REALIDAD Y SENTIMIENTOS

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¿Qué se sentirá perder a alguien? ¿Qué hay que hacer en ese tipo de situaciones? O la pregunta más importante ¿Cómo lo puedes superar? Cuando muere alguien querido, sepultamos con el nuestras esperanzas, nuestros deseos, nuestros goces. No nos dejamos consolar y hasta donde podemos nos negamos a sustituir al que perdimos, pero ¿Cuánto tiempo tiene que transcurrir para aceptar la ausencia de esa persona?

No habría respuesta alguna porque cada dolor es diferente y cada persona lo sobrelleva de igual modo, el dolor...dolor de perder lo más preciado, lo más querido.

Cinco años habían trascurrido, cinco años donde has sufrido el dolor de haber perdido a la única persona que has amado en tu vida, y a pesar de todo ese tiempo el dolor no disminuye, aun los recuerdos abundan en tu mente y la imagen de ella muerta sigue inerte en tu memoria; te duele el alma, te duele el cuerpo, te duele la identidad y el pensamiento. Cada recuerdo es un dolor en tu corazón, el cómo se conocieron todo lo que vivieron, el amor que se tuvieron y que aun sientes, y lo que ella dejo para que la recordaras.

"Ver a nuestro hijo dormir tan apaciblemente me causa felicidad y saber que existe me genera consuelo de saber que tengo algo tuyo, una personita que en cada rabieta o sonrisa es como si te viera y me causa felicidad"

––Buenas noches Dei –– Susurro después de depositar un beso en la frente del niño que te sonrió inconscientemente.

Te sientes cansado, si lo estas, no es fácil ser padre soltero, de tratar de educar a un niño que su primera palabra fue "mamá" que a pesar de su corta edad comprende que ella ya no está en este mundo; no está para arroparlo en las noches y contarle cuentos, no está para recibirlo cuando regrese de la escuela, no está para sanarle las heridas con amor cuando se lastime, no está ni estarás en ningún momento de su vida y aquel hecho te duele porque sientes que todo ha sido tu culpa.

Suspiras con pesadez y pasas tu mano por tu cabello, te sientes frustrado del como termino tu vida y la de tu hijo por tus decisiones, pero sabes que ya es tarde y él hubiera no existe.

Entras a tu habitación, aquel cuarto que ha sido testigo de tu dolor durante los últimos cinco años, aquellas paredes que te han visto llorar, gritar en medio de la noche cuando recreas en tus pesadillas todo lo ocurrido aquel fatídico día, despertando de forma brusca y sin poder evitarlo la llamas una vez más.

"Lo único que calmaría tanto dolor, seria tu regreso...pero sé que eso no será posible". Ese pensamiento te ha acompañado desde su partida. Te sientas al filo de la ventana para contemplar las estrellas, tomas el retrato que se encontraba en el nochero que contenía la primera foto que se habían tomado mientras observaban caer las flores de cerezo, aquel día los ojos de la joven brillaban como nunca, el viento soplaba acariciando suavemente su cabello y tu corazón golpeaba fuertemente contra tu pecho y el aire te faltaba al ver lo hermosa que era, con aquel recuerdo no pudiste contener tus sentimientos y las lágrimas corren por tus mejillas con la más grande amargura y te entregas nuevamente al dolor.

Sonreís con amargura y miras al cielo. Mientras presionas el retrato contra tu pecho

––Si tan solo pudiera retroceder el tiempo para verte de nuevo, para darte un abrazo y nunca soltarte...si pudiera fuera hecho las cosas diferentes y ahora estarías aquí con nosotros y yo no sentiría que muero cada día de mi vida. –– musitas con dolor

"Deseos de cambiar algo que ya no se puede cambiar, de qué sirve él hubiera y el pensamiento de querer hacer las cosas distinto si en su momento no lo hice".

Dejas de lado el retrato y te dejas caer a la cama con pesadez...mañana irías a verla otra vez, como lo has hecho cada domingo sin falta acompañado de tu pequeño hijo.

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