CAPÍTULO 9 DESTINO PARTE 1

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- ¿Serás capaz de alejarte de ella? – pregunto una voz detrás de él

– ¿Qué haces aquí Grimmjow? ¿Cómo supiste que estaba aquí? – espeto con calma Ulquiorra al tiempo que limpiaba su rostro.

- Siempre vienes aquí cuando algo te mortifica, cuando no encuentras la salida, este es tu refugio y lo ha sido desde el día que tus padres murieron – Grimmjow se deja caer al césped, ubicándose al lado del peli negro

- Quien diría que me conocieras tan bien – Ulquiorra sonríe de lado

– eres como mi hermano y verte en ese estado y que hayas venido hasta acá significa que las cosas son más graves de lo que me contaste, contéstame la pregunta ¿serás capaz de alejarte de ella?

- Mmmm tengo que intentarlo por el bien de ella y es mejor ahora que no siente nada por mí

- Sabes las consecuencias que trae al no estar con ella, tal vez el futuro de ella cambie, pero el tuyo también y el de tu hijo.

- Mi hijo...Dei – lo dice en un susurro

– sabes que si no estás con ella tu hijo no nacerá – le dice Grimmjow y continuo – Emo, estuve pensando esto desde que saliste de la oficina, quería preguntarte cómo sería mi futuro vine porque quería saberlo, pero ya no están importante al verte así, quiero que me digas como fue que la perdiste y porque dices que no la mereces y que todo fue tu culpa.

El pelinegro guarda silencio, recordar ese momento le causaba dolor

Ese instante después de dar a luz, le dijo unas palabras a nuestro hijo se voltio a ver me dedicó esa sonrisa diciéndome que me perdonaba por lo ocurrido y al final las palabras que llevo grabada en mi memoria... Nunca Grimmjow me dijo como se conoció con Nell, siempre me decía que fue normal nada del otro mundo y cada vez que Nell me quería contar la interrumpía –pensaba

– tienes razón Grimmjow no te he contado toda la historia – suspirando profundamente – solo dije lo que sucedió desde que desperté y descubrí que volví en el tiempo.

- Creo que debes contarme porque siento que no puedes con la carga que llevas sobre tus hombros – le coloca la mano en el hombro – recuerda que para eso está la familia

El pelinegro sonríe

– No puedo creer lo que estoy viendo – la expresión en el rostro de Grimmjow cambio al verte a Ulquiorra sonreír

– porque colocas esa cara de estúpido

– emo estás sonriendo, vaya no te veía hacerlo en años, esa mujer sí debe ser especial para haberte cambiado de esa manera – el peli azul se empieza reír

El pelinegro coloca los ojos en blanco – eres un idiota

– si claro, me vas a contar

- Grimmjow creo que en esto momentos no te lo podría decir

- Comprendo, pero recuerda que cuando me quieras contar ahí estaré

- Lo sé – estrechan las manos y sonríen al mismo tiempo

El tiempo transcurrió con normalidad, el pelinegro no había vuelto a ver a su adorado tormento, pero aún seguía presente en sus pensamientos, muchas veces estuvo a punto de ir a buscarla. Pero cuando estaba a punto de flaquear se recordaba porque hacia esto. Se concentró en su trabajo olvidando su propia vida, sus propios deseos y sus sueños. Noches en vela pensando, recordando y preguntándose una y otra vez ¿para qué volver si no la puedo tener? Es algo egoísta pensar así, pero eran cosas que no podía evitar. Lo que no sabía Ulquiorra que en ocasiones el destino juega con nosotros y no siempre lo que queremos o disponemos es lo que tendremos.

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