He dormido en la bañera.
Me he embriagado con tus promesas incumplidas y mis ganas de verte se han hecho mayores.
He buscado en el armarito de debajo del fregadero para reencontrarme con la botella de Jack Daniel's, mi compañera de penas cuando no estabas,
que era casi siempre.
Es la única que se ha quedado aquí cumpliendo su deber de emborracharme, una vez más.
Y me he enamorado.
De la vida.
De mi vida.
La que no merece la pena, la da.