Esa noche.
Mi vestido rojo con tacones para alcanzarte y no podía.
Tu smokin que te hacía diez mil veces más guapo.
Joder...
Sigues tan guapo todavía,
En mis pesadillas,
Echo de menos los viajes de vuelta a casa, con tu mano derecha en mi muslo, diciéndome que todo va a ir bien.
Cuando no era verdad.
Mentiroso.