9. Vacaciones

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Me cubrí con la colcha y solté un suspiro.

-Tengo que dejar de venir aquí a dormir.

-¿Por qué? A mí no me molesta.

-Pero llevo semanas viniendo, tengo que aprender a dormir sola o las pesadillas me matarán el día que me quede sola.

-Tú solo duérmete- dijo poniendo su mano en mi cintura.

-Pero, ¿y en las vacaciones qué?

-¿Qué pasa? Pensé que Dumbledore te había dado permiso para venirte con Hermione y nosotros.

-Pero no puedo dormir contigo en tu casa, Jason- dije escandalizada.

-Si se lo explico a mi madre, no habrá ningún problema.

-Ni en broma, todos pensarán algo raro. Todos lo piensan ya...

-¿Y hay algún problema con eso?- dijo serio.

-El problema soy yo, soy una bomba de relojería e insistís en obviarlo.

-Lucy, descansa por favor- me dijo en tono más amable.

Me rendí y me acurruqué, quedándome dormida en cuestión de segundos.

Bajamos del tren y la señora Weasley no tardó en saludarnos con entusiasmo mientras me advertía que el señor Weasley se pondría algo pesado al tener a dos personas que habían convivido con artilugios muggle.

Hermione al parecer ya estaba algo acostumbrada a las preguntas insistentes sobre algún que otro objeto muggle, pero sería algo curioso y divertido para mí, aunque también molesto.

Llegamos a La Madriguera e insistió en que nos sentáramos un rato a hablar todos para enterarse de qué tal iba todo.

-¿Y a ti Lucy, cómo te ha ido? ¿Has conseguido adaptarte bien?

-Sí, no puedo quejarme- me limité a decir.

-Leyó la mente y se protegió de Snape- dijo Ron.

-Y ganó un duelo a Draco Malfoy usando un patronum perfecto.

-Y es una gran buscadora- completó Jason.

-No es para tanto- me quejé.

-Me alegro mucho, Dumbledore debe estar muy contento con tu rendimiento entonces- dijo encantada la señora Weasley, me cambió la cara.-¿Pasa algo, cariño?

-Dumbledore y yo diferimos en algunas cosas, eso es todo.

-Deberías hacerle caso, es un gran mago por no decir el mejor- dijo el señor Weasley entrando.-Me alegro de que te hayas adaptado bien, tus padres estarían orgullosos de ti.

-Señor Weasley, ¿usted pertenece a la Orden del Fénix?- pregunté y todos me miraron con los ojos desorbitados.

-¿Cómo conoces su existencia? Se supone que nadie sabe que sigue en marcha

-Mis padres le dejaron un libro a Dumbledore y ahí ponía algunas cosas sobre la orden y demás.

-Claro, muy listos. Sí, pertenezco a la Orden.

-Entonces tiene que saber qué pasará el día de mi cumpleaños.

-Dumbledore preside la Orden pero eso no significa que nos cuente las cosas, el viejo es algo reservado.

Asentí, lo suponía pero no perdía nada por intentarlo.

-Mamá, Hermione y Ron están saliendo- dijo Fred y George le chocó la mano. La pareja se sonrojó y la madre se puso a decir la maravillosa elección que había hecho su hijo y que su nuera era maravillosa.

Lucy PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora