Capitulo 4.

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Capitulo 4.

          Mis ojos se abrieron como platos, en mi mente en ese momento se hacia las mismas preguntas:- “¿qué soy?””¿Quién soy?”…

-Pe…Pero , ¿como sabes tu eso? Ni siquiera nos conocemos… Si no soy humana ¿Qué soy? Yo no hago nada en especial, soy una chica de instituto…-

-Pero no eres humana aun que no lo creas, y tú eres la que no me conoce, yo a ti sí-Dijo interrumpiéndome.-

          De repente empecé a oír voces, voces que rebotaban en aquel espacio en el que me encontraba…

-Te llaman. Será mejor que acabemos con esta conversación más  tarde.-

Después de eso sentí como el sueño se apoderaba de mi y no se como pero me desperté en la enfermería  allí estaban mis amigas, los profesores… ¿Adam? ¿Qué hacia el aquí?

-Al fin despertaste, me dijo la enfermera, debes de estar aturdida llevas un buen rato dormida, se ve que te desmayaste por cansancio- me explicó Dalila mientras me sentaba en la camilla.-¿A que no sabes quién te trajo?.- me preguntó en modo de susurro para que nadie la oyera.

-No…¿Quién..?-susurré.

-Ese chico que empieza por “A” y termina por “-dams”-contestó.

-¿Enserio?-fue entonces cuando miré a Adams que estaba mirando por una ventana , pero cuando notó que le observaba clavó su mirada en mis ojos, su expresión expresaba preocupación. Decidí levantarme de la camilla y dirigirme a él, tenía que darle las gracias.

Cuando ya estaba a su lado no me apartaba la vista y Dalila y Emma me ayudaban a andar pero cuando vieron que ya no estaba aturdida decidieron dejarme a solas para hablar con él.

-Esto…Gracias por traerme…No se como agradecértelo.-

-No hará falta con que estés bien , me conformo.-Dijo con una sonrisa. La cual cuando la vi sentí que mi corazón latía demasiado rápido.

-Gracias…De verdad.-

-No hay de que, ¿quieres que te acompañe a tu casa? Es por si acaso te vuelve a suceder…-

-Si, pero no creo que haga falta , tan solo vivo cuatro calles más arriba .-

-Si, si hace falta,  venga vamos- en ese momento me extendió su brazo y cogió mi mano salimos corriendo y en menos de cinco minutos ya estábamos en mi casa, aun que cuando nos despedimos descubrí que el vivía en una casa que estaba una calle más a bajo. Entré en casa y fui a cambiarme en seguida por mi pijama  y recogerme el pelo con una coleta, luego baje a la cocina , ahí fue cuando me di cuenta de que no había nadie en casa y en la nevera había una nota: “Eli, volvemos mañana tu hermano, Dominique y yo, te he dejado la cena en la mesa, chao, besos”

La vida de Eliane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora