CAPITULO 49 DE REGRESO A TI

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Narra orihime

Así termino todo Ulquiorra, así termina nuestra vida, todo lo que planeamos a futuro no podrá ser, todo lo que sufrimos por estar de nuevo juntos, término con una bala incrustada en mi cuerpo y yo cerrando poco a poco mis ojos frente a ti, tu voz haciéndose más lejana y convirtiéndose en un murmullo al escucharte decir que no me vaya, que no podía irme primero y abandonarte de nuevo.

Nuestros amigos sufren lo sé, dirigió mi mirada cansada a Nell que llora desconsolada y grita mi nombre pidiéndome que no me vaya, no quiero irme, quiero estar con ustedes, pero me siento tan cansada...Ulquiorra quiero volver a ti pero, no tengo fuerzas para luchar, de hablar y decirte que no llores, que estaré bien donde quiera que vaya mi alma.

Grimmjow te llamaba con desespero y trata detenerte mientras tratas de acercarte a mí, todo se está haciendo borroso, tus labios se mueven pero casi no puedo escucharte, tu mirada refleja tanto dolor, no quiero verte así, puedo sentir tus lagrimas empapar mi rostro mientras dices que te perdone, ¿No tengo nada que perdonarte? Tú fuiste la luz que llego a mi vida, el tiempo que compartí a tu lado fui tan feliz, eres la mitad de mi alma, la persona que espere toda mi vida encontrar, fui tuya y siempre lo seré. Yo, muchas veces soñé con tener una familia junto a ti, tener aquel niño que fuera igualito a ti y llenar mis días y mis noches con su compañía, pero no podrá ser. Te esperare en el otro lado hasta que nos podamos reunir de nuevo, cuando llegue el momento ¿Qué te diré? No lo sé, tal vez me aferrare a tus brazos expresándote lo mucho que te extrañe y luego caminare junto a ti tomados de la mano por toda la eternidad.

Con aquel dulce pensamiento, solo pude sonreírte y mover mis labios con una frase. "Lo siento" al cerrar los ojos completamente un grito desgarrador y unas palabras se fueron conmigo.

"¡No me dejes de nuevo, no podré soportarlo esta vez!"

Todo es oscuro, me siento tan cansada, no puedo observar nada, me pregunto si al morir este es el lugar donde vamos todos a parar el resto de la eternidad, en la profunda oscuridad y soledad.

Me abrazo a mí misma, tengo miedo y lloro sin cesar, grite para ver si alguien me escucha pero nadie respondió a mi incesante llamado...estoy sola, nadie vendrá...nadie me ayudara. Quiero dormir más profundamente, mis parpados se empiezan acerrar para llevarme a una oscuridad mayor de la que me encuentro.

- "No me dejes de nuevo" – ¿Ulquiorra ya te he dejado una vez? porque esas palabras me hacen sentir tanto dolor y siento que ya las he escuchado una vez.

Al parecer no tendré respuesta a esa pregunta porque el cansancio es mayor impidiendo mantener mis ojos abiertos, no puedo más me dejo llevar y mis parpados se empiezan a cerrar.

- ¡Mamá!

De quien es esa voz

- ¡Mamá vuelve!

- Orihime no te rindas, quédate conmigo por favor

Quienes son ustedes, porque me duele el pecho. Abro mis ojos de golpe y todo el espacio que está a mí alrededor se inunda por las voces de aquellas personas.

- ¡Quien me llama, quienes son ustedes!

Al gritar nuevamente las voces se callaron y yo me sujete nuevamente a mi cuerpo y solo pude llorar, escuchar aquellas voces solo me causaron tristeza y una profunda nostalgia, de pronto vi una pequeña luz y un niño que llamaba a su madre entre sollozos, escuchar aquel llanto me desgarraba el alma, corrí y corrí para cercarme aquella luz, vi al pequeño niño de espalda, no podía acercarme mi cuerpo se encontraba inmóvil, mire a mi alrededor me encontraba en un cementerio... La madre del niño estaba muerta, trate de mirar la lápida pero no podía ver a quien pertenecía. Pasaron unos segundo hasta que el niño hablo.

- "Mamá no estas por mi culpa verdad, si no fuera nacido tu estarías aquí" – Aquellas palabras me rompieron el corazón.

- "No tienes por qué culparte, ella prefiero que tuvieras la oportunidad de vivir, de conocer y disfrutar lo que ella vivió"

No sé qué me impulso a decir aquellas palabras, pero no quiero que el sufra, no quiero que el llore. Al escuchar mis palabras el niño se levanta y voltea quedando frente a mí, con la cabeza agachada, su rostro era cubierto por su negro cabello, aún seguía llorando, sus lágrimas caían perdiéndose en el suelo. Sentía mucho dolor en mi pecho como si me desgarrara el alma con cada lágrima que aquel niño derramaba.

- "por favor no llores".

Al escuchar mi suplica el niño levanto su rostro, dejándome ver sus mejillas mojadas por las lágrimas y sus ojos hinchados, mi corazón empezó a latir con mayor fuerza, no podía respirar, sin darme cuenta estaba llorando y mi cuerpo temblaba, no entendía que me pasaba, al ver sus ojos me fije que eran iguales a los míos, lleve mis manos a mi boca ahogando un grito, al detallar los rasgos míos y los de Ulquiorra en el. El niño se puso de rodillas frente a mí y entre sollozo continuo hablando.

- "Yo solo quiere estés aquí, me siento solo, tengo frio y mi duele el pecho, no me dejes nuevamente por favor mamá" – mis ojos se abrieron con sorpresa al escuchar llamarme mamá – "Si te rindes yo no naceré y dejaremos a papá solo, él no lo soportara, por favor vuelve, por favor lucha, no nos dejes ¡mamá!"

Me encontraba completamente en shock de repente las palabras de ulquiorra se hicieron presente "No me dejes de nuevo, no podré soportarlo esta vez." Mis ojos se dirigieron a la lápida que está detrás del niño, en ella se encontraba mi nombre, al fijarme bien decía "Orihime de Cifer esposo, hijo y amigos la recuerdan con cariño". ¿Qué significa esto?

- Papá volvió por ti – indico respondiendo a mi pregunta – en este tiempo tú ya no estas, nos dejaste y papá nunca lo pudo aceptar...él trato de ser fuerte al igual que yo, pero nuestro dolor es mayor y ese mismo dolor por no soportar tu ausencia hizo que lo imposible se volviera posible, el volvió a verte y quiso hacer las cosas diferente.

El niño sonrió levemente para continuar.

- Papá es tonto cuando quiso alejarte y luego quiso recuperarte ¿no lo crees mamá? – asentí levemente y sonreí dulcemente al recordar desde el primer día que conocí a Ulquiorra y por todo lo que pasamos. – Ahora que tu iras de nuevo mamá

Concluyo para volver a llorar. Como si la fuerza que me tenía sujeta me fuera soltado corrí hacia él y lo tome entre mis brazos, el solo se aferraba a mi pecho y sollozaba una y otra vez

- No te dejare, no los dejare nunca más lo prometo... han sufrido demasiado ustedes dos por mi culpa.

La presión en mi pecho empezó a ceder al escuchar que su llanto se detenía

- perdóname por haberlos dejado, te amo mi pequeño...Dei

Levanto su pequeño rostro al oír mis palabras, me sonrió ampliamente.

- Gracias mamá...yo también te amo.

Con aquellas palabras desapareció entre mis brazos, al instante sentí como un fuerte viento soplo y con ello trajo la voz de un hombre que me llamaba, camine despacio hacia una luz calidad y la voz de aquel hombre se escuchaba con mayor claridad, reconociendo de inmediatamente de quien se trataba.

"Ulquiorra espérame voy de camino hacia ti" 

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Continuara

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