Una Esperanza En Nuestras Vidas.(Contunuación 3) LFMB

Capítulo 125 ¡Últimos Capítulos!

L: ¡Fernando Mendiola, contesta pronto! ¡Ahhh!

Como si hubiera pedido un deseo, él contestó al segundo.

L: ¡Ahhh!

F: ¿Lety, qué pasa?

L: ¡Ahh! ¡Se me acaba de romper la fuente! ¡Ahhh! ¡Ya va a nacer! ¡Se adelantó, Fernando!

F: ¡¿La bebé?!

El timbre de la puerta empezó a sonar con insistencia. Leticia gritó un ¨Voy¨ y como pudo se levantó a abrir dejando a Fernando esperando en la línea. Cuando notó quien era la persona que estaba en la entrada de su casa se sorprendió aún más.

L: Doña Teresita.... ¡Ah!

DT: ¿Leticia, qué tiene?

L: Se me rompió la fuente ¡Auch!

DT; Necesita ir al médico de inmediato...

Leticia hablaba y tomaba aire así como se lo había recomendado su ginecólogo para la hora que fuera a dar a luz.

L: No puedo... no hay nadie conmigo y así... no puedo manejar.

DT: ¡Yo la llevo! Dígame donde tiene todas las cosas que se va a llevar y que va a necesitar.
Lety le indicó a su suegra donde estaba todo mientras le daba a Fernando la dirección del hospital al que irían, él le prometió que rápido saldría para allá y que trataría no tardarse mucho. Leticia también les comunicó a sus papás el próximo nacimiento de su hija, ellos también prometieron salir rápido para allá además de que les avisaron a la familia y personas más allegadas a ellos de la noticia.

En menos de media hora, Suegra y Nuera llegaron al hospital, a Leticia de inmediato la internaron pero le dijeron que tendría que esperar como mínimo un o dos horas para que estuviera lista para dar a luz. Nadie pudo pasar a verla más que Fernando, que al llegar le dio un tierno beso en la frente y otro en los labios:

F: ¿Cómo estas, mi vida?

L: Mal, ya no aguanto más y todavía me queda poco más de media hora para que me lleven a la sala de parto.

F: Estas hermosa.

L: Parezco ballena, ¡voy a reventar!

F: Para mí eres la más hermosa de las mujeres y más aún porque estas a punto de dar la vida a un ser inocente y linda como tú. Te amo.

L: Te amo, Fernando.

Al rato llegaron los enfermeros para llevarla hasta la sala de patos, Fernando quiso entrar con ella pero los doctores se lo prohibieron, así que se tuvo que quedar con la familia en la sala de espera, que lo único que hacían era ponerlo más nervioso de lo que ya estaba, preguntándose si ya había nacido y cosas así. Después de un tiempo, un doctor llegó preguntando por Fernando Mendiola:
F: Soy yo. ¿Qué pasó?

Doc: Pues casi nada, acaba de ser papá de una hermosa niña.

Por impulso, Fernando lo abrazó y toda la familia empezó a felicitarlo, además de preguntarle al doctor si ya podían ver a Lety y a la niña, el médico se negó pero dejó que pudiera pasar Fernando. Leticia descansaba en la habitación cuando Fernando entró a esta. Al verla ahí acostada y tratando de descansar un poco, sonrió y le besó la mejilla, no se dijeron nada, sus miradas delataban toda su felicidad, él le estuvo acariciando el cabello hasta que ella cayó en brazos de Morfeo. Por la tarde, cuando Leticia despertó, los familiares pasaron a verla, los únicos que se quedaron buen rato ahí fueron Julieta y Erasmo, Teresita y Humberto hasta que llegó una enfermera y les pidió que se retiraran pero ellos prometieron volver al siguiente día.

Enfermera: Señora, en un momentito más una compañera le traerá a su niña para que le dé de comer, por lo pronto descanse un rato.

L: Esta bien, gracias.

En menos de diez minutos, la niña llego por primera vez a los brazos de Fernando quien se quedó maravillado con esa persona tan pequeña que incluso antes de conocerla, ya la amaba con todas sus fuerzas. Se la entregó a su Lety quien al igual que él, se enamoró de esa niña desde antes de que naciera, ella la amamantó y Fernando las observó embobado notando lo mucho que se parecían ellas dos e incluso de lo parecida que era a él, su princesa se quedó dormida antes de que terminara e comer, Leticia se acomodó la bata y acurrucó más a ella a su hija, después de eso, Fernando se les acercó, besó a su esposa en los labios y a su hija en la mejilla, las amaba tanto que ese sentimiento no le cabía en el pecho.

L: Es tan pequeñita y tan hermosa, mira como duerme.

F: Es divina, como tú. Hay que bautizarla... mañana.

L: ¿Qué? Claro que no. Tú estás loco.

F: Pero me amas.

L: Te amo locamente.

F: A propósito, nunca volvimos a tocar el tema del nombre de mi princesa, ¿y sabes qué?
L: ¿Qué?

F: Ya tengo el nombre perfecto para ella.

L: ¡Ah sí! ¿Cuál?

F: Angélica Leticia.

L: Angélica... ¿por qué es un ángel?

Fernando sonrió y acarició la pequeña cabeza de su hija.

F: Porque es un ángel. ¡Nuestro ángel!

Leticia de inmediatamente recordó el sueño que había tenido hace meses dónde mantenía la misma conversación con el amor de su vida.

L: Me parece perfecto ese nombre.

Los días seguían pasando, ya todos los familiares de la familia Mendiola-Padilla conocían a la bebé y estaba más que consentida ella por sus abuelos y aún más cuando dieron de alta a Leticia, todos los días las iban a visitar a su casa. Teresita Sáenz se dio cuenta de que Fernando y Marcia no podían estar juntos así que tuvo que pedirles disculpas por haberse puesto necia y no quitarse la venda de los ojos.
Un día Fernando se tuvo que quedar a cuidar a su princesa ya que Leticia salió a visitar a sus papás y como hacia un poco de aire no quiso arriesgar a Angéliquita sacándola de la casa ya que se podía enfermar.

Fernando cargaba a la bebé y le hacía cariñitos mientras ¨hablaba¨ con ella.

F: Después de tanto pensarlo, ya sé cómo pedirle a tu mami que se case conmigo.

Continuará...

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NA: Ando very happy, exente mis dos materias que estoy haciendo en verano y me compré un libro. ¡Por fin saldé de vacaciones! Aunque nada más voy a tener 2 semanas que más bien es prácticamente 2 días

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