Capítulo 113 ¡Últimos Capítulos!

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Leticia ya había salido del baño aunque salió muy angustiada y alterada, los paramédicos la checaron. Lilen les dio el número de celular de Tomás a los oficiales, allí le contaron lo que pasó, después él quedó de ir por ella hasta al restaurante. A Lilen se la llevó la policía después de que Mora llegara por Leticia y la llevara a su casa a descansar, por fortuna, don Erasmo y doña Julieta no se encontraban ahí.

L: Tomás, dime la verdad ¿le pasó algo a mi bebé?

T: No, Lety. Calmate, gracias a Dios no le paso nada.

L: ¿Me lo juras?

Su hermano del alma se acercó a ella y la abrazó.

T: Por lo más sagrado.

Después de un rato de estar así, se separaron y a Leticia le venció el sueño. Tomás iba bajando las escaleras cuando se encontró a Erasmo y Julieta.

DJ: Tomásito, que gusto verte. ¿Cómo estas?

T: Bien.

DE: No lo dices muy animado. ¿Le pasó algo a Lety?

T: Es mejor que ella les cuente. Por ahora esta bien dormida. Yo me tengo que ir, voy a ver a mi chica.

DJ: ¡Jijijiji! La saludas de mi parte.

El viernes por fin había llegado. Faltaba solamente un día para la boda de Fernando y Marcia. Todos habían ido a trabajar a Conceptos a excepción de Leticia que se encontraba haciendo maletas en su casa.

L: ¿Ya tienen todo listo?

DE: Sí, nada más falta que tu mamá guarde en el carro la comida para el camino.

La familia Padilla Solís había tomado carretera hacia Puebla en el coche de Leticia. En el camino, ella les contó lo que había pasado con Aldo el día anterior.

En Conceptos, Fernando se encontraba buscando a Leticia por todos lados.

F: ¿Cómo que no saben nada de ella?

Ma: Así es, don Fer. Desde ayer al medio día que no la hemos visto.

F: ¿Y no se ha reportado, Paula María?

PM: Para nada, Señor. ¿Cree que le haya pasado algo?

F: No sé, no sé.

Lo: ¡De veras que yo no acabo nunca! Ni en su celular responde.

F: ¡Diganme algo nuevo! ¡Eso ya lo sé!

Tomás que acababa de llegar se acercó a ellos.

T: Don compañero don Fernando, ¿qué pasa?

F: Que no encontramos a Leticia por ningún lado. ¿Usted no sabe nada de ella?

T: Pues... mejor hablemos en privado ¿si?

F: Esta bien.

En Vicepresidencia Financiera, Tomás también le contó lo que había pasado el día anterior.

F: ¿¡Y por que no me avisó que iba a hacer eso!?

T: No sé, nada más unos cuantos lo sabíamos.

F: ¿Y usted por que no me avisó?

T: Por que no quiso, me dijo que no quería preocuparlo.

F: ¿Y por lo menos agarraron a ese imbécil?

T: No, se les escapó.

F: ¡Me lleva la...!

T: Calmese.

F: No puedo calmarme, ella esta en peligro con ese tipo suelto. Le puede hacer algo y yo me muero si le pasa algo. No tengo vida sin ella.

T: ¿Y por eso se va a casar? Ella lo ama más que a su vida, más que a nadie en este mundo.

F: ¡Todo es culpa de Marcia! Desde que llegó a vivir a mi casa no ha hecho más que arruinarme la vida.

Tomás ya no supo que hacer y lo despidió de su oficina muy cortésmente.

T: Si se algo de Lety, yo le aviso.

Leticia y sus papás llegaron a Puebla por la tarde.
Se hospedaron en un hotel de la ciudad, después de acomodar sus pertenencias en las habitaciones, fueron a comer, de ahí el matrimonio Padilla Solís iría a visitar a su familia mientras que Leticia llegó a la empresa que le heredó su tío ya que alcanzaría a sus papás por la noche en casa de sus familiares.

Al entrar a la casa productora, se presentó con la resepcionista y preguntó por el presidente de la empresa, después de un poco menos de quince minutos la hicieron pasar a la oficina de Presidencia. Cuando entró no se percató de la presencia de ningún hombre sino de dos mujeres con rostros muy familiares, al notar que ella había entrado se sorprendieron y exclamaron a unísono un:

-: ¿¡Tú!?

Continuará...

Una Esperanza En Nuestras Vidas.(Contunuación 3) LFMBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora