UN ACONTECIMIENTO INESPERADO

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Las manecillas del reloj marcaban un compás sin cesar. "¿Qué será ese ruido?" Te dijiste removiéndote entre las sabanas. Las manecillas aceleraron su movimiento, un segundo de silencio y al siguiente el sonido de la alarma resonó en toda la habitación.

Con dificulta giras tu cuerpo para llevar tu mano hacia el lugar que proviene tan molesto ruido y darle fin, tanteas perezosamente sobre el nochero, al no lograr sentir el objeto tratas de levantarte, pero no puedes, sientes el cuerpo pesado, la cabeza te da vueltas. Te sientas con dificulta sobre la cama y llevas tus manos a tu cabeza, una punzada de dolor se instala en la parte delantera de tu cerebro y el sonido de la alarma continúa causándote un mayor malestar. Haces una mueca de fastidio y abres un ojo viendo de forma borrosa el reloj, estiras tu mano y lo pagas.

Te dejas caer sobre la cama, cubres tu rostro con tu mano derecha.

––Esto no está bien, porque estoy tan mareado y me duele tanto la cabeza –– murmuras. De nuevo te levantas y te diriges hacia el cuarto de baño. Podías distinguir algunos síntomas, era como si fueras tomado toda la noche, no comprendías porque esa sensación si el día de ayer no habías ingerido una sola copa de alcohol.

Al estar dentro de la ducha, abres la llave y sientes un alivio cuando el agua toca tu cabeza y baja suavemente por todo tu cuerpo, haciendo que tus músculos se relajen y el dolor empieza a ceder.

"¿Que ha pasado?, lo último que recuerdo es una luz, el sonido de una bocina y el resto es confuso, ¿cómo llegue a mi casa? no lo comprendo."

Al salir de la ducha, te dejas caer a la cama tratando de recordar porque estás aquí y no en el carro o en el hospital o mejor dicho en la morgue cubierto por una sábana blanca.

Trataste de recordar los últimos sucesos; te despediste de tu hijo en la casa de Nell, la charla que tuviste con Grimmjow, las últimas palabras que cruzaste con él mismo y también...

–– ¡Maldición! –– Gritas poniéndote de pie y mirando la hora –– ya es muy tarde, hace rato debí haber ido por Dei.

Te pones de pie, te cambias rápidamente y bajas las escaleras, tomas las llaves y te diriges al garaje, te sorprendes al no ver tu carro.

Chasqueas la lengua con disgusto.

–– ¿Dónde rayos esta mi carro? –– mascullas entre dientes, te das la vuelta y te diriges a tomar un taxi, no había tiempo para razonamiento, una extraña sensación te invade, oprimiendo todo tu ser, necesitas ver a tu hijo y saber que se encuentra bien.

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El taxi se dirigía hacia las afuera de la ciudad, para ser más precisa a la zona campestre, una zona alejada de los ruidos incesantes y la contaminación de la ciudad. Según Nell el lugar perfecto para criar a sus hijos.

Tomas tu teléfono y empiezas a marcar, el sonido del timbre resonó una vez, pero al instante la contestadora se hizo presente

"El número que está marcando se encuentra apagado"

Cuelgas y marcas nuevamente a otro número telefónico obteniendo la misma respuesta.

"Que es lo que está pasando, tengo que ordenar las cosas, este día a comenzado muy extraño, ¿porque desperté en mi cama? porque al despertar sentía mi cuerpo pesado y adolorido como si fuera bebido toda la noche, lo cual no entiendo, mi auto no está y el inútil de Grimmjow no contesta ninguno de los teléfonos ¡Qué está pasando!"

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