Dieciocho.

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Me levanto y me giro mirándole.

-¿Qué haces aquí Pablo?-le miro.

-Quería ver a mi hermanita-acaricia mi cara y aparto su mano bruscamente.

-Yo no soy tu hermana-

-De sangre no, pero desgraciadamente nuestros papis están casados-.

-Esa mujer no es mi madre-le miro mal.

-Quieras o no lo es-ríe.

Bufo y le miro.

-¿Que quieres? Se que has venido porque quieres algo-.

-Quizás vengo solo para verte-anda alrededor de mi acariciando mi cuello.

-¡Qué no me toques!-le aparto dándole una bofetada.

Me agarra del cuello elevandome un poco y enfadado.

-Te toco si me da la gana, ¿lo entiendes?-.

Empieza a faltarme el aire y recuerdo la vez que Jesús me cogió del cuello y me ahogó.

Aprieto los ojos.

-No...puedo...-me muevo intentando coger aire.

Me suelta lanzandome al suelo y se pone sobre mi agarrando mis muñecas sobre mi cabeza.

-Sueltame-le miro-

Niega riendo.

-Mami me ha encargado una cosita, y como buen hijo tengo que obedecerla-sonríe falsamente.

-¿Qué te ha dicho esa vieja?-le miro y ríe.

-Te tienes que quedar conmigo unos días hermanita. Mami se ha enterado de que estas con uno de esos gemelitos y pues quiere cosas de ellos-sonríe.

-No-me muevo-no me quedo contigo¡Sueltame!¡Pablo sueltame!-me pega una bofetada.

-Que te calles coño-me mira.

Coge una cuerda y ata mis manos. Hace lo mismo con mis pies.

-¡Pablo!-grito-¡Ayuda!¡Socorro!-me tapa la boca enfadado.

-Cállate-me pone un pañuelo en la boca para que no hable.

Me muevo y me vuelve a pegar.

Las lágrimas caen por mis mejillas y me coge como un saco de patatas. Empiezo a darle en la espalda.

-O te estas quieta o te enteras-.

Sigo y él baja las escaleras saliendo de la casa. Me mete en el maletero del coche. Noto como arranca y acelera.

Intento quitarme las cuerdas pero me es imposible.

(...)

Creo que han pasado unas horas desde que me metió aquí. El coche se ha parado hace unos minutos y solo he escuchado como Pablo se bajaba.

De repente se abre el maletero y me coge como en la casa.

Me muevo y vuelvo a darle en la espalda. Bufa.

Miro a mi alrededor y veo que estamos en una casa de campo alejada de todo; lo típico de los secuestros.

Entramos y me lleva a una habitación donde no hay ninguna ventana, me deja en la pequeña e incomoda cama y me mira muy enfadado.

Se quita la camiseta y me enseña su espalda, tiene varios moratones y arañazos.

-¿Ves esto? Ha sido por tu culpa-me mira-Y por eso tienes castigo-.

Le miro con un poco de miedo.

Se pone sobre mi y niego muchas veces imaginandome lo que va a hacer.

Empieza a darme besos por el cuello.

Intento gritar, desatarme, quitarle de encima pero no puedo.

Las lágrimas comienzan a caer sobre mis mejillas y él empieza a romper mi ropa.

No hay nada ni nadie que lo pueda parar, estamos solos.

(...)

Daniel.

-¿Gab?-busco a mi novia por toda la casa.

Hace unas seis horas que se fue y todavía no ha vuelto, son las 11 de la noche.

Llamo a su teléfono pero suena en el salón. Suspiro.

Cojo la chaqueta y salgo a la calle. Esta lloviendo. Ando con la capucha puesta y buscándola.

-¡Gabriela!-grito-¿¡Gabi donde estas!?-.

Voy enseñando a la poca gente que veo una fotografía suya; nadie la ha visto.

(...)

Dos días.

Llevo dos días sin saber nada de ella.

Desesperado llamo a mi hermano.

-¿Si?-.

-Jesús-mi voz tiembla-Gabriela, ha desaparecido, hace dos días, no l encuentro, ayúdame...-susurro llorando.

-¿Que?-se sorprende-Voy para allá- cuelga y miro la casa nervioso.

Paso mis manos por mi cara y me miro al espejo. Tengo unas grandes ojeras, llevo sin dormir mas de dos días.

Suena el teléfono y rápidamente lo cojo.

-Tenemos deudas pendientes Oviedo, y te las estoy cobrando con una de las cosas que mas quieres-cuelga y miro el teléfono.

Pablo.

Mi idolo es ¡PLAYBOY! #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora