Una Esperanza En Nuestras Vidas.(Contunuación 3) LFMB

Capítulo 128 ¡Último Capítulo!

Érase una vez, dos personas que estaban destinadas a estar juntas pero primero tenían que pasar por una serie de obstáculos para comprobar que su amor era realmente verdadero y fuerte. Primero se conocieron en el ámbito obrero/patrón haciendo muy buen equipo laboral. Después le siguió una broma del destino a la mujer... y a él. Tenían que saber lo que era perderse para volverse a encontrar. Esto consistía en una serie de mentiras y engaños que ellos mismos fueron tejiendo hasta que ya no pudieron más. Se separaron. Él trato de matarse cuando se dio cuenta de que jamás volvería a sus brazos. Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierdes y Fernando Mendiola podía dar fe de ello. Pero el destino juega con nuestras vidas, no podemos saber lo que va a pasar porque es tan traicionero que termina dejándonos en donde empezamos aunque siempre vemos una luz al final del túnel ¿no? Leticia Padilla sabía que cuando más oscuro esta es porque ya va a amanecer, después de ese engaño tan grande que le había hecho el hombre al que amaba, supo que estaba embarazada aunque tenía que volver al lugar del cual salió y pensó nunca regresar, aunque ahora era una mujer fuerte y una razón por la cual luchar. Los días pasaron y el amor que sentía por Fernando Mendiola se hizo más fuerte, pudieron arreglar los problemas que tenían pero aún les faltaba más por lo cual luchar. Si a ellos un año antes les hubieran dicho con pelos y señales lo que iba a pasar, definitivamente se hubieran muerto de risa a carcajadas. Él jamás se hubiera visto enamorado de la "fea" y ella nunca pensó que su gran sueño con su guapísimo jefe, se hiciera realidad. Se casaron y tuvieron una hermosa niña que llegó llena de salud y mucho amor. "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida" así reza la canción y lo podemos confirmar... ¿o no?

Al despertase, Leticia sintió unos labios que le rosaban suavemente el oído.

F: Mi amor, ya levántate, dormilona.

L: Hum... cinco minutos más... hum

F: Esta bien, tú lo quisiste.

Fernando cargó a Leticia y la llevó al baño, ahí abrió la regadera y la metió rápidamente. Leticia tardó en darse cuenta lo que su marido había hecho.
L: ¡Fernando Mendiola!

F: Yo te lo advertí.

Leticia, al notar la diversión que tenía su esposo, lo jaló por la camisa y lo metió junto con ella a la regadera. Ambos se miraron seriamente por varios segundos antes de echarse a reír como niños. Luego le siguieron una serie de amorosos besos que terminaron siendo uno solo.

Los meses en Conceptos habían pasado, el matrimonio Padilla Solís estaba completamente enamorado, se podría decir que más que nunca. Carolina y Omar dieron a luz a un hermoso niño, el cual nombraron como a su padre. Marcia y Octavio estaban en sus últimos meses de embarazo, empezaba la cuenta regresiva para tener en brazos a su pequeño bebé. Alicia y Tomás se casaron, todavía no tenían planes de hijos, primero querían disfrutar por entero de ellos, de su relación y su nueva etapa de vida. Los papás de Fernando habían vuelto a Londres pero regresaban a la ciudad de México cada dos meses para ver a sus nietos. Erasmo y Julieta extrañaban a su niña pero eran felices porque ella lo era, además que su nieta los tenía vueltos locos. Ariel y Ana Leticia tenían sus vidas al margen de la empresa aunque se sabía que él por fin había sentado cabeza con una Americana y Ana Leticia seguía viajando por el mundo. Luigi era feliz porque había mucho trabajo ya él le pululaban las ideas... o bueno, eso decía. El cuartel de las feas trabajaba muy a gusto con las nuevas políticas de la empresa demás que siempre tenían código rojo de primera mano.
Había veces en las que Leticia y Fernando llevaban a la pequeña a Angélica con ellos Conceptos y todos los trabajadores la querían. Siempre trataban de pasar el mayor tiempo posible con su hija y era su adoración.

PM: ¡Pero mire que bonita niña, don Fernando! Cada día se parece más a usted y a nuestra Lety. Tiene unos chinos igualitos a los suyos.

Angélica se movía de felicidad en los brazos de su papá cada que alguien le hacía cariños, además que cuando se reía sonaba a una gloriosa música, eso decía Fernando y Leticia