CAPÍTULO 11

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Lo que está destinado a suceder siempre encontrará la forma de manifestarse

Hola a todos, disculpen la tardanza... para entender mejor en este capítulo la relación que tiene con el anterior lo lleve al pasado el cómo ocurrió el acercamiento final de los protagonistas para iniciar todo. bueno aquí quise mostrar como dice el título "lo que está destinado a suceder siempre encontrará la forma de manifestarse"

Espero que lo disfruten cualquier comentario o pregunta con gusto la contestare

- No sirvió de nada esperar tanto, porque al final me quede sola y con el corazón roto... A veces me gustaría volver a ser niña otra vez, las raspaduras en las rodillas son más fácil de curar que un corazón roto. – dijo entre lamentos

Una chica peli naranja estaba sentada en una banca bajo la lluvia, apretaba sus manos sobre su ropa mojada con la cabeza agachada llorando de pena y dolor, no sabía hace cuanto se encontraba en esa posición, pero su mente lo único que hacía era recordar una y otra vez que hace unas pocas horas el hombre que amo por tantos años le rompió el corazón. Su nombre ichigo kurosaki, un hombre alto de cabello naranja en punta, ojos color ocre y mirada penetrante. Se había marchado hace cinco años con la promesa que regresar para casarse con ella. Lo espero a pesar que hace más de un año ya no sabía nada de él, nunca se lo comentó a su mejor amiga porque sabía que le diría que él ya se había olvidado de ella, se negaba aceptarlo quería creer que solo estaba concentrado en sus estudios o cualquier otro tipo de excusa. Pasó el tiempo en el día sonreía para todos, pero en la noche todo era tristeza y soledad, solo se dedicaba a releer las primeras cartas que su amado le había enviado, esa era su esperanza para alimentar el amor que por él sentía y decirse a sí misma que él también la ama y volvería.

FLASH BACK UNAS HORAS ANTES

Sábado en la mañana salió hacer ejercicio como de costumbre, no se consideraba bueno en los deportes, pero caminar era algo que podía hacer. Paso por el buzón como lo hace todos los días con la esperanza de encontrar una carta de su amado, pero como todos los días fue una decepción, continuó su camino. Al llegar al parque se estiró, se colocó los manos libres y empezó a trotar.

- Hoy solo ahí canciones deprimentes en la radio, como si me las tuvieran dedicando – pensó la peli naranja al detenerse y cambiar la frecuencia en su celular

Continúo y a lo lejos pudo divisar una cabellera negra que se le hacía conocida, apresuro su paso para poder alcanzarlo

- Hola Ulquiorra – dice con una sonrisa

- Orihime – viendo al frente

- Ulquiorra que haces por acá tú no vives al otro lado de la ciudad – levantando la ceja mientras trota al lado de él

- Hoy quise cambiar de escenario – sonríe de lado

Ella le dedico una linda sonrisa haciendo que él se sonrojara, llevaban semanas que se veía, bueno el peli negro hacía que coincidieran en los mismos lugares. No sabía qué tipo de sentimiento le causaba la chica desde la primera vez que la vio, pero quiso descubrirlo, al saberlo se decidió conquistarla y eso lo comenzaría hacer ese mismo día. Al terminar de trotar se sentaron sobre el pasto a descansar

- Orihime tienes algo que hacer hoy...bueno más tarde – dice nervioso

- No porque

- Quieres salir a tomar algo conmigo – mirándola fijamente con un brillo en la mirada esperando que la respuesta sea positiva

- Si – la peli naranja aceptó con un leve sonrojo en sus mejillas, siempre se preguntaba por qué razón desde que conoció a Ulquiorra sentía que lo demás no tenía importancia que pasar el tiempo a su lado era maravilloso, su corazón latía muy fuerte y por alguna extraña razón no podía decirle no

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