Confusión Dolorosa.

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Se giro hacia el lado izquierdo e inhaló el delicioso olor de la almohada, se sentía tan cómoda.

¿Dónde estoy? - Se preguntó

Se encontraba en un cubículo de ¿Tierra?del tamaño del colchón a su izquierda había una cortina que se iluminaba por la luz del otro lado.

Estiro el brazo y toco el techo, un poco de tierra cayo sobre ella.

Abrió la cortina y estudio el lugar a detalle, parecía estar bajo tierra.

Salio de ahí y advirtió que a una de sus botas le faltaba el tacón y no dudo en quitárselas. Se sentía extraña como si estuviera cargando el peso muerto de su cuerpo.

- ¿Como te sientes? - Preguntó Eliot mientras se dirigía hacia un cajón empotrado en la pared

- Bien... - El asintió.

- Te he dado un brebaje que es como anestesia, pero mas potente tienes que hacer algo con esas fracturas.

Ella entendió porque que se sentía extraña.

- ¿Tendré que beber eso? - Pregunto al ver el enorme frasco, con una sustancia amarillenta.

- No solo untarlo.

Ella hizo una mueca.

- Tendrás que sentarte en la mesa, no tengo sillas.

Asintió y se subió a la mesa sin esfuerzo, Eliot vacilo cuando comenzó untar esa cosa en su brazo.

Su actitud era tan voluble algunas veces se comportaba como psicópata y otras como un niño inocente, de alguna forma sentía cierta curiosidad sobre él.

- Tus costillas tambien están rotas - murmuró.

Ella no lo entendió hasta que atisbó como se sonrojaba eliot, rodo los ojos.

- Date vuelta - Ordenó.

Él obedeció y se giro. Abril titubeo antes de quitarse la blusa.

Esto le hacia recordar que ni siquiera había besado a alguien. Los hombres normalmente le tenían miedo aunque Abril era hermosa.

Sintió un alivio cuando unto esa cosa sobre un costado y proto dejo de sentir aquel peso muerto.

- Termine

Eliot se giro hacia ella, sin decir nada tomo un poco en dedo indice y cerro el frasco.

Levanto la mirada y la miro a los ojos al mismo tiempo que untaba un poco en alguna herida de su frente.

Advirtió que estaba hecha un desastre su cabello enredado, moretones y rasguños por todo el cuerpo. Le incomodo verse así aunque jamas le había tomado importancia a la opinión de las personas.

- No sabía que había humanos con el cabello morado.

Ella hizo una mueca que casi pareció una sonrisa, pero ni siquiera se dio cuenta.

- Yo lo tiñó de ese color.

Hubo un silencio incomodo cuando ambos se dieron cuenta de lo cerca que estaban. Eliot guardo el frasco en su lugar.

- ¿Qué eres?

Él se giro a verla con tristeza y se sentó a su lado.

- Mi madre era una Bruja Oscura y como ya sabes ellas pierden mas que la cordura.

Ahí estaba otra vez, aquella frialdad en sus palabras y ese cambio de actitud tan radical.

- Ella me encerró en un lugar parecido a esté y comenzó a experimentar conmigo. Nunca entendí porque lo hacía. Hasta el dia que escape - cerro las manos y su semblante cambio por una mirada de odio - Me había cortado los dedos de una mano.

No soy una de ellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora