Capítulo 127 ¡Penúltimo Capítulo!

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F Y quiero que aquí, donde empezó todo, me des la oportunidad de seguir a tu lado como hace tiempo me la diste. Este lugar es muy especial para mí y por eso te trae aquí. Quiero que aquí me des una respuesta a lo que siempre he querido...

Fernando metió su mano en la bolsa del saco y le entregó a Leticia la caja que retiró de ahí.

L: ¿Qué es esto?

Fernando la ayudó a abrir la caja y le mostró a Leticia su contenido mientras le preguntaba:

F: ¿Te quieres casar conmigo, como Dios manda?

L: ¿Es... es en... serio?

F: Es lo más serio que he dicho en toda mi vida. Te quiero y quiero compartir contigo cada amanecer. Quiero que seas la última y la primera persona que veo en el día. Te amo tanto que no me cabe en el cuerpo este sentimiento.

L: Yo... no sé qué decir.

F: Di que sí aceptas pasar el resto de tu vida junto a mí.

Leticia se acercó a Fernando en un cálido abrazo.

L: Claro que acepto. Eres mi vida, mi sol, mi todo. Te amo.

Los meses pasaron entre preparativos para la boda de Leticia y Fernando y el bautizo de Angélica que se llevó a cabo una semana antes del día de la boda. Marcia dio a luz a un barón y lo nombraron Julio como su difunto padre. A Carolina se le adelantó el parto y dio a luz a una niña, a principios de agosto.
Leticia y Fernando decidieron que la fecha para el día de su boda fuera el 22 de septiembre del 2007, la llevarían a cabo en una hacienda en Cuernavaca y seria al aire libre para que todos pudieran ver la hermosa puesta de sol de la tarde.
La marcha nupcial empezó, Fernando notó como caminaba Leticia del brazo de su suegro, Erasmo, y al verla se quedó impactado. Ella recuperó la figura que tenía antes de estar embarazada, incluso se podía decir que se veía más delgada, llevaba puesto un vestido color perla de cuello halter y con la espalda un poco descubierta además de que era largo y tenía un poco de vuelo en la caída de la cintura, el cabello lo llevaba recogido en una cola de caballo que descansaba en su hombro derecho. Fernando se veía bien, como siempre, pero especialmente ese traje era el más hermoso con el que lo había visto Leticia, era color blanco y le sentaba de maravilla, además de que llevaba sus chinos al natural. Al llegar al altar, Erasmo pudo decirle unas palabras por lo bajo a Fernando.

DE: Le entrego a mi niña, cuide mucho de ella porque es mi mayor tesoro.

F: Así será.

Fernando tomó por el brazo a Leticia después de que se sonrieran dulcemente y caminaron pocos pasos hasta quedar situados exactamente frente al altar.

Cura: Hermanos, estaos aquí reunidos para consagrar en santo matrimonio a Fernando Mendiola y Leticia Padilla. Que la divinidad de nuestro creador bendiga estos dos hermanos nuestros que hoy se presentan ante Dios para unir sus vidas.

La ceremonia se llevaba a cabo con pequeños discursos del cura y miradas llenas de amor entre Fernando y Leticia, se tomaban de las manos cuando a cada uno les hacían la pregunta más importante de su vida:

Cura: ¿Leticia, recibes a Fernando como tu legitimo esposo para amarlo y respetarlo en la alegría y en la tristeza, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo y prometes serle fiel hasta que la muerte los separe?

L: Sí, acepto.

Cura: ¿Fernando, recibes a Leticia como tú legitima esposa para amarla y respetarla en la alegría y en la tristeza, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo y prometes serle fiel hasta que la muerte los separe?

F: Sí, acepto.
Después de eso, se colocaron los anillos y todo lo que procedía después de eso.

Cura: Por favor, si hay alguien no conforme con esta unión, que hable ahora o calle para siempre....

Leticia y Fernando voltearon con pánico hacia la entrada. Cuando notaron que nadie se interponía a su enlace, se sintieron aliviados.

Cura: Bien, entonces los declaro marido y mujer. Fernando, puedes besar a la novia.

Se dieron un beso casto enfrente de los invitados para sellar el compromiso más importante de sus vidas.

La fiesta se llevó a cabo en todo su esplendor, fue una fiesta sencilla porque así lo quiso Leticia pero no por eso dejo de ser hermosa. Lety y Fernando abrieron la pista de baile con la canción "Todo Cambió" y después se divirtieron a lo grande junto con su pequeña hija.

La luna de miel la tuvieron en Cancún aunque sólo fueron tres días ya que Leticia no quería dejar tanto tiempo encargada con sus papás a Angélica pero aun así fue muy divertida ya que por un momento se olvidaron de sus preocupaciones y solamente fueron ellos dos.

Leticia y Marcia tomaron el cargo de Conceptos, la señora de Mendiola quedó como presidenta y la señora de Serrano quedó en vicepresidencia en la casa productora.
Al llegar a presidencia, Leticia notó que sobre su escritorio descansaba un gran ramo de rosas y de inmediato supo de quien eran.

L: Mi Don Fernando, tan divino.

Lety se sobresaltó cuando escucho la voz de su marido desde la cuevita.

F: Tú también eres divina.

Ella caminó hacia allá y Fernando la acorraló cuando cerró la puerta de la cueva.
F: Te amo.

L: Te amo.

Ambos acortaron la distancia de sus labios y se rindieron a la pasión del momento.
Ellos eran como los engranajes, si faltaba uno, el otro no funcionaba y su amor era como una vez lo había previsto Juana Valdés "de esos que acalambran hasta el alma". Eran uno solo y no se imaginaban la vida separados. Eran tan afortunados que Dios los había puesto en el momento adecuado, en el lugar adecuado y en la vida adecuada, no se imaginaban que más podían pedir si ya lo tenían todo; el uno al otro.

Continuará...


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NA: ¡¡¡SÓLO QUEDA UNO!!!

Una Esperanza En Nuestras Vidas.(Contunuación 3) LFMBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora