Capítulo 121 ¡Últimos Capítulos!

812 33 2
                                    


Estuvieron a punto de besarse pero el timbre de el celular de Leticia los hizo separarse y, como no quedo otra opción, ella contestó al segundo timbre.

L: ¿Bueno?... Sí, soy yo... ¿A Aldo Domenzaín?... ¿Cuándo pasó eso?... Ok, muchas gracias.

Leticia colgó y guardó su celular en su bolso. Cuando volteó a ver a Fernando, él notó que estaba llorando.

F: ¿Mi vida, que pasó? ¿Quién era?

Leticia no respondía así que Fernando corrió a abrazarla y a secar sus lágrimas con sus dedos.

F: Lety, dime algo, lo que sea pero por...

L: Atraparon a Aldo y no pudieron hacer nada.

F: ¿Cómo que no pudieron hacer nada? ¡No te entiendo!

L: Lo... lo encontraron en Acapulco, él estaba huyendo de los policías que lo perseguían así que agarro una motocicleta acuática y no sé que pasó que se volteó y... y el no pudo nadar contra la corriente... se murió.

Leticia lloró más cuando Fernando la estrechó contra sí.

F: Lo siento. Sé que tú lo quisiste mucho pero...

L: ...ya no nos va a hacer daño. Podemos ser felices sin preocupaciones porque él ya no nos va a lastimar más.

F: ¿Quieres que vayamos a la morge a reconocerlo?

L: No, no es necesario. Su papá, Don Fausto ya lo reconoció y ayer lo enterraron. Lo siento tanto por él, apenas se habían reconciliado y ahora pasa esto.

F: ¿Quieres ir a... a darle el pésame?

L: No, no creo que me haga bien ese ambiente. Ni a mí, ni a mi bebé. Además me dijeron que el señor se fue del país. Lo único que siento mucho es que Aldo haya terminado así, al principio, cuando lo conocí, era un buen hombre pero después, cuando llegamos a México y él te conoció, empezó a tornarse muy posesivo conmigo, como si fuera de su propiedad y tenia actitudes muy extrañas, pero ahora ya no se puede hacer nada.

F: Nunca fue lo que aparentó.

Leticia se separó un poco de Fernando para lograr verle el rostro.

L: Tú nunca me vas a dejar, ¿verdad?

F: Claro que no. Sin ti me muero. Eres mi vida entera y te amo tanto que cuando no estas a mi lado siento que me vuelvo loco.

L: Te amo, Fernando.

F: Yo también te amo, Lety.

La tarde pasó rápido. Fernando llevó a Leticia a su casa y por la mañana se fueron juntos al laboratorio donde les practicaron los análisis de sangre que serían entregados un día antes de la boda. Después se fueron a almorzar a un restaurante que estaba cerca de Conceptos.

L: ¿Sabes algo? Me encanta la idea de que en un par de días vamos a ser marido y mujer.

F: A mi también. No veo la hora de casarme contigo y vivir juntos y ahora sí para siempre. Además de tener a nuestra princesa en mis brazos.

Los días pasaron muy rápido. Ya era viernes y ya le habían mandado el resultado de los análisis al juez, el cual no puso resistencia en que se casaran. En el transcurso de la semana, Leticia le había contado a Tomás y a Carolina lo que había pasado con ella y con Fernando. Sus familiares de Puebla habían llegado desde el jueves y Lupi junto con Lluvia se habían quedado a dormir en su casa. Fernando no había vuelto a ver a Marcia desde el día del incidente de la boda frustrada y tampoco Alicia había tenido noticias de ella. Omar ya estaba al tanto de la situación que había entre "el ex-presidente" y Lety, él cual los apoyaba en todo al igual que Humberto y las muchachas del cuartel. Ese día, Teresita estaba sola en casa hasta que Marcia llego de visita.

DT: ¡Marcia, mi vida!

M: Teresita, hola. ¿Cómo estas?

DT: Muy mal. Tú y Fernando se volvieron locos estos últimos días y eso no me gusta. ¡Hicieron el ridículo con los invitados! Pero estoy segura de que van a recapacitar y a enmendar ese error. Ustedes se aman pero están confundidos. ¡Confundidísimos! ¡Fernando ya hasta se quiere casar con Leticia este sábado! Además...

M: Teresita, nosotros no estamos confundidos, ya dejamos todo muy claro y Fernando y yo no nos amamos. Cada quien ama a otra persona. Él y Leticia van a ser muy felices juntos así como yo con Octavio.

DT: ¿Octavio? ¿Quién es él? No me suena su nombre.

Cada palabra que iba pronunciado Marcia hacía que lágrimas de felicidad llenaran su rostro:

M: Octavio es el mejor hombre que pude haber encontrado. Me ama y me apoya en todo. ¡Vamos a ser papás! Eso nos ilusiona mucho.

DT: ¿El bebé no es de Fernando?

M: No. Es de Octavio. Lo amo muchísimo. Podría decir que lo amo más de lo que amé a Fernando. Octavio es mi otra mitad. ¡Por eso me casé con él ayer!

Marcia se limpió las lágrimas que cubrían su rostro y sonrió mientras que Teresita se había quedado atónita con lo último que le había dicho la Villarroel "Octavio es mi otra mitad. ¡Por eso me casé con él ayer!".

Continuará...

Una Esperanza En Nuestras Vidas.(Contunuación 3) LFMBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora