Sorbió aire por la nariz y entró. A simple vista no había nadie, pero sabia que Anabelle debía estar ahí.

Escucho a alguien ascender por las escaleras del sótano, presintió que era Anabelle y se coloco a un lado de la entrada al sótano.

Ella salió enseguida y Abril observó atónita a la chica. Y como olvidarla si era la culpable de que Scott desapareciera y le había dado esa cosa extraña de beber a la fuerza.

Abril como siempre no pensó en sus acciones.

La chica se dio cuenta de la presencia de Abril demasiado tarde.

No soy una de ellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora