Verde Y Gris.

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   Hacía pocos minutos que había despertado bajo la cama, ella no recordaba como termino ahí, ni siquiera cuando regreso a la habitación. Tampoco recordaba como se hizo semejante herida en el labio inferior pero no le intereso

    —Quizá bebí demasiado—pensó.

   Después de bañarse, mientras peinaba larga cabellera morada, se le ocurrió recogerlo en dos chongos debido a que el calor era insoportable.

  Busco en su maleta y encontró un par de moños con ojos en el centro, que Scott le había regalado en navidad.

  Se acomodo las medias de rayas verticales. Y se miro al espejo, La herida en su labio inferior era horrible y anuqué no le importaba demasiado. Ella debía ocultarla para que Sarah no preguntará.

  La chica salió de su habitación el dia estaba nublado pero aun asi el calor se podía sentir.

   Entro a la habitación de Kyle y Sarah. Ellos obviamente estaban crudos, ni siquiera se habían levantado.

   A ella le divertia demasiado la situación, no podia esperar a ver a Scott.

  Decidió dejarlos. Cerro la puerta y bajo a la cafetería. Rose se encontraba en la entrada hablando con dos mujeres, una de ellas sollozaba y la otra se veía muy molesta pero a la vez estaba tranquila.

  No le tomo importancia y continuo dirigiéndose a la cafetería. Al igual que ayer las personas la saludaban amigablemente pero comenzaba a aburrirse de la amabilidad de todos he incluso empezaba a creer que mas bien se estaban burlando.

   El pueblo tenia cierto aire victoriano. Casas de piedra, puertas de madera y ventanas de madera

   Cansada de la gente del pueblo y su amabilidad hipócrita. Decidió caminar hasta lograr estar sola.

   Llego al final del pueblo donde el camino de piedras terminaba y el bosque comenzaba. Alrededor de ella solo habían casas abandonadas y silencio.

   Miro el cielo gris y nublado. Cerro los ojos, era un silencio muy tentador que la invitaba a quedarse ahí para siempre. Escuchó un maullido a lo lejos. Busco al gato con la mirada.

   Un gato negro corria hacia el bosque, pero se detuvo justo en el final del camino de piedras. Ella avanzo hasta el, pero este se alejó nuevamente.

  Había un par de escalones que observó momentáneamente, aquellos escalones que podría decidir no bajar y continuar en la seguridad del pueblo.

    Antes de terminar de reflexionar sobre aquello Abril ya estaba tomando el gato entre sus manos.

    Se giro y miro el camino de piedra a lo lejos; aun no estaba perdida. Pero temia que comenzara a llover.

    - ¡Bájalo!

  La chica se giro y miro al chico frente a ella.

  Su cabello era negro azabache, tez clara y sus ojos. El de la izquierda era de un verde claro y el de la derecha gris.

   Y por primera vez en su vida, ella pensó, que un chico era atractivo.

   Depronto se acerco a ella con timidez y sin mirarla. Sus manos vacilaron al tomar al gato. Pero salto antes de que pudieran tocarlo, le gruño al chico y se fue.

   - ¿Él gato era tuyo? - Preguntó un poco molesta. Por la acción del muchacho.

   Lo había dicho con las misma monotonia de siempre pero con un tono diferente, no sabia exactamente como describirlo; solo había sido diferente.

   —No. Pero si vuelves a ver uno, especialmente si es negro no te acerques a él - Dijo con calma, pero a la vez se veía impaciente como si algo fuera a pasar.

    —¿Por qué?

    —Ah. Son salvajes —se rasco la nuca y se giro hacia ella. Él chico abrió los ojos de par en par. Retrocedió. Su expresión cambio por miedo

   —Esos ojos... —murmuró él chico.

   —¿Qué te sucede? —Intento acercarse pero el retrocedió.

   —¿Eres una bruja?

No soy una de ellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora